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LÍDERES DE PAPEL EN LA MASONERÍA MEXICANA.

No se que este pasando en el resto del mundo, pero en nuestro país, los masones viven descalificándose los unos a los otros; unos adheridos a sus cetros de reyezuelos, creyéndose investidos de la mayor autoridad para desconocer, casi excomulgar, a quienes participan de otros sistemas o ritos masónicos porque se asumen así mismos dueños de territorios y jurisdicciones. Otros también casi cosidos a sus malletes, pasan sus periodos como Grandes Maestros suspendiendo aquí y allá a quienes les discuten o cuestionan sus decisiones.

No se que tienen algunos masonetes que, una vez ungidos con sus cargos, sienten que son amos de todos y todo, olvidando que los masones son, por definición, seres libres y autónomos y que están unidos a sus obediencias por convicción y afinidad con principios y postulados, pero no a personas de escasa o nula autoridad moral para ejercer los cargos que detentan.

El autoritarismo de los sistemas masónicos mexicanos es propiciado por muchos factores; en México, donde los hálitos arbitrarios son ancestrales, reflejándose en su sistema político y administrativo y en la cultura misma del país, el grado de informalidad y personalismo caudillista en la dirección de obediencias masónicas es más que inaudito.

Uno de estos factores es, sin duda alguna, la ignorancia manifiesta que muchos hermanos expresan y manifiestan cuando sus logias los hacen maestros y cuando otros organismos les conceden grados de modo corrupto, esto es, sin la educación ni el estudio necesario de los grados, sus contenidos y, desde luego, sin el tiempo necesario para fraguar masónicamente.

Ignoran estos masonetes altígrados las Constituciones, Preceptos y Normas básicas que rigen la institución y el rito, y resulta increíble que accedan a grados y puestos de mando en la orden con supina incultura y analfabetismo masónico.

Muchos de ellos, en calidad de dirigentes de la institución, se conceden gratuitamente la libertad de hablar a nombre de todos los masones, para postular o apoyar candidatos de partidos políticos o bien para criticar iglesias y religiones, como si el fin de la masonería fuera ese. Evidentemente, solo anhelan ventanearse y recibir reflectores de la prensa del modo más triste y miserable posible.

Pero lo grave es que al interior de la Orden, no dirigen y conducen a sus Grandes Logias u otros organismos, a estatus deplorables en los cuales ni crecen, ni se desarrollan, sino todo lo contrario: los organismo masónicos decrecen y caen a niveles internos y de percepción pública y social tan penosos como lastimosos. Los dirigentes suspenden a otros y viceversa, ¿Quiénes les ha dicho que esa es su función?

En Sudamérica, la masonería se encuentra en un nivel envidiable de desarrollo, no se diga en los Estados Unidos de Norteamérica y Europa, pues han aprendido los masones a convivir juntos y en armonía, practicando en una misma obediencia varios ritos, principalmente el de york y el escocés; el primero por su belleza y antigüedad, cierra perfectamente la formación simbólica y espiritual de los maestros masones, y el segundo por sus doctrinas inculca los principio de construcción del edificio social. Son enseñanzas complementarias que construyen la unidad de la masonería más allá de los grados fundamentales de aprendiz, compañero y maestro.

Pero en México, los masones parecen ser, unos de la sinagoga y otros de la mezquita, en la más absurda concepción posible. Es una lastima que las cabezas que dirigen la institución en México, promuevan la disolución de la Orden; es una lastima que en sus cabezas huecas no exista creatividad, inteligencia y talento para encontrar las mejores formas de crecer en un modo sano, consistente y digno; es una pena que en sus mentes y corazones sólo exista sed de poder, y que en sus vidas como dirigentes solo persista la egolatría y la mediocridad.

Algún dirigente eclesiástico dijo un día, que de los masones, la iglesia no se ocupa porque no representan ningún peligro, ya que ellos mismos se destruyen entre si. Por ellos los masones de México necesitamos líderes, líderes que no sean de papel y que estén inspirados en los auténticos principios de la masonería, líderes que construyan con sapiencia, inteligencia y talento las bases de subsistencia del arte real.

¿Dónde hallarlos Queridos Hermanos?
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FUENTE: ULTRA, Órgano oficial informativo. Revista de estudios masónicos, filosóficos y simbólicos publicada por el Supremo Consejo de México.- Cuarta época, número siete, primer bimestre del 2008. Por Cuauhtémoc D. Molina García.

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