R. •.H.•. Julio Alfonso Peñaranda Murguira 33° (0:. E:.)
V.•.M.•.I.•. de la V.•.C.•. VV.•.MM.•.II.•. Flavio García LLaque
V.•.M.•.I.•. de la V.•.C.•. VV.•.MM.•.II.•. Flavio García LLaque
La incorporación de nuevos eslabones en la cadena de la Masonería, es una de las actividades más trascendentes de nuestra Augusta Orden, pues implica renovación. Esta renovación, desde luego, no aIterará los fundamentos de la Masonería, pues ellos no deben variar. La renovación que se menciona, esta referida al cambio de actitudes al interior de cada Logia, pues los hermanos mayores pondrán la mejor de sus voluntades al servicio del hermano recientemente incorporado. Sin embargo, para que los esfuerzos que se desplieguen, tanto de los que enseñan como de los que tienen que aprender, brinden los frutos esperados, se requiere realizar acciones organizadas, con objetivos preestablecidos y que garanticen un aprendizaje de los conocimientos masónicos, que deben ser la verdadera base del Aprendiz.
Este aprendizaje, según lo vemos, debe ser sistematizado y no debe dejarse librado a la buena voluntad y, en algunos casos, vehemencia, tanto de los que reciben como de los que dan el conocimiento.
Las observaciones realizadas y las experiencias vividas, durante nuestros años de Maestro Mason, nos permite fundamentar nuestra posición de sistematizar el aprendizaje de los Aprendices, debido a que con frecuencia en las Logias, ocurre lo siguiente:
- Cada vez que se incorpora un nuevo eslabón, se le pone bajo la responsabilidad de recibir docencia que debe ejercerla el 2° Vigilante.
- Las iniciaciones nunca pueden ser rigurosamente programadas durante cada periodo masónico. Es oportuno recordar que las PP.• .BB.•. que se extra en de las canteras de la sociedad, se producen en cualquier momento del año y que previo a la Ceremonia de Iniciación, hay tramites que deben realizar las Logias y tramites que corresponden a la G.•.L.•. Constitucional cuya duración es variable. Adicionalmente, en algunas ocasiones, se buscan fechas extraordinarias al finalizar el año.
- Lo enunciado en el párrafo anterior, coloca al 2° Vigilante en necesidad de conducir su enseñanza a los eslabones incorporados en periodos irregulares de tiempo, dentro de un marco de preocupación por tratar de compatibilizar las diferentes fechas de incorporación. En consecuencia, algunos Aprendices tendrán aprendizaje guiado por varios meses, mientras que otros apenas algunas semanas.
- Incorporación. En consecuencia, algunos Aprendices tendrán aprendizaje guiado por varios meses, mientras que otros apenas algunas semanas.
- La entrega habitual de elementos de aprendizaje, como son el Manual, el Ritual y otros documentos de lectura, dejan al recién iniciado a su libre albedrío, a su disponibilidad de tiempo y su voluntad o dedicación. No obstante, por lo general, esto genera confusión en el Aprendiz y posibilita la deformación de conocimientos, que luego son difíciles de corregir.
- También es una práctica conocida, encargar al M.'.M.'. o MM.•,MM.'. Proponentes instruir al Aprendiz. Pero, no siempre éstos ponen un verdadero interés o, se da el caso, no poseen las características básicas ni las habilidades del docente.
Hasta aquí hemos presentado las causas más conocidas que impiden la instrucción adecuada de los nuevos eslabones y que constituyen experiencias reales, que se presentan con suma frecuencia y de fácil constatación, A continuación, presentaremos una propuesta de solución que a nuestro parecer, favorecerá la instrucción adecuada de los Aprendices:
- Las Logias deberán elaborar un Programa o Syllabus que contenga los conocimientos básicos que debe poseer un Aprendiz y que obligatoriamente debe estudiar y recibir como enseñanza.
- Este Syllabus debe enmarcar o delimitar los conocimientos que debe adquirir un Aprendiz Masón.
- El documento deberá establecer un enfoque que siendo multidimensional en el conocimiento, se encuentre dentro de un marco exclusivamente iniciático.
- Para poder apreciar resultados, podría encargarse a una o más Logias la elaboración de este Syllabus, contribuyéndose en un documento piloto, susceptible de corrección y perfeccionamiento como corresponde a todo producto del hombre.
- Lo anteriormente expuesto, favorecería la actividad de aprendizaje de los nuevos iniciados, sobre todo considerando las frecuentes oportunidades en que los Aprendices deben abandonar el Templo, cuando se trabaja en grado superior.
Como medidas o acciones complementarias al Syllabus propuesto y siempre con el objetivo ineludible de buscar las mejores opciones de enseñanza a los nuevos eslabones, proponemos lo siguiente:
- Se debe aprovechar al máximo la variedad extensa de trabajos que se producen y se publican en las canteras y cubren ampliamente el espectro de lo que puede aprender un Aprendiz Masón.
- Gran parte de lo que se debe enseñar, se centrará en el aspecto de la formación de la nueva personalidad del Aprendiz Masón. Ello evitará en lo posible, lo que actualmente se percibe con claridad, cuán confusa y compleja se presentan las nuevas relaciones entre el recién Iniciado y la Institución.
- Debe procurarse la intervención de los MM.•. con experiencia que vuelquen hacia los nuevos eslabones, una cruzada general y cultural de conocimientos iniciáticos, tomando en consideración los diversos tipos de personalidades.
- En cada Logia debe existir un MM.•. Monitor responsable de uno o más Aprendices, reservando para el 2° Vigilante su calidad de Instructor Coordinador.
