Esta casa editora esta preocupada por los conflictos entre HH:. de la G:.L:.P:. porque siguen sucediéndose ahora con una efervescencia incontrolable.
A manera de pasquines ha aparecio hace algunos semanas uno que se llama "A LOS MASONES LIBRES Y DE BUENAS COSTUMBRES" con turbias plumas donde aparecen comentarios cuya "mala leche" identifica a los sicarios de la lealtad, que a manera de modernos jubelones computarizados, agreden a la Orden con ofensas que abundan en el injusto desprestigio contra la G:.L:.P:.
Los pasquines denuncian a HH:. con aparentes intenciones electorales acusándolos de ser delincuentes. !Claro que hay delincuentes dentro de la G:.L:.P:.!, FENIX lo ha dicho y lo a mencionado reiteradamente en su edicion impresa y digital a traves del tiempo, porque la G:.L:.P:. es una institución privada segun su marco legal actual, existiendo personas que se ven involucradas en delitos comunes y hasta en sentencias profanas. ¿Eso es nuevo?. !Claro que no!, lo nuevo es la pretensión de los "moralizadores" BAQUERIZO, CORNEJO, MONTEZUMA, DEL POZO, BAZAN, que como en el pasado, esconden en el anonimato la fealdad de su escabroso pasado.
Lo inentendible es la acusación anónima ¡ahora!, como si aceptaran que ser masón y delincuente está bien, con tal que no pretendan gobernar la G:.L:.P:.
Lo malo es que desconozcan el procedimiento interno que nunca antes defraudó las expectativas masónicas y que consisten en que cualquier H:. tiene el derecho a ser candidato, como cualquier otro puede apelar a esa pretensión e impedirlo si la razón le asiste.
La miembros gobernantes de la G:.L:.P:., viven un proceso de descomposición iniciado tiempo años atrás, pero que se oficializo luego de la asonada de 1998, en donde los falsos y aberrantes medios usados justificaron sus criticables fines.
Lo lamentable es que al hacerlo, autorizaron de hecho y de derecho el uso de esas infaustas armas que se convirtieron en el "estilo oficial de la G:.L:.P:.", el que además recuerdan con beneplácito y sádico descaro.
No importa si hay delincuentes en la G:.L:.P:., hemos sostenido que los hay, como en cualquier otra prestigiosa institución, pero protestar las supuestas pretensiones de ser candidato atacándolos con cobardes anónimos y amenazas legales, nos parece una herencia de muy discutible legalidad masónica.
Las autoridades actuales y pasadas no se atreven a denunciar o investigar estos desmanes, pues sobre ellos pesa el flagelo del mal ejemplo que ellos mismos dieron al promover acciones judiciales lejos de la jurisdicción a la que debían respeto y fidelidad.
Como consecuencia, los denunciantes con antifaz, pretender el mismo camino si por mala ventura la mayoría de sus HH:. les dice !no! a través de la voz en las urnas.
Los que sembraron vientos, hoy cosechan tempestades…….
