M. A. R.
ALICANTE. Llegará esta semana a las librerías, se titula «El símbolo perdido» y promete ser un bombazo editorial como la anterior novela de Dan Brown, «El Código da Vinci». El escritor ha elaborado esta vez una trama de intriga en el mundo de la masonería, cuyos adeptos se declaran herederos de los constructores de las catedrales.
Una tradición que no es ajena a la provincia de Alicante, que en la actualidad cuenta con dieciséis logias simbólicas y otras tantas de alto grado, que suman 450 miembros, según afirmaba recientemente el inspector general de la Gran logia de España, Álvaro Rodríguez García. Alicante acogió el pasado mes de mayo la fundación de una nueva logia masónica femenina, denominada Itaca. El acto se celebró en el Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y contó con la presencia de la gran maestra de la Logia Femenina de España, Rosa Elvira Presmanes. Una de las logias más activas de la provincia es la Constante Alona, fundada en 1878, que tiene un «templo» en la ciudad.
ALICANTE. Llegará esta semana a las librerías, se titula «El símbolo perdido» y promete ser un bombazo editorial como la anterior novela de Dan Brown, «El Código da Vinci». El escritor ha elaborado esta vez una trama de intriga en el mundo de la masonería, cuyos adeptos se declaran herederos de los constructores de las catedrales.
Una tradición que no es ajena a la provincia de Alicante, que en la actualidad cuenta con dieciséis logias simbólicas y otras tantas de alto grado, que suman 450 miembros, según afirmaba recientemente el inspector general de la Gran logia de España, Álvaro Rodríguez García. Alicante acogió el pasado mes de mayo la fundación de una nueva logia masónica femenina, denominada Itaca. El acto se celebró en el Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y contó con la presencia de la gran maestra de la Logia Femenina de España, Rosa Elvira Presmanes. Una de las logias más activas de la provincia es la Constante Alona, fundada en 1878, que tiene un «templo» en la ciudad.