Hace unas semanas publicaba el blog amigo COLECTANEA MASONICA un tema a raíz de una exposición mía, de la cual, se entresacaba la opinión del Gran Maestre del GODF , que se ha vuelto a poner sobre el tapete en esta ocasión por parte del blog EL MASON APRENDIZ , relacionado con la Gran Logia Simbólica Española (GLSE).
En estos dos pots se recogía tanto la frase del GM. del GODF, como mi propia calificación de la Obediencia, el primero la calificaba como “como una genuina representante de la masonería espiritualista” y yo mismo la situaba en un trabajo clasificatorio sobre de la masonería española como una “Obediencia Laica y espiritual”.
A raíz de esa consideración, el amigo y Hermano Saki, en el citado blog hace toda una alambicada reflexión sobre tal cuestión, en la que me llaman la atención varias cuestiones las cuales deseo plantear antes de exponer de dónde saco el tema de la Espiritualidad “laica” de la GLSE.
Expone el Hermano Saki, (GLSE) como titulo del post del blog : A propósito del Gran Arquitecto del Universo: ¿propone la Gran Logia Simbólica Española una masonería espiritualista?
Lo cual ya dice bastante, al menos para mí, ya que no es que la GLSE proponga una masonería espiritualista, sino que según mis reflexiones voy más allá, y digo y afirmo que su “práctica masónica” se concepciona en lo que podemos encajar como una masonería de corte Espiritualista, y a ese respecto recomiendo ver las clasificaciones y los parámetros empelados para “codificarla como tal, Clasificación que no solo se basa en el tratamiento o presencia del GADU, sino que hay otro tipo de análisis y planteamientos, al menos por mi parte, para llegar a esa conclusión. Pero dejemos esto para más adelante.
Plantea en la respuesta que presenta el Hermano Saki lo siguiente “Es esta una cuestión en la que al parecer es difícil hacerse entender en un contexto de inevitables simplificaciones. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado tal y como se practica en la GLSE, de acuerdo con el Supremo Consejo Masónico de España del grado 33 ( reconocido Ginebra 1977) -hoy- ha superado el dilema de espiritualistas y materialistas, tradicionalistas y modernistas, neoplatónicos y epicúreos porque propone una definición filosofista y abierta del simbolismo del Rito”.
Leido el texto me llama poderosamente la atención varias cuestiones:
1ª Que para confirmar tal dilema se plantee estar de acuerdo con el Supremo Consejo Masónico de España del Grado 33º. Que no sé muy bien que papel juega en la configuración y peso en las logias azules de la GLSE, como para apoyar una definición que si lo pregonan las logias azules ya debería tener bastante fundamento por si solo y por venir de la base Obedencial; tal cuestión por otro lado deja entrever un cierto papel o relevancia del Supremo, a modo del oráculo de Delfos.. y digo esto, por el natural papel que debieran jugar los Supremos Consejos en cuanto a la independencia orgánica y doctrinal, que además en España tenemos una larga tradición de separar ambas cuestiones…pero allá cada uno.
2º Me resulta paradójico que el Hermanos Saki y los Hermanos del Supremo Consejo- pues al final no sé muy bien quien hace el trabajo de definición sobre el espiritualismo, ciñan la consideración de la Gran Logia Simbólica Española como “ESPIRITUALISTA” solamente en función del GADU, tal y como se desprende de su planteamiento, olvidando que en dicha clasificación, por mi parte confluyen también otras consideraciones y parámetros propios y derivados de la Obediencia, y también externos a esta pero expuestos por quienes han regido sus destinos, bien como Dignidades, o bien porque forman parte de sus estructuras mas representativas, llámese el Supremo Consejo o Logia de Investigación, o Ex-Gran Maestres, que parecen ser quienes sientan la doctrina de la Obediencia.
Al menos esa es la sensación que a uno le queda a raíz de los dos artículos publicados en contestación a lo expuesto por mi, y por el Gran Maestre del GODF; al menos por mi parte debo decir que para llegar a tal conclusión me apoyo en otras herramientas como son los escritos, las planchas, las manifestaciones y los libros que han escrito y reescrito de sus altos referentes… etc.
Digamos que el Hermano Saki y el Supremo Consejo o quien plantee tal respuesta a la aseveración del Gran Maestre Lambicchi ,o la mía misma, lo hace desde el más puro reduccionismo de basar toda la consideración de la espiritualidad al GADU, lo que ya dice mucho de por sí.
Es más el salto triple mortal filosofista que se hace en el texto, que adjunto para explicar que la GLSE, no es espiritualista, ni laica, ni librepensadora, sino todo lo contario de lo contrario, tengo que decir que me parece un ejercicio de auténtica pirueta filosofal, interesante y bien construida , pero pirueta al fin y al cabo...
En estos dos pots se recogía tanto la frase del GM. del GODF, como mi propia calificación de la Obediencia, el primero la calificaba como “como una genuina representante de la masonería espiritualista” y yo mismo la situaba en un trabajo clasificatorio sobre de la masonería española como una “Obediencia Laica y espiritual”.
A raíz de esa consideración, el amigo y Hermano Saki, en el citado blog hace toda una alambicada reflexión sobre tal cuestión, en la que me llaman la atención varias cuestiones las cuales deseo plantear antes de exponer de dónde saco el tema de la Espiritualidad “laica” de la GLSE.
Expone el Hermano Saki, (GLSE) como titulo del post del blog : A propósito del Gran Arquitecto del Universo: ¿propone la Gran Logia Simbólica Española una masonería espiritualista?
Lo cual ya dice bastante, al menos para mí, ya que no es que la GLSE proponga una masonería espiritualista, sino que según mis reflexiones voy más allá, y digo y afirmo que su “práctica masónica” se concepciona en lo que podemos encajar como una masonería de corte Espiritualista, y a ese respecto recomiendo ver las clasificaciones y los parámetros empelados para “codificarla como tal, Clasificación que no solo se basa en el tratamiento o presencia del GADU, sino que hay otro tipo de análisis y planteamientos, al menos por mi parte, para llegar a esa conclusión. Pero dejemos esto para más adelante.
Plantea en la respuesta que presenta el Hermano Saki lo siguiente “Es esta una cuestión en la que al parecer es difícil hacerse entender en un contexto de inevitables simplificaciones. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado tal y como se practica en la GLSE, de acuerdo con el Supremo Consejo Masónico de España del grado 33 ( reconocido Ginebra 1977) -hoy- ha superado el dilema de espiritualistas y materialistas, tradicionalistas y modernistas, neoplatónicos y epicúreos porque propone una definición filosofista y abierta del simbolismo del Rito”.
Leido el texto me llama poderosamente la atención varias cuestiones:
1ª Que para confirmar tal dilema se plantee estar de acuerdo con el Supremo Consejo Masónico de España del Grado 33º. Que no sé muy bien que papel juega en la configuración y peso en las logias azules de la GLSE, como para apoyar una definición que si lo pregonan las logias azules ya debería tener bastante fundamento por si solo y por venir de la base Obedencial; tal cuestión por otro lado deja entrever un cierto papel o relevancia del Supremo, a modo del oráculo de Delfos.. y digo esto, por el natural papel que debieran jugar los Supremos Consejos en cuanto a la independencia orgánica y doctrinal, que además en España tenemos una larga tradición de separar ambas cuestiones…pero allá cada uno.
2º Me resulta paradójico que el Hermanos Saki y los Hermanos del Supremo Consejo- pues al final no sé muy bien quien hace el trabajo de definición sobre el espiritualismo, ciñan la consideración de la Gran Logia Simbólica Española como “ESPIRITUALISTA” solamente en función del GADU, tal y como se desprende de su planteamiento, olvidando que en dicha clasificación, por mi parte confluyen también otras consideraciones y parámetros propios y derivados de la Obediencia, y también externos a esta pero expuestos por quienes han regido sus destinos, bien como Dignidades, o bien porque forman parte de sus estructuras mas representativas, llámese el Supremo Consejo o Logia de Investigación, o Ex-Gran Maestres, que parecen ser quienes sientan la doctrina de la Obediencia.
Al menos esa es la sensación que a uno le queda a raíz de los dos artículos publicados en contestación a lo expuesto por mi, y por el Gran Maestre del GODF; al menos por mi parte debo decir que para llegar a tal conclusión me apoyo en otras herramientas como son los escritos, las planchas, las manifestaciones y los libros que han escrito y reescrito de sus altos referentes… etc.
Digamos que el Hermano Saki y el Supremo Consejo o quien plantee tal respuesta a la aseveración del Gran Maestre Lambicchi ,o la mía misma, lo hace desde el más puro reduccionismo de basar toda la consideración de la espiritualidad al GADU, lo que ya dice mucho de por sí.
Es más el salto triple mortal filosofista que se hace en el texto, que adjunto para explicar que la GLSE, no es espiritualista, ni laica, ni librepensadora, sino todo lo contario de lo contrario, tengo que decir que me parece un ejercicio de auténtica pirueta filosofal, interesante y bien construida , pero pirueta al fin y al cabo...
“La Gran Logia Simbólica Española no es ni espiritualista ni tampoco lo contrario.
El sentido del símbolo del Gran Arquitecto del Universo es en el REAA que practica la GLSE un concepto pro forma, es decir un concepto incoado pero no concluso, en el que se dejan abiertas posibilidades que han de ser cerradas por cada iniciado. En este sentido la Gran Logia Simbólica Española es una Obediencia que está abierta a los espiritualistas, y a las personas que profesan una fe determinada, pero está igual de abierta a los hombres y mujeres que hacen una opción agnóstica o atea, arraigada en una ética estrictamente humanista. Exige de unos y otros una fraternidad co-implicante con el Otro”.
Un concepto pro forma, análogamente a un contrato pro forma, es un concepto, abierto, incompleto, definido funcionalmente pero pendiente de concretar definitivamente y/o a la que le falta algún dato y que sin embargo goza de validez en aquella parte que se ha convenido a la espera de la opción con la que cada uno "cierre" el concepto, provisional o definitivamente.
La clave de bóveda del sentido que adquiere el simbolismo del Gran Arquitecto del >universo y todos y los símbolos del ritual masónico en la GLSE es la vocación filosófica -más aún, filosofista- de nuestra tradición. Filosófica en una sentido no académico sino socrático y existencial.
La GLSE no es ni una iglesia secreta, gnóstica o neoplatónica, ni tampoco una liga laicista, un ateneo librepensador o un club republicano, aunque puede haber hermanos y hermanas que interpreten su compromiso masónico en esos términos. La GLSE es una tradición iniciática, en la que iniciático no tiene ningún significado mágico sino que responde a un entendimiento filosófico y existencial, una iniciación que invita a cada masón a hacerse cargo de sí mismo de aquella manera que él o ella entiende que mejor corresponde a su propia originalidad. A partir de esa posición la masonería conecta y relaciona en el seno de las logias de la GLSE a personas de muy diferentes horizontes ideológicos, políticos o biográficos permitiendo que la logia sea, en efecto, el centro de la unión de aquello que está disperso.
¿Es tan difícil de entender esta posición?
Con relación al tema de la espiritualidad en masonería, creo que hay bastante prejuicio, yo lo tengo y lo reconozco, primero porque que me situó en el ateísmo doctrinal y luego porque trabajo en RF, que a vista de lo que ya dice mi amigo y referente Javier Otaola, ello quiere decir que estoy en una Obediencia que ha delimitado tales cuestiones de forma muy clara, llegando incluso a la construcción del discurso coherente con esa posición, para ello hay que decir que es evidente que el Rito Francés se enraiza en la esencia de los “Modernos” y no en la corriente de los "Antiguos" los cuales beben de otras fuentes y asumen otros planteamientos, como bien explica Javier Otalola, en algunos de sus libros.
Pero no por ello dejo de entender la proposición abierta que hace Desaguliers del GADU, abierta y ecuménica, la cual desarrolla a partir de la Religión Natural como punto de encuentro, o al menos debiéramos entenderlo así, y de este modo podríamos encontrarnos los creyentes, los agnósticos y los ateos doctrinales; pero como digo, estoy en la corriente que ha rechazado de entrada ese debate, ya que es una cuestión superada a partir de 1877 , y curiosamente fueron los evangélicos del GODF quienes impulsaron el “aparcamiento” del GADU en los trabajos masónicos, y por tanto desapareció, o se le arrinconó de nuestros trabajos y rituales.
Hay que apuntar que todo ese desarrollo que se hace del GADU no estaba tan presente en el RF, ni en las Constituciones de 1723 y por tanto tampoco está en el aparato conceptual que lo sustentaba en cuanto a una espiritualidad, o las creencias espirituales…etc. En ese sentido recomiendo pasarse por el Blog Rito Francés donde se han expuesto trabajos sobre el positivismo y los Rituales en el GODF, o la cuestión del GADU y los fuertes debates que hubo.
Lo cual a vista de hoy no deja de haber cuestiones paradójicas, el GODF planteó en su tiempo una enconada lucha interna por dignificar las ceremonias al rango de personas y ciudadanos y lo logró; Obediencias que hoy se dicen liberales y adogmaticas, siguen tratando al recipiendario como aun siervo de la gleba al que luego se dignifica por medio de la Iniciación... Piensen en ello...
Observo, a su vez que hay prejuicios también desde la otra parte, ya que se juega con las palabras y los conceptos, llegando a presentarlos como una rebaja en la carga de identidad que se nos expone como un “contrato pro forma” que más bien un querer no llamar a las cosas por su nombre y entender los conceptos en su raíz, sin devaluaciones, ni simplificaciones.
A este respecto intereso a los lectores sobre tal temática, la cual refleja muy bien Marc Malevy (Philosophie Maçonnique) cuando expone dos elementos como el GADU y la Biblia como figuras centrales de la masonería, y recuerda que no se debe caer en cretinismos para moverse en campos semánticamente y conceptualmente “neutros” de “somos pero no somos” o en ciertas ambigüedades un tanto vergonzantes. Entiendo que el Hermano Marc, resulte duro y hasta muy cruel mirando las cosas bajo su espejo, pero como dicen en la aldea “lo blanco, blanco es”, y no valen espejitos…en ese sentido tanto el GODF como la mal llamada “regularidad” son coherentes con sus posiciones, al menos en este aspecto.
Pero vayamos al porqué de esa consideración de calificar de espiritualista a la GLSE que hago en mis escritos.
Aparte de que creo que hay otras muchas Obediencias que situan en esa ambigüedad semántica y conceptual de adelgazar la GADU para poder fajarlo en sus trabajos presentándolo como un contrato abierto que cada uno lo amaña a su forma de entender a través de mecanismos como son su experiencia iniciática y masónica, logrando mediante ese libre albedrío darle la forma y esencia que le conviene a cada cual con independencia de si ello encaja en el edificio en el que nos movemos… Para llegar a la afirmación que he hecho , hay de por medio otros considerandos, por ejemplo tenemos como parámetro de referencia para esa incardinación o imputación el manejo ritual, que en el caso de la GLSE es el REAA, como en otras tantas obediencias, y no por ello se pueden considerar espiritualistas, que es lo que le hace diferente entonces..?
Por tanto analicemos como entiende el REAA la GLSE, y para tal cuestión hay que ir a los escritos de uno de sus referentes más interesantes: Javier Otaola, para mí uno de los escasos los masones de referencia que existen en España y con le cual siempre estoy en amigable controversia. En su libro La Masonería Hoy, auténtica expresión, por repetida, del pensamiento que embarga a la GLSE, y en cuyo libro aparte de las palabras: espiritual y espiritualidad, que salpican el texto cada dos por tres, eso sí algunas de ellas bajo matizaciones, pues encontramos en dicho libro los ejes sobre los que pivota la Obediencia, es evidente de que Javier no es la GLSE, pero algo debe significar cuando dice “en mi logia Manuel Iradier entendemos..” por ello sigo esa corriente de opinión porque es la que tengo para examinar a la luz de escritos que son clarificadores, y no las ambigüedades de las paginas de presentación Obedenciales…; nos expone el propio Otaola: La masonería es, puede decirse , el Yoga de Occidente, salvo en el Rito Francés moderno, solo practicado por el GODF y el GOB [ aunque hoy existen algunas logias de su Obediencia que practican el RF] en todos los demás ritos masculinos o mixtos, los trabajos de las logias se abren a la GADU, al símbolo espiritual por antonomasia de la masonería, el triángulo con el ojo en su interior, el símbolo de la consciencia del Universo que cada masón puede completar o identificar con su propia confesión o con ninguna.
Bien si eso no fuese ya de por sí contundente, podemos sumar el desarrollo que dicho autor (Presidente de la Logia de Investigación Teorema de la GLSE), hace cuando describe la “G “(GNOSIS) en sus trabajos la relaciona “con el Dios desconocido de los atenienses, el Dios de Jacob, de Israel, el Dios estético, el Dios de las Iglesias, el Gran Relojero..” y no relaciona la “G” como principio geométrico, o del Genio, de la Gravitación, o de la Generación como hacen otras Obediencias, y autores que marcan la frontera de exegesis de forma muy clara y rotunda aún cuando se se hace partiendo de posiciones ecuménicas como la Religión Natural, que pregona Desaguliers, y no olvido y sé que hay otra perspectiva más abierta y ecuménica que plantea el propio Javier Otaola, pero en esta ocasión quiero subrayarle estas cuestiones porque son las que formalmente encuadran a su Obediencia, al menos él la enmarca de este modo; aunque comprendo el reduccionismo al que le someto, y al que también se me somete a mi mismo.
Cuando se define el REAA y el escocismo, desde la GLSE, Otaola nos indica que este recoge toda la “tradición de los misterios antiguos y las tradiciones esotéricas” y sitúa el quehacer de su logia en el ritual del REAA , que se ha constituido para : “Trabajar en el REAA, bajo la advocación del GADU y ante la presencia de las tres luces que son el Volumen de la Ley (la Biblia o cualquiera de los tres grandes libros de las tradiciones espirituales de la humanidad. I Ching, Tao-te King; Baghavad Ghita) la Escuadra y el Compás”.
Es evidente que no soy yo quien plantea el marco conceptual de trabajo de nadie , y en este caso es el propio Javier Otaoa, el que nos define que la cualidad tomada en cuenta para aceptar a sus adeptos en su logia es que haya “Equilibrio entre Razón y Espiritualidad” y remacha diciendo que “la iniciación masónica tiene un sentido “religioso”, eso sí desde una perspectiva abierta y ecuménica con las confesionalidades”.
Es evidente que la GLSE, pese a que es una Obediencia mixta, y en parte laica, se enraíza en la corriente de los “Antiguos” y no de las Constituciones de 1717 de Desaguliers, donde para nada aparece la figura ni de la biblia ni el GADU, va ser luego el propio y oportunista Anderson quien dará un cambio, quien de contrabando incidirá en meter de rondón la corriente de los “Antiguos” con la introducción de toda una suerte de elementos en la logia ajenos a la tradición masónica de la Gran Logia de Londres, pero que por otro lado todo ello es absorbido por el REAA, y las Obediencias que en el se sitúan de una forma u otra en ese “centrismo” que vengo describiendo.
Pero es más, para llegar a la conclusión de que estoy hablando de calificar a la GLSE como una Obediencia espiritualista, debemos también examinar la bibliografía que se usa, o se referencia en la Obediencia , no tanto en la página web que es un recopilatorio que fue más extenso y hoy se ha recortado dejando a los afines, por ello prefiero ir a los manejos bibliográficos que marcan el estilo, y es ahí donde encontramos con cierto predicamento bibliografía de apoyo, como citas en cantidad de defensores del espiritualismo como Guenón, Jean Tourniac (masonería cristiana) o al esotérico Oswald Whirt, todo este compendio filosófico y esotérico también lo encontramos de forma muy marcada en el libro que fue cabecera de la propia obediencia como es el Diccionario Masónico de Juan Carlos Daza, al que ya dedique algún que otro trabajo de análisis, dicho autor al que conocíi y tuve de 2º Vigilante pasa de contrabando muchas cuestiones como masónicas las cuales pertenecen a otros cuerpos y escuelas filosóficas.
Está claro que hay evoluciones, y todo ese mensaje de espiritualidad ya no está tan presente en los escritos de otros Grandes Maestres como Ascensión Tejerina, o en los trabajos o alocuciones de Jordi Farrerons, y se observa que hay un cierto alejamiento del tema, y se tiene cuidado en no situarse en esos planos “espiritualistas” , pero aún así, están presentes en otros ámbitos conceptuales como el tema del famoso método iniciático, o la singular defensa de la laicidad incluyente que se hace desde la Obediencia lo cual evidentemente encaja en el edificio filosófico que construye la propia GLSE, de lo que por ejemplo se desmarca el GODF. Hay que tener en cuenta que los dos puntos referenciales que se utilizan para la división y clasificación que hago manejo dos , en un extremo la GLUI y en el otro el GODF.
En toda esta opinión o aseveración que realizo en mi clasificación, también tienen cabida las codificaciones rituales y los catecismos que se manejan , así encontramos en la Instrucción de 1º Grado de la GLSE , lo siguiente: Qué habéis visto al recibir la luz? Al Altar sobre el que he prestado mi juramento, con las Tres Grandes Luces de la Masonería. El Libro de la Ley Sagrada, el Compás y la Escuadra. El Delta Luminoso, el Sol, la Luna y el Maestro de Logia. Qué representa el Delta Luminoso: El Gran Arquitecto del Universo.
Eso sí en la página web de la propia Obediencia que hoy se expone, se nos dice que se tiene por divisa: Libertad, Igualdad, Fraternidad. Cada Francmasón interpretará la invocación al Gran Arquitecto del Universo según le dicte su conciencia con el mayor respeto hacia las diferentes interpretaciones y hacia los Hermanos que las sustentan.
Si tomamos lo que en septiembre de 1929 decía la Gran Logia Unida de Inglaterra (GLUI) sobre las reglas definitivas de “regularidad” nos indica -. Que la creencia en el GADU y su voluntad revelada es una condición esencial de la admisión de los miembros y que todos los iniciados deberán prestar la obligación sobre el Libro de la Ley Sagrada.
Por tanto podemos decir que la GLSE en algunos puntos está más cerca de la “regularidad” que de la posible calificación de una masonería laica en la cual es difícilmente sería encajable, salvo que ensanchemos el cajón.
Hay otros elementos de análisis como son los propios Rituales que se manejan en el caso de la GLSE es el REAA de forma mayoritaria, en los que encontramos una presencia de una llama encendida la Estrella Eterna” (al pie del altar), que a mi siempre me ha parecido muy semejante a la luz de los sagrarios católicos, y que no está en la tradición “moderna” de la masonería; Es más cuando se abren los trabajos en el “Ritual de los Antiguos” aparece el trilema de Sabiduría, Fuerza y Belleza y luego el VM ordena al Hermano Experto abrir el Libro de la Ley Sagrada y encender las Tres grandes Luces., y pese a que el escrito de Sati y del Supremo Consejo se nos expresa que la figura del GADU es un contrato o factura pro forma, en el Ritual de REAA tras formar los Hermanos Experto y Maestro de ceremonias la escuadra por encima del Altar de los Juramentos, se abran los trabajos a la Gloria del GADU, e igual sucede en el Cierre de los Trabajos, y es más cuando se está en el proceso de la Iniciación y se alecciona al Recipiendario el Orador dice: La francmasonería proclama, como ha proclamado desde sus orígenes la existencia de un Principio Creador bajo el nombre del GADU, y ello va a estar presente en todo el desarrollo de la ceremonia, hasta la CONSAGRACION del Neófito.
El hecho de dedicar y entender que la logia está dedicada a San Juan, con todo el desarrollo que luego ello conlleva de ceremonial y lecturas ya nos indica bastante en que onda cada uno se sitúa. Qué luego hay logias de la GLSE que hagan otras cosas o entiendan que el trabajo ritual va por otro lado. eso otra cosa.
Y ya no hablo de sacar planchas que todos hemos ido coleccionando, las cuales marcan la realidad de una Obediencia, pero la realidad de estudio no es la que puntualmente me aporta el Supremo Consejo que no hace nada más que darle la vuelta al concepto otaliano “del logaritmo abierto que cada uno debe ir cerrando” como digo, tal proposición está muy presente en la literatura otaliana, y no es que sea difícil de entender, muy al contrario es muy fácil, si se dan las claves para ello, lo que es difícil es si se juega al trileo filosofal y conceptual y dar de entender es que se nos diga que la GLSE no es espiritualista, sino todo los contrario, y que no quiere pasar por determinados encasillamientos y luego a luz del entendimiento resulta que hay “marcas” que están indicando que el mensaje es otro.. eso sí muy alambicado en esa construcción personal, donde no parece haber ni frontera ni límite, y en todo caso se plantea siempre una convivencia con las grandes religiones etc.
Todo esto es una cuestión muy de estudio y gabinete, pero a ello también podemos añadir una cuestión más pragmática, como es la idea que hay entre los masones de una y otra Obediencia sobre el resto de Obediencias y sus trabajos, y del mismo modo que al GODF se nos califica por nuestro propio quehacer como una masonería social, republicana y hasta política, pues con respecto el resto pasa lo mismo, y la a GLSE se le sitúa en ese campo de lo mítico-esotérico, para bien o para mal, yo no indico que las calificaciones o clasificaciones sean malas o buenas, simplemente a la luz de mis modestas interpretaciones encajo de una u otra manera las distintas formas de entender y desarrollar el trabajo masónico.
Como vemos o ya no es cuestión de una simple calificación personal y un tanto arbitraria en cuanto a que la GLSE respira por los poros del espiritualismo; creo y a juicio de las herramientas que utilizo que es el resultado de una conjunción de temas y proposiciones que conforman todo un edificio estructural que da sujeción, al menos a mi juicio, a que se pueda considerar a la GLSE como una Obediencia espiritualista, sin que ello sea denigratorio o maligno.
Por tanto no se trata de convencer o convencernos, ya que sé de antemano que las posiciones no son tan cerradas, y que existen puntos de encuentro, pero denoto que hay una cierta susceptibilidad a utilizar los palabros “espiritual, espiritualidad” de una y otra parte, y reconocerlos como tal, sin prejuicios y ello facilitaría las cuestiones de entendimiento.
Es más si yo fuese miembro de la GLSE, diría bien alto somos “Espiritualistas” (entendiendo esto desde la concepción ecuménica de Desaguliers de la Religión Natural, que por otra parte tan bien expone Patrick Negrier) pero sin ambages ni prejuicios y sin efectuar circunloquios que dan a entender, en ocasiones, que se desea pasar de contrabando determinadas cuestiones que a veces se digieren mal por los profanos, y se entienden peor en la clave masónica, por tanto no daría tantas vueltas para llegar al COntrato pro forma, sino a explicara adecuadamente el tema de la Religión Natural, no la de Andserson que hacía trampas, sino la que expone Desaguliers, o la Royal Society.
He dicho, en la medida que he podido y mis entendederas me permiten.
Víctor Guerra
El sentido del símbolo del Gran Arquitecto del Universo es en el REAA que practica la GLSE un concepto pro forma, es decir un concepto incoado pero no concluso, en el que se dejan abiertas posibilidades que han de ser cerradas por cada iniciado. En este sentido la Gran Logia Simbólica Española es una Obediencia que está abierta a los espiritualistas, y a las personas que profesan una fe determinada, pero está igual de abierta a los hombres y mujeres que hacen una opción agnóstica o atea, arraigada en una ética estrictamente humanista. Exige de unos y otros una fraternidad co-implicante con el Otro”.
Un concepto pro forma, análogamente a un contrato pro forma, es un concepto, abierto, incompleto, definido funcionalmente pero pendiente de concretar definitivamente y/o a la que le falta algún dato y que sin embargo goza de validez en aquella parte que se ha convenido a la espera de la opción con la que cada uno "cierre" el concepto, provisional o definitivamente.
La clave de bóveda del sentido que adquiere el simbolismo del Gran Arquitecto del >universo y todos y los símbolos del ritual masónico en la GLSE es la vocación filosófica -más aún, filosofista- de nuestra tradición. Filosófica en una sentido no académico sino socrático y existencial.
La GLSE no es ni una iglesia secreta, gnóstica o neoplatónica, ni tampoco una liga laicista, un ateneo librepensador o un club republicano, aunque puede haber hermanos y hermanas que interpreten su compromiso masónico en esos términos. La GLSE es una tradición iniciática, en la que iniciático no tiene ningún significado mágico sino que responde a un entendimiento filosófico y existencial, una iniciación que invita a cada masón a hacerse cargo de sí mismo de aquella manera que él o ella entiende que mejor corresponde a su propia originalidad. A partir de esa posición la masonería conecta y relaciona en el seno de las logias de la GLSE a personas de muy diferentes horizontes ideológicos, políticos o biográficos permitiendo que la logia sea, en efecto, el centro de la unión de aquello que está disperso.
¿Es tan difícil de entender esta posición?
Con relación al tema de la espiritualidad en masonería, creo que hay bastante prejuicio, yo lo tengo y lo reconozco, primero porque que me situó en el ateísmo doctrinal y luego porque trabajo en RF, que a vista de lo que ya dice mi amigo y referente Javier Otaola, ello quiere decir que estoy en una Obediencia que ha delimitado tales cuestiones de forma muy clara, llegando incluso a la construcción del discurso coherente con esa posición, para ello hay que decir que es evidente que el Rito Francés se enraiza en la esencia de los “Modernos” y no en la corriente de los "Antiguos" los cuales beben de otras fuentes y asumen otros planteamientos, como bien explica Javier Otalola, en algunos de sus libros.
Pero no por ello dejo de entender la proposición abierta que hace Desaguliers del GADU, abierta y ecuménica, la cual desarrolla a partir de la Religión Natural como punto de encuentro, o al menos debiéramos entenderlo así, y de este modo podríamos encontrarnos los creyentes, los agnósticos y los ateos doctrinales; pero como digo, estoy en la corriente que ha rechazado de entrada ese debate, ya que es una cuestión superada a partir de 1877 , y curiosamente fueron los evangélicos del GODF quienes impulsaron el “aparcamiento” del GADU en los trabajos masónicos, y por tanto desapareció, o se le arrinconó de nuestros trabajos y rituales.
Hay que apuntar que todo ese desarrollo que se hace del GADU no estaba tan presente en el RF, ni en las Constituciones de 1723 y por tanto tampoco está en el aparato conceptual que lo sustentaba en cuanto a una espiritualidad, o las creencias espirituales…etc. En ese sentido recomiendo pasarse por el Blog Rito Francés donde se han expuesto trabajos sobre el positivismo y los Rituales en el GODF, o la cuestión del GADU y los fuertes debates que hubo.
Lo cual a vista de hoy no deja de haber cuestiones paradójicas, el GODF planteó en su tiempo una enconada lucha interna por dignificar las ceremonias al rango de personas y ciudadanos y lo logró; Obediencias que hoy se dicen liberales y adogmaticas, siguen tratando al recipiendario como aun siervo de la gleba al que luego se dignifica por medio de la Iniciación... Piensen en ello...
Observo, a su vez que hay prejuicios también desde la otra parte, ya que se juega con las palabras y los conceptos, llegando a presentarlos como una rebaja en la carga de identidad que se nos expone como un “contrato pro forma” que más bien un querer no llamar a las cosas por su nombre y entender los conceptos en su raíz, sin devaluaciones, ni simplificaciones.
A este respecto intereso a los lectores sobre tal temática, la cual refleja muy bien Marc Malevy (Philosophie Maçonnique) cuando expone dos elementos como el GADU y la Biblia como figuras centrales de la masonería, y recuerda que no se debe caer en cretinismos para moverse en campos semánticamente y conceptualmente “neutros” de “somos pero no somos” o en ciertas ambigüedades un tanto vergonzantes. Entiendo que el Hermano Marc, resulte duro y hasta muy cruel mirando las cosas bajo su espejo, pero como dicen en la aldea “lo blanco, blanco es”, y no valen espejitos…en ese sentido tanto el GODF como la mal llamada “regularidad” son coherentes con sus posiciones, al menos en este aspecto.
Pero vayamos al porqué de esa consideración de calificar de espiritualista a la GLSE que hago en mis escritos.
Aparte de que creo que hay otras muchas Obediencias que situan en esa ambigüedad semántica y conceptual de adelgazar la GADU para poder fajarlo en sus trabajos presentándolo como un contrato abierto que cada uno lo amaña a su forma de entender a través de mecanismos como son su experiencia iniciática y masónica, logrando mediante ese libre albedrío darle la forma y esencia que le conviene a cada cual con independencia de si ello encaja en el edificio en el que nos movemos… Para llegar a la afirmación que he hecho , hay de por medio otros considerandos, por ejemplo tenemos como parámetro de referencia para esa incardinación o imputación el manejo ritual, que en el caso de la GLSE es el REAA, como en otras tantas obediencias, y no por ello se pueden considerar espiritualistas, que es lo que le hace diferente entonces..?
Por tanto analicemos como entiende el REAA la GLSE, y para tal cuestión hay que ir a los escritos de uno de sus referentes más interesantes: Javier Otaola, para mí uno de los escasos los masones de referencia que existen en España y con le cual siempre estoy en amigable controversia. En su libro La Masonería Hoy, auténtica expresión, por repetida, del pensamiento que embarga a la GLSE, y en cuyo libro aparte de las palabras: espiritual y espiritualidad, que salpican el texto cada dos por tres, eso sí algunas de ellas bajo matizaciones, pues encontramos en dicho libro los ejes sobre los que pivota la Obediencia, es evidente de que Javier no es la GLSE, pero algo debe significar cuando dice “en mi logia Manuel Iradier entendemos..” por ello sigo esa corriente de opinión porque es la que tengo para examinar a la luz de escritos que son clarificadores, y no las ambigüedades de las paginas de presentación Obedenciales…; nos expone el propio Otaola: La masonería es, puede decirse , el Yoga de Occidente, salvo en el Rito Francés moderno, solo practicado por el GODF y el GOB [ aunque hoy existen algunas logias de su Obediencia que practican el RF] en todos los demás ritos masculinos o mixtos, los trabajos de las logias se abren a la GADU, al símbolo espiritual por antonomasia de la masonería, el triángulo con el ojo en su interior, el símbolo de la consciencia del Universo que cada masón puede completar o identificar con su propia confesión o con ninguna.
Bien si eso no fuese ya de por sí contundente, podemos sumar el desarrollo que dicho autor (Presidente de la Logia de Investigación Teorema de la GLSE), hace cuando describe la “G “(GNOSIS) en sus trabajos la relaciona “con el Dios desconocido de los atenienses, el Dios de Jacob, de Israel, el Dios estético, el Dios de las Iglesias, el Gran Relojero..” y no relaciona la “G” como principio geométrico, o del Genio, de la Gravitación, o de la Generación como hacen otras Obediencias, y autores que marcan la frontera de exegesis de forma muy clara y rotunda aún cuando se se hace partiendo de posiciones ecuménicas como la Religión Natural, que pregona Desaguliers, y no olvido y sé que hay otra perspectiva más abierta y ecuménica que plantea el propio Javier Otaola, pero en esta ocasión quiero subrayarle estas cuestiones porque son las que formalmente encuadran a su Obediencia, al menos él la enmarca de este modo; aunque comprendo el reduccionismo al que le someto, y al que también se me somete a mi mismo.
Cuando se define el REAA y el escocismo, desde la GLSE, Otaola nos indica que este recoge toda la “tradición de los misterios antiguos y las tradiciones esotéricas” y sitúa el quehacer de su logia en el ritual del REAA , que se ha constituido para : “Trabajar en el REAA, bajo la advocación del GADU y ante la presencia de las tres luces que son el Volumen de la Ley (la Biblia o cualquiera de los tres grandes libros de las tradiciones espirituales de la humanidad. I Ching, Tao-te King; Baghavad Ghita) la Escuadra y el Compás”.
Es evidente que no soy yo quien plantea el marco conceptual de trabajo de nadie , y en este caso es el propio Javier Otaoa, el que nos define que la cualidad tomada en cuenta para aceptar a sus adeptos en su logia es que haya “Equilibrio entre Razón y Espiritualidad” y remacha diciendo que “la iniciación masónica tiene un sentido “religioso”, eso sí desde una perspectiva abierta y ecuménica con las confesionalidades”.
Es evidente que la GLSE, pese a que es una Obediencia mixta, y en parte laica, se enraíza en la corriente de los “Antiguos” y no de las Constituciones de 1717 de Desaguliers, donde para nada aparece la figura ni de la biblia ni el GADU, va ser luego el propio y oportunista Anderson quien dará un cambio, quien de contrabando incidirá en meter de rondón la corriente de los “Antiguos” con la introducción de toda una suerte de elementos en la logia ajenos a la tradición masónica de la Gran Logia de Londres, pero que por otro lado todo ello es absorbido por el REAA, y las Obediencias que en el se sitúan de una forma u otra en ese “centrismo” que vengo describiendo.
Pero es más, para llegar a la conclusión de que estoy hablando de calificar a la GLSE como una Obediencia espiritualista, debemos también examinar la bibliografía que se usa, o se referencia en la Obediencia , no tanto en la página web que es un recopilatorio que fue más extenso y hoy se ha recortado dejando a los afines, por ello prefiero ir a los manejos bibliográficos que marcan el estilo, y es ahí donde encontramos con cierto predicamento bibliografía de apoyo, como citas en cantidad de defensores del espiritualismo como Guenón, Jean Tourniac (masonería cristiana) o al esotérico Oswald Whirt, todo este compendio filosófico y esotérico también lo encontramos de forma muy marcada en el libro que fue cabecera de la propia obediencia como es el Diccionario Masónico de Juan Carlos Daza, al que ya dedique algún que otro trabajo de análisis, dicho autor al que conocíi y tuve de 2º Vigilante pasa de contrabando muchas cuestiones como masónicas las cuales pertenecen a otros cuerpos y escuelas filosóficas.
Está claro que hay evoluciones, y todo ese mensaje de espiritualidad ya no está tan presente en los escritos de otros Grandes Maestres como Ascensión Tejerina, o en los trabajos o alocuciones de Jordi Farrerons, y se observa que hay un cierto alejamiento del tema, y se tiene cuidado en no situarse en esos planos “espiritualistas” , pero aún así, están presentes en otros ámbitos conceptuales como el tema del famoso método iniciático, o la singular defensa de la laicidad incluyente que se hace desde la Obediencia lo cual evidentemente encaja en el edificio filosófico que construye la propia GLSE, de lo que por ejemplo se desmarca el GODF. Hay que tener en cuenta que los dos puntos referenciales que se utilizan para la división y clasificación que hago manejo dos , en un extremo la GLUI y en el otro el GODF.
En toda esta opinión o aseveración que realizo en mi clasificación, también tienen cabida las codificaciones rituales y los catecismos que se manejan , así encontramos en la Instrucción de 1º Grado de la GLSE , lo siguiente: Qué habéis visto al recibir la luz? Al Altar sobre el que he prestado mi juramento, con las Tres Grandes Luces de la Masonería. El Libro de la Ley Sagrada, el Compás y la Escuadra. El Delta Luminoso, el Sol, la Luna y el Maestro de Logia. Qué representa el Delta Luminoso: El Gran Arquitecto del Universo.
Eso sí en la página web de la propia Obediencia que hoy se expone, se nos dice que se tiene por divisa: Libertad, Igualdad, Fraternidad. Cada Francmasón interpretará la invocación al Gran Arquitecto del Universo según le dicte su conciencia con el mayor respeto hacia las diferentes interpretaciones y hacia los Hermanos que las sustentan.
Si tomamos lo que en septiembre de 1929 decía la Gran Logia Unida de Inglaterra (GLUI) sobre las reglas definitivas de “regularidad” nos indica -. Que la creencia en el GADU y su voluntad revelada es una condición esencial de la admisión de los miembros y que todos los iniciados deberán prestar la obligación sobre el Libro de la Ley Sagrada.
Por tanto podemos decir que la GLSE en algunos puntos está más cerca de la “regularidad” que de la posible calificación de una masonería laica en la cual es difícilmente sería encajable, salvo que ensanchemos el cajón.
Hay otros elementos de análisis como son los propios Rituales que se manejan en el caso de la GLSE es el REAA de forma mayoritaria, en los que encontramos una presencia de una llama encendida la Estrella Eterna” (al pie del altar), que a mi siempre me ha parecido muy semejante a la luz de los sagrarios católicos, y que no está en la tradición “moderna” de la masonería; Es más cuando se abren los trabajos en el “Ritual de los Antiguos” aparece el trilema de Sabiduría, Fuerza y Belleza y luego el VM ordena al Hermano Experto abrir el Libro de la Ley Sagrada y encender las Tres grandes Luces., y pese a que el escrito de Sati y del Supremo Consejo se nos expresa que la figura del GADU es un contrato o factura pro forma, en el Ritual de REAA tras formar los Hermanos Experto y Maestro de ceremonias la escuadra por encima del Altar de los Juramentos, se abran los trabajos a la Gloria del GADU, e igual sucede en el Cierre de los Trabajos, y es más cuando se está en el proceso de la Iniciación y se alecciona al Recipiendario el Orador dice: La francmasonería proclama, como ha proclamado desde sus orígenes la existencia de un Principio Creador bajo el nombre del GADU, y ello va a estar presente en todo el desarrollo de la ceremonia, hasta la CONSAGRACION del Neófito.
El hecho de dedicar y entender que la logia está dedicada a San Juan, con todo el desarrollo que luego ello conlleva de ceremonial y lecturas ya nos indica bastante en que onda cada uno se sitúa. Qué luego hay logias de la GLSE que hagan otras cosas o entiendan que el trabajo ritual va por otro lado. eso otra cosa.
Y ya no hablo de sacar planchas que todos hemos ido coleccionando, las cuales marcan la realidad de una Obediencia, pero la realidad de estudio no es la que puntualmente me aporta el Supremo Consejo que no hace nada más que darle la vuelta al concepto otaliano “del logaritmo abierto que cada uno debe ir cerrando” como digo, tal proposición está muy presente en la literatura otaliana, y no es que sea difícil de entender, muy al contrario es muy fácil, si se dan las claves para ello, lo que es difícil es si se juega al trileo filosofal y conceptual y dar de entender es que se nos diga que la GLSE no es espiritualista, sino todo los contrario, y que no quiere pasar por determinados encasillamientos y luego a luz del entendimiento resulta que hay “marcas” que están indicando que el mensaje es otro.. eso sí muy alambicado en esa construcción personal, donde no parece haber ni frontera ni límite, y en todo caso se plantea siempre una convivencia con las grandes religiones etc.
Todo esto es una cuestión muy de estudio y gabinete, pero a ello también podemos añadir una cuestión más pragmática, como es la idea que hay entre los masones de una y otra Obediencia sobre el resto de Obediencias y sus trabajos, y del mismo modo que al GODF se nos califica por nuestro propio quehacer como una masonería social, republicana y hasta política, pues con respecto el resto pasa lo mismo, y la a GLSE se le sitúa en ese campo de lo mítico-esotérico, para bien o para mal, yo no indico que las calificaciones o clasificaciones sean malas o buenas, simplemente a la luz de mis modestas interpretaciones encajo de una u otra manera las distintas formas de entender y desarrollar el trabajo masónico.
Como vemos o ya no es cuestión de una simple calificación personal y un tanto arbitraria en cuanto a que la GLSE respira por los poros del espiritualismo; creo y a juicio de las herramientas que utilizo que es el resultado de una conjunción de temas y proposiciones que conforman todo un edificio estructural que da sujeción, al menos a mi juicio, a que se pueda considerar a la GLSE como una Obediencia espiritualista, sin que ello sea denigratorio o maligno.
Por tanto no se trata de convencer o convencernos, ya que sé de antemano que las posiciones no son tan cerradas, y que existen puntos de encuentro, pero denoto que hay una cierta susceptibilidad a utilizar los palabros “espiritual, espiritualidad” de una y otra parte, y reconocerlos como tal, sin prejuicios y ello facilitaría las cuestiones de entendimiento.
Es más si yo fuese miembro de la GLSE, diría bien alto somos “Espiritualistas” (entendiendo esto desde la concepción ecuménica de Desaguliers de la Religión Natural, que por otra parte tan bien expone Patrick Negrier) pero sin ambages ni prejuicios y sin efectuar circunloquios que dan a entender, en ocasiones, que se desea pasar de contrabando determinadas cuestiones que a veces se digieren mal por los profanos, y se entienden peor en la clave masónica, por tanto no daría tantas vueltas para llegar al COntrato pro forma, sino a explicara adecuadamente el tema de la Religión Natural, no la de Andserson que hacía trampas, sino la que expone Desaguliers, o la Royal Society.
He dicho, en la medida que he podido y mis entendederas me permiten.
Víctor Guerra
MM:. RF del GODF
Director MASONERIA SIGLO XXI