Otros hermanos, que ya hace mucho tiempo poseen antecedentes de consideración sobre la situación y problemáticas de la masonería en Cuba, parece que se han cansado de luchar por Cuba como hasta hace unos meses atrás lo hacían. Y han cambiado su limpia y honrada trayectoria de resistencia cívica, en defensa de nuestra masonería y de los derechos humanos, para ayudar a una nueva estrategia. Que pretende pasar por encima del prestigio de los masones probos y combativos del exilio cubano. Para tratar de callarlos, y enmudecer para siempre la única voz que demanda, condena y defiende a la masonería cubana, y a los que luchan por los derechos humanos.
Al parecer hay otros hermanos que han entendido las propagandas de los discursos preparados que se pronuncian acordes a las pretensiones de algunos funcionarios de La Gran Logia, para que se entiendan como si estuvieran haciendo un llamado de buena fe que terminaría con el roce de la masonería del exilio con La Gran Logia de Cuba.
Los hermanos que crean en estas falsedades, a los cuales demás está decirles y repetirles, que siempre estaré a vuestro lado, suceda lo que suceda. Y cuésteme lo que me cueste. Y siento mucho decirles que están totalmente equivocados, porque el exilio cubano de hoy en nada se parece a ninguna de las anteriores épocas problemáticas, cuando los hombres masones tenían que decidir sus posiciones cívicas, patrióticas, liberales, democráticas y fraternales frente a gobiernos que no se ajustaban al cumplimiento de la constitución de la República, y eran ayudados cívica e intelectualmente desde Cuba por masones dignos y otros cubanos patriotas.
Ni siquiera puede compararse el exilio cubano de hoy, de esta época presente, al exilio cubano que había en Estados Unidos durante las guerras en cuba de 1868-1898. El exilio cubano de hoy ha sufrido mucho más, y lo han atacado más. Igual que al exilio masónico. Cuando nuestro hermano y apóstol, José Julián Martí y Pérez, se propuso hacer la campaña de unidad entre los cubanos patriotas exilados en Estados Unidos, principalmente en Tampa y Cayo Hueso, para puntualizar el apoyo al levantamiento en armas del 24 de febrero de 1895, encontró muy poca oposición a pesar de algunas diferencias políticas, que existían entre algunos cubanos. Porque ya nuestro apóstol Martí había sembrado las semillas del amor entre sus compatriotas y sus hermanos. Y además porque aquellos hombres estaban firmes y convencidos de sus propósitos. José Martí unió al exilio cubano, porque jamás antes lo dividió, ni lo delató, ni lo traicionó, ni se pronunció nunca contra los hombres que luchaban por la libertad de Cuba. Martí unió al exilio cubano porque jamás dijo una injuria contra él, y fue tan grande el amor que sentía por la causa de la libertad y de la independencia de Cuba, que aun a los que suponía sus enemigos, tampoco los injuriaba, sólo los veía como hombres equivocados y respetaba todos los criterios y la libre expresión del pensamiento en las palabras de sus compatriotas y hermanos.
Nunca Martí hizo alianzas confidenciales con el gobierno español para tratar de controlar el movimiento independentista cubano en el exilio, porque él sabía que eso sería traición.
El exilio de masones cubanos de hoy ha sido injuriado, acusado, penetrado, discriminado, y las logias fueron declaradas espurias por boca de Grandes Maestros desde Cuba. Y al mismo tiempo, los masones disidentes y opositores al sistema de gobierno de Cuba, han sido traicionados por Grandes Maestros, funcionarios y personal administrativo de la Gran Logia de Cuba, por considerar que perjudican sus intereses personales y no a la masonería, como tratan de justificar, escudándose detrás de los antiguos límites para que sus relaciones y cooperación al gobierno de Cuba, se mantengan favorablemente a su política.
Desde 1959 el Departamento de Seguridad del Estado (DSE) (Policía Política), por diferentes motivos, siempre se ha penetrado en el edificio de La Gran Logia. Según ellos por la posición estratégica en que está situado el edificio en la capital, por su cercanía a la Plaza Cívica José Martí (Hoy plaza de la Revolución), y para apostar tropas militares en la azotea y en el sótano del edificio. Yo fui repudiado y criticado por masones y profanos que vestían uniforme verde olivo de las milicias por oponerme a tales medidas del gobierno.
En 1962, en la Gran Tesorería del piso 11 de La Gran Logia, varios altos oficiales de la DSE se reunieron con funcionarios de La Gran Logia para determinar la situación de siete empleados de La Gran Logia, que por mas de veinticuatro horas (24) habían permanecido en la Gran Tesorería, porque inmediatamente después de la detención del Gran Maestro Jorge Luis Cuervo Calvo, fueron amenazados por empleados masones de La Gran Logia que vestían uniforme de las milicias del gobierno, y los acusaban de probables implicados en el caso del Gran Maestro. Dicha reunión tuvo su lógica porque había que salvar la situación de siete hermanos masones, más la desesperación de sus familiares, y todo se resolvió favorablemente. La versión era falsa, y lo demás miedo y terror.
¿Dónde estaban los que ahora dicen defender a la Gran Logia?
La mayoría de los masones en Cuba nunca pudimos imaginar, al transcurrir el tiempo, que hubiera algunos Grandes Maestros que permitieran usar su despacho en el piso Once de La Gran Logia de Cuba para que los agentes de la Seguridad Del Estado citaran a los masones opositores pacíficos que no siguen la política del gobierno de Cuba, para interrogarlos, amenazarlos, injuriarlos y humillarlos en presencia de los propios Grandes Maestros. Y ninguno jamás ha dicho ni una sola palabra de rechazo a las injurias y amenazas que la DSE le hace a los masones. ¿Quiénes tienen mas culpa? ¿Los que proponen usar el despacho del Gran Maestro para esos fines, o los que lo permiten?
Al parecer hay otros hermanos que han entendido las propagandas de los discursos preparados que se pronuncian acordes a las pretensiones de algunos funcionarios de La Gran Logia, para que se entiendan como si estuvieran haciendo un llamado de buena fe que terminaría con el roce de la masonería del exilio con La Gran Logia de Cuba.
Los hermanos que crean en estas falsedades, a los cuales demás está decirles y repetirles, que siempre estaré a vuestro lado, suceda lo que suceda. Y cuésteme lo que me cueste. Y siento mucho decirles que están totalmente equivocados, porque el exilio cubano de hoy en nada se parece a ninguna de las anteriores épocas problemáticas, cuando los hombres masones tenían que decidir sus posiciones cívicas, patrióticas, liberales, democráticas y fraternales frente a gobiernos que no se ajustaban al cumplimiento de la constitución de la República, y eran ayudados cívica e intelectualmente desde Cuba por masones dignos y otros cubanos patriotas.
Ni siquiera puede compararse el exilio cubano de hoy, de esta época presente, al exilio cubano que había en Estados Unidos durante las guerras en cuba de 1868-1898. El exilio cubano de hoy ha sufrido mucho más, y lo han atacado más. Igual que al exilio masónico. Cuando nuestro hermano y apóstol, José Julián Martí y Pérez, se propuso hacer la campaña de unidad entre los cubanos patriotas exilados en Estados Unidos, principalmente en Tampa y Cayo Hueso, para puntualizar el apoyo al levantamiento en armas del 24 de febrero de 1895, encontró muy poca oposición a pesar de algunas diferencias políticas, que existían entre algunos cubanos. Porque ya nuestro apóstol Martí había sembrado las semillas del amor entre sus compatriotas y sus hermanos. Y además porque aquellos hombres estaban firmes y convencidos de sus propósitos. José Martí unió al exilio cubano, porque jamás antes lo dividió, ni lo delató, ni lo traicionó, ni se pronunció nunca contra los hombres que luchaban por la libertad de Cuba. Martí unió al exilio cubano porque jamás dijo una injuria contra él, y fue tan grande el amor que sentía por la causa de la libertad y de la independencia de Cuba, que aun a los que suponía sus enemigos, tampoco los injuriaba, sólo los veía como hombres equivocados y respetaba todos los criterios y la libre expresión del pensamiento en las palabras de sus compatriotas y hermanos.
Nunca Martí hizo alianzas confidenciales con el gobierno español para tratar de controlar el movimiento independentista cubano en el exilio, porque él sabía que eso sería traición.
El exilio de masones cubanos de hoy ha sido injuriado, acusado, penetrado, discriminado, y las logias fueron declaradas espurias por boca de Grandes Maestros desde Cuba. Y al mismo tiempo, los masones disidentes y opositores al sistema de gobierno de Cuba, han sido traicionados por Grandes Maestros, funcionarios y personal administrativo de la Gran Logia de Cuba, por considerar que perjudican sus intereses personales y no a la masonería, como tratan de justificar, escudándose detrás de los antiguos límites para que sus relaciones y cooperación al gobierno de Cuba, se mantengan favorablemente a su política.
Desde 1959 el Departamento de Seguridad del Estado (DSE) (Policía Política), por diferentes motivos, siempre se ha penetrado en el edificio de La Gran Logia. Según ellos por la posición estratégica en que está situado el edificio en la capital, por su cercanía a la Plaza Cívica José Martí (Hoy plaza de la Revolución), y para apostar tropas militares en la azotea y en el sótano del edificio. Yo fui repudiado y criticado por masones y profanos que vestían uniforme verde olivo de las milicias por oponerme a tales medidas del gobierno.
En 1962, en la Gran Tesorería del piso 11 de La Gran Logia, varios altos oficiales de la DSE se reunieron con funcionarios de La Gran Logia para determinar la situación de siete empleados de La Gran Logia, que por mas de veinticuatro horas (24) habían permanecido en la Gran Tesorería, porque inmediatamente después de la detención del Gran Maestro Jorge Luis Cuervo Calvo, fueron amenazados por empleados masones de La Gran Logia que vestían uniforme de las milicias del gobierno, y los acusaban de probables implicados en el caso del Gran Maestro. Dicha reunión tuvo su lógica porque había que salvar la situación de siete hermanos masones, más la desesperación de sus familiares, y todo se resolvió favorablemente. La versión era falsa, y lo demás miedo y terror.
¿Dónde estaban los que ahora dicen defender a la Gran Logia?
La mayoría de los masones en Cuba nunca pudimos imaginar, al transcurrir el tiempo, que hubiera algunos Grandes Maestros que permitieran usar su despacho en el piso Once de La Gran Logia de Cuba para que los agentes de la Seguridad Del Estado citaran a los masones opositores pacíficos que no siguen la política del gobierno de Cuba, para interrogarlos, amenazarlos, injuriarlos y humillarlos en presencia de los propios Grandes Maestros. Y ninguno jamás ha dicho ni una sola palabra de rechazo a las injurias y amenazas que la DSE le hace a los masones. ¿Quiénes tienen mas culpa? ¿Los que proponen usar el despacho del Gran Maestro para esos fines, o los que lo permiten?
¿Cuál de los tantos masones y Logias de las que sus miembros fueron citados al piso 11 de La Gran Logia por la DSE, puede negar con honradez que estos casos son verídicos? Todos los hermanos que hemos pasado por estas humillaciones estamos vivos y en nuestro pleno juicio. Las logias son las mismas y siguen trabajando actualmente en Cuba, y muchas en el piso 5to. de La Gran Logia. Cerca está el día que tendrán que responder por sus actitudes, porque todos han actuado con pleno conocimiento de causa, por mantener intereses personales sin valorar quienes podían ser perjudicados. ¿Es igual esta manera de actuar de los que han dirigido y dirigen La Gran Logia de Cuba a la masonería del exilio cubano?
De 1991 a 1994 hubo grandes acontecimientos contra las ideas liberales y democráticas, de grupos de masones que tienen su forma de pensar políticamente y acordaron no propagar en logia abierta campaña política alguna que violara los antiguos límites de la masonería. Pero que en las actividades profanas podían participar todos los maestros masones que libremente desearan, y se fundó la Asociación Martiana Libertad, Igualdad y Fraternidad (AMLIF), que fue debidamente inscripta en el departamento jurídico del registro de asociaciones como Asociación Pacifica Independiente de La Gran Logia. Porque las palabras Libertad, Igualdad y Fraternidad fueron usadas por los masones que participaron en la Revolución Francesa, como el Gran Lafayette, pero ya dichas palabras existían en los diccionarios.
La Asociación AMLIF jamás se pronunció por la violencia ni por actividades subversivas ni clandestinas, porque se fundó en 1991, cuando ya los temas en materia política se estudiaban desde una óptica diferente, que nos obligaba y nos obliga a buscar mejores soluciones para el pueblo sin intentar contra ninguna figura política, sólo reclamar el respeto a los derechos humanos y a denunciar sus violaciones. Cuando los nombres de los que eran miembros y ejecutivos de AMLIF llegaron a las oficinas del Gran Maestro, entregados por DSE, comenzaron inmediatamente las propagandas de los oportunistas, de los Grandes Funcionarios contra los masones de AMLIF, diciendo entre otras cosas; que por culpa de AMLIF el gobierno de Cuba iba a proscribir a la masonería, para intimidar a los masones que desearan ingresar en AMLIF. No los voy a cansar con decenas de casos que se derivan de los anteriores, pero debo decirles que se inició causa penal contra un grupo de maestros masones, miembros y ejecutivos de AMLIF, y fue elevada a La Corte Suprema de Justicia Masónica de la Gran Logia de Cuba, pidiendo sanciones para esos hermanos por violación de los antiguos límites. Y aparte se comentaba el uso de las palabras Libertad, Igualdad y Fraternidad, para darle el nombre a la Asociación Martiana. Y s cuestionaba también uno de los requisitos específicos de la asociación, que era ser maestro masón, y esto se hizo supuestamente para garantizar la disciplina.
Todas las reuniones preliminares con la DSE y los Grandes Funcionarios para determinar las sanciones masónicas contra los maestros masones de AMLIF se realizaron dentro de las oficinas del Gran Maestro, que en aquel entonces era Raciel Martínez Andréu. La vista fue celebrada en la Corte Suprema de Justicia Masónica, en el piso 10mo. de La Gran Logia, y fue tan grande el número de masones que concurrieron a observar el juicio, que resultó pequeño el local de la Corte. El Juez acusador, delegado por el Gran Maestro fue el V:..,H:. Orlando González, Gran Secretario de la Gran Logia en esta ocasión Los hermanos encausados fueron sancionados a suspensión de sus derechos masónicos hasta por un año, no obstante, a la cívica y legal apología de sus defensores.
El V:.H:.Gerardo Prende Fundora, Magistrado de la Sala y del Corte Suprema de Justicia, que se encontraba presente, dio su voto en contra del Tribunal. El Gran Maestro había hablado con algunos hermanos, que tienen conocimiento de artes marciales, antes de celebrarse la vista, por si ocurría alguna alteración del orden. El juicio fue escandaloso dentro de la masonería nacional, y se extendió al mundo profano. Y llegó al conocimiento de todas las organizaciones y movimientos de la oposición cubana, porque AMLIF ganó renombre nacional y voló como pólvora encendida por todo el país. Y la pregunta que todos se hacían era: ¿Cómo pueden ocurrir esas cosas entre masones? Otros tenían el criterio que los dirigentes de la masonería se habían plegado al comunismo. Por boca de profanos, oímos decir, decenas de veces, que en esta época, refiriéndose a la época actual del gobierno de Cuba, que algunos sacerdotes estaban más decididos y concretos frente al comunismo, que los masones. ¿Y quiénes daban respuestas a tales opiniones y criterios, que han afectado la gloriosa historia de la masonería? Los que sabemos la verdad y la decimos.
El DSE (Policía política) del Gobierno de Cuba) que conoce muy bien como se manejan los intereses de la política interna de La Gran Logia en los últimos años, dividió el caso en dos partes para ganar tiempo.
Primero: Que el caso estallara dentro de la masonería con el apoyo de los Grandes Funcionarios, para dividir la masonería, inculcándoles el miedo de que por culpa de AMLIF cerrarían las actividades masónicas en Cuba. Y con ello poner de parte del gobierno y contra AMLIF a todos los masones que llevaban en esos momentos mas de quince, veinte y treinta años de militancia en la masonería. Que ya veían las logias como su segundo hogar, y pensaban que perderían el único sitio que les quedaba para seguir llevando sus actividades fraternales. Además, la mayoría de los viejos masones, directa o indirectamente, sus familiares estaban vinculados al gobierno de Cuba. Porque comúnmente el que no tenía varios hijos integrados al gobierno, tenía una hija, los nietos, o a las esposas de los hijos, o los esposos de las hijas.
Algunos no apoyaban AMLIF porque vivían acomodados a los intereses personales de sus familiares, y tenían miedo perjudicarlos, otros no querían vincularse por temor, pero reconocían los méritos de AMLIF, y la mayoría se dejaba influenciar por la propaganda que en contra del AMLIF hacían algunos funcionarios de La Gran Logia, Presidentes de Comisiones y masones aduladores de los Grandes Funcionarios, que aspiran a tener cargos en La Gran Logia. Y se fue creando un ambiente de desconfianza dentro de los hermanos masones que ocasionó serios problemas en muchas logias.
La segunda parte: Es cuando están creadas las intrigas y las desconfianzas en las logias y entre masones. Entonces el DSE, que como ya dijimos, conoce los antecedentes de la vida masónica, política y profana de los que aspiran a los cargos directivos de La Gran Logia, y estaban seguros de que ni uno daría la cara por ninguno de los hermanos caídos en desgracia por sus ideas políticas o su manera de pensar. Y convencidos de que no se atreverían a publicar ninguna denuncia de protesta contra el estado, por miedo a perder sus posiciones e intereses personales, se aumentaron las visitas de la Seguridad del Estado a La Gran Logia, la penetración en las logias, la persecución a los disidentes y opositores, al extremo que los hermanos Juan Hernández, Pascual Mordí, Emilio Mondelo (tres de los principales directivos del AMLIF) y sus respectivas familias, fueron despiadadamente golpeados por la DSE, y nadie, de La Gran Logia dijo absolutamente nada. El hermano Juan Hernández fue muerto en un accidente de tránsito en Miami en el mes de abril del presente año. ¡ Qué descanse en paz!.
La lucha de AMLIF fue y será siempre de principios, y no de enfrentamientos. Porque los masones somos parte integral del pueblo, y sentimos como pueblo. Y nuestros familiares; padres, madres, hijos y nietos sufren las mismas calamidades que sufren los demás ciudadanos. Y no debemos estar obligados a callar los que sentimos y a no buscar soluciones pacificas y positivas para todos. Cuando en Cuba falta el fluido eléctrico por 4, 5, 10, 12 y hasta 24 horas en cualquier vecindad, barrio o ciudad, a las familias de los masones y a los masones también les falta el fluido eléctrico. Cuando el agua potable se interrumpe por cualquier motivo durante un día o varios días, las familias de los masones también se quedan sin agua. Cuando en un hospital falta un medicamento, y hay un masón, o familiar de un masón ingresado, que necesita el medicamento, al masón o a su familiar, también les falta el medicamento. Cuando llevan a los niños, hembras y varones menores de edad, a hacer trabajos agrícolas en el plan Escuela al Campo, los hijos y nietos de los masones, están obligados a concurrir igual que los demás niños. Cuando tienen que hacer un allanamiento en el hogar de un masón, o detenerlo, citarlo o encarcelarlo, lo hacen exactamente igual que con cualquier otro ciudadano.
Los masones también poseen una libreta de control de alimentos como los demás ciudadanos. Con esta libreta sólo les permite comprar de 5 a 6 libras de arroz per cápita mensual. 3 onzas de aceite cada seis meses. 3 libras de azúcar blanca y 3 de azúcar parda per capita mensual. 3 onzas de café mezclado con chícharos cada ocho días. Un pan del tamaño de un melocotón per capita diario. Solo se venden 12 onzas de granos per capita cada treinta días, y de los que haya llegado a la bodega. Una cajetilla de cigarrillos aparte de la cuota cuesta cuatro pesos. Los tabacos del grueso de un lápiz cuestan un peso c/u. Mensualmente venden un jabón de baño o de lavar por persona. Esto es sólo en Ciudad Habana, porque hay otras provincias donde ofertan la mitad de todo lo anteriormente relacionado, y los masones viven a lo largo y ancho de toda la isla de Cuba.
¿Puede un masón, en Cuba, decir públicamente sus criterios e inquietudes sobre la política del gobierno sin que peligre su libertad? ¿Cuándo un Gran Maestro ha solicitado a los Tribunales de Justicia de la República un cambio de condena para masones, que solo por manifestar sus ideas o criterios políticos públicamente o en centros de trabajo, han cumplido privación de libertad? ¡ NUNCA! Si lo hubiera hecho alguno de los Grandes Maestros, hubiera quedado como una gestión humanitaria y no política.
En 1958, siendo Gran Maestro el Ilustre Hermano Carlos Piñeiro del Cueto, un empleado de La Gran Logia llamado José M. Collado, cuando cuidaba la puerta, fue detenido por un alto oficial de la policía y varios agentes mas, pues fue delatado por alguien de tener relaciones con grupos de jóvenes revolucionarios, y por haber mostrado a otra persona un arma corta, y fue conducido a la 5ta. Estación de policía de la calle Belascoaín y Nueva del Pilar. Era un sábado en la tarde, y los pocos empleados que estábamos en el edificio en ese momento, localizamos al Gran Maestro, y pocos minutos después se presentó en La Gran Logia, e inmediatamente comenzó a llamar por teléfono a otros funcionarios y amigos profanos, y no quedando conforme, caminó a pie, junto a otros hermanos, cinco cuadras hasta la estación, para interesarse por el AJEF y el empleado de La Gran Logia que estaba detenido. Y esa gestión tuvo efectos favorables para el hermano Collado.
Después de los sucesos ocurridos en Santiago de Cuba el 30 de noviembre de 1956, las logias juveniles Ajefistas, fue la preocupante que más aumentó la tensión de la masonería santiaguera, porque temían por la inseguridad de los jóvenes AJEF por los problemas de la política que vivía la nación. Hubo ocasiones en las que madres de ajefistas se oponían a que sus hijos asistieran a logias AJEF en horas de la noche. El peso de dicha problemática cayó sobre las logias masónicas, los asesores provinciales del ajefismo, los instructores de logias AJEF, en fin , en la masonería santiaguera. Los masones santiagueros, aun sabiendo que estaban frente a una dictadura, se reunían para buscar soluciones y salvar vidas, lo mis de AJEF, que de profanos y masones. Y para confirmar como se demuestran las actitudes de principios masónicos, en la mayoría de las soluciones siempre estuvo la presencia y el apoyo de hombres como Francisco Izquierdo, Comandante de la Policía Nacional de Santiago de Cuba, Grado 33 para la República de Cuba. Walfrido Lora, José R. Domínguez, David García. Estos tres últimos y otros masones más fueron considerados como mentores y guías de la juventud masónica de su época. Porque siempre han llevado una conducta intachable como ciudadanos y masones con sus familiares. Y de relaciones humanas que dieron prestigio a la juventud masónica.
Los oportunistas y los incapaces de imitar una posición valiente y digna; los que piensan que el valor de la institución está en las ventajas y provechos que puedan sacarles, cuando oyen hablar de estos casos de honradez y lealtad masónicas, se sonríen mostrando su inferioridad, y unos a otros se mienten y dicen que eso era en otras épocas. Las dictaduras siempre han sido dictaduras. Unas mas tolerantes y otras más severas y totalitarias, pero en cualquiera de las dos posiciones, siempre han existido hombres de sentimientos liberales humanistas, capaces, inteligentes y valientes, que se han impuesto a las duras voluntades de los tiranos. Por ello lo que es un riesgo hoy, también lo fue ayer, aun cuando algunas circunstancias hayan sido diferentes. Porque nunca han existido tiranos que les hayan brindado manzanas a los que no los aceptan. Por el contrario, cuando les han pedido agua, les ha dado vinagre.
Hay decenas de anécdotas más que podríamos recordar de actitudes y decisiones honradas y dignas. De grandes masones en épocas pasadas y del presente que diremos en otra oportunidad, pues creemos que las buenas costumbres, como la dignidad, no tienen épocas. Porque no es cuestión de estar viviendo en diferentes épocas, porque si las épocas hicieran cambiar totalmente los principios y la dignidad en todos los hombres, los pueblos de América, que casi todos fueron sometidos y explotados por una corona monárquica, que ya estaba corrompida, que influyó por siglos sobre los pueblos indefensos imponiéndoles hábitos y costumbres corruptos, todos hubiéramos heredado corrupción, y no se hubieran conocido hombres como Bolívar (1783-1830), Sucre (1795-1830), Petion (1770-1818), Céspedes (1819-1874), los Maceo, y muchos mas que nosotros conocemos. Y no existieran instituciones tradicionales y orgánicas de la moralidad como la masonería. Y en cuba no existieran hoy más de cien organizaciones de derechos humanos. Lo que ocurre es que surgen hombres con ambiciones desmedidas por el poder, los intereses creados, el oportunismo, el lucro, las apariencias y el exhibicionismo. Y a cambio de esas cosas hay hombres que pierden la dignidad, el prestigio, los principios, si es que en algún momento lo tuvieron, y se convierten en falsos profetas que tratan de manipular y contagiar con sus oratorias macabras y falsas a los desesperanzados, los débiles, los frustrados, incapaces, adaptados y sometidos. Los que frente a las duras verdades que presenta la vida para realizarse, se sienten impotentes, y prefieren beber de las aguas fáciles que caen de las lluvias turbias, antes que ir a beber a los manantiales puros y potables. Adonde sólo se puede llegar por el largo camino que van los masones que se sacrifican y tienen coraje. Por ellos la masonería cubana, tan afamada y reconocida en nuestro continente por su labor patriótica, social, cultural, educativa y fraternal a favor de Cuba y de la humanidad, hoy está al borde de caer en un fraude de principios si los masones del exilio cubano no tomamos en cuenta todo el acontecer masónico ocurrido en los últimos cuarenta y tres años en La Gran Logia, y hacemos la verdadera justicia sin tolerancias. Porque de hacer lo contrario dejaremos una mancha imborrable a las generaciones futuras. Porque todo lo que debió ser una tradición de honor, honradez, justicia y fraternidad, se convirtió en una lucha de oportunistas y vendidos por intereses personales y políticos.