Existe una historia, muy arraigada en Medio Oriente y Asia Central, sobre una sociedad secreta, tan antigua que se pierde en la noche de los Tiempos. Esta sociedad vela por el destino de la humanidad y han intervenido varias veces en el destino de la humanidad, para advertir de calamidades y cambiar el curso de los acontecimientos, introduciendo en la sociedad humana nuevas formas de pensamiento.
Gurdjieff decía que los miembros de la hermandad Sarmoung o Sarmán eran herederos de un conocimiento prediluviano, la sociedad conserva aún en la actualidad en diferentes monasterios diseminados en varios puntos de Asia Central. Son varias las escuelas Sufis que, aseguran que existe una jerarquía espiritual que es fuente perpetua de conocimientos, la mayoría aún no revelados a la humanidad, sino que son poco a poco expuestos.
De esta sociedad formó parte Zoroastro, quien, tras recibir la iluminación, la transmitió al mundo. De hecho, la palabra Sarmán aparece en la mayoría de los textos persas designando a quienes conservaron las enseñanzas de Zoroastro.
Resulta obvio que muchas escuelas Sufis tengan aún conexión directa con esta sociedad secreta. Se dice que se consideran descendientes de los Reyes Magos, que visitaron a Jesús, se dice que han desplazado sus monasterios en varias ocasiones, una de ellas en la conquista de Alejandro Magno en el año 320 A. C. inclusive se dice que aún están en varios monasterios para asegurar mejor su supervivencia y operatividad: su táctica que unos se ocultan, otros aparentemente se dejan absorber por el nuevo régimen político, un tercer grupo emigraba a las montañas y la mayoría aparentaban ser musulmanes devotos.
Gurdjieff sigue afanosamente la pista de esta Sociedad Secreta; luego de años de búsqueda lo llevan, con los ojos vendados, a un lugar al norte de Bukara o Bojara., y en este monasterio se le da un intenso aprendizaje. A este probable monasterio central de la Sociedad Sarmoung donde asistió Gurdjieff y probablemente sea a el mismo a donde asistió la Señora Helena Blavasky, situado en las montañas al sureste de Tashkent, hacia el oeste del Himalaya y del Karakorum, al norte del Hindu Kush, entre los Rios AMu Darya y Syr Darya, zona donde se tienen noticias de las primeras manifestaciones del Sufismo. A este lugar legendario donde se cree es la vía de acceso al centro espiritual secreto al que muchos llaman Shambalah. Muchos recordaran la película de corte Masónico “EL HOMBRE QUE QUERÍA SER REY” protagonizada por Sean Connery – y escrita por el Francmason Kipling. Donde dos aventureros Soldados ingleses, que son masones, encuentran un antiguo monasterio de masones, precisamente en el punto geográfico mencionado.
De todas maneras, la idea de un centro espiritual incorruptible, en medio de las montañas de Asia Central, y de difícil acceso, y donde tuvieron acceso todos los grandes iniciados, donde según se cuenta están representadas todas las corrientes esotéricas y religiosas, donde incluso se indica es de donde proviene el extraño personaje Melquisedec
Gurdjieff decía que los miembros de la hermandad Sarmoung o Sarmán eran herederos de un conocimiento prediluviano, la sociedad conserva aún en la actualidad en diferentes monasterios diseminados en varios puntos de Asia Central. Son varias las escuelas Sufis que, aseguran que existe una jerarquía espiritual que es fuente perpetua de conocimientos, la mayoría aún no revelados a la humanidad, sino que son poco a poco expuestos.
De esta sociedad formó parte Zoroastro, quien, tras recibir la iluminación, la transmitió al mundo. De hecho, la palabra Sarmán aparece en la mayoría de los textos persas designando a quienes conservaron las enseñanzas de Zoroastro.
Resulta obvio que muchas escuelas Sufis tengan aún conexión directa con esta sociedad secreta. Se dice que se consideran descendientes de los Reyes Magos, que visitaron a Jesús, se dice que han desplazado sus monasterios en varias ocasiones, una de ellas en la conquista de Alejandro Magno en el año 320 A. C. inclusive se dice que aún están en varios monasterios para asegurar mejor su supervivencia y operatividad: su táctica que unos se ocultan, otros aparentemente se dejan absorber por el nuevo régimen político, un tercer grupo emigraba a las montañas y la mayoría aparentaban ser musulmanes devotos.
Gurdjieff sigue afanosamente la pista de esta Sociedad Secreta; luego de años de búsqueda lo llevan, con los ojos vendados, a un lugar al norte de Bukara o Bojara., y en este monasterio se le da un intenso aprendizaje. A este probable monasterio central de la Sociedad Sarmoung donde asistió Gurdjieff y probablemente sea a el mismo a donde asistió la Señora Helena Blavasky, situado en las montañas al sureste de Tashkent, hacia el oeste del Himalaya y del Karakorum, al norte del Hindu Kush, entre los Rios AMu Darya y Syr Darya, zona donde se tienen noticias de las primeras manifestaciones del Sufismo. A este lugar legendario donde se cree es la vía de acceso al centro espiritual secreto al que muchos llaman Shambalah. Muchos recordaran la película de corte Masónico “EL HOMBRE QUE QUERÍA SER REY” protagonizada por Sean Connery – y escrita por el Francmason Kipling. Donde dos aventureros Soldados ingleses, que son masones, encuentran un antiguo monasterio de masones, precisamente en el punto geográfico mencionado.
De todas maneras, la idea de un centro espiritual incorruptible, en medio de las montañas de Asia Central, y de difícil acceso, y donde tuvieron acceso todos los grandes iniciados, donde según se cuenta están representadas todas las corrientes esotéricas y religiosas, donde incluso se indica es de donde proviene el extraño personaje Melquisedec