Escribe José David Belmontes Beltrán. M.’. M.’.
R.’.L.’.S.’. TOLERANCIA No.15. D.’.R.’.E.’.A.’.A.’
La fe sumada a la ignorancia crea fanáticos, la fe sumada al conocimiento crea genios y santos. Desde los albores de la humanidad, El concepto de Dios y la religión es algo que va muy unido a la naturaleza del hombre, la pulsión psicológica más importante del hombre es la conservación y continuidad de la vida, y la pulsión de la espiritualidad expresada en la fe en Dios, quizás no sea otra cosa que la pulsión de la sobrevivencia vista desde otra óptica como un intento del hombre de continuar viviendo después de su muerte en los reinos divinos de Dios.
Un presbítero que cree que Dios solo puede comunicarse con su pueblo a través de él, es una falta de humildad que linda con la locura al pensar que Dios necesita de su autorización para comunicarse con su pueblo. La misión de todo líder espiritual, es lograr un acercamiento del pueblo con Dios y lograr una relación del hombre con Dios.
Los únicos vicarios de Dios sobre la tierra son los descendientes de Adán y Eva, la humanidad. El pecado original, solo fué una pulsión psicológica del ansia de saber, y en esa lucha por saber, el hombre debe de personalizar su concepción de Dios… pero ¿Qué es Dios?
El hombre a través del tiempo, a tenido varios Dioses, El rayo, El volcán, Los astros, etc. otras religiones concibieron un Dios al que no podían ver, un Dios que estaba más allá del universo objetivo del hombre y que se manifestaba como una fuerza o poder detrás de todo cuanto existía, dictando leyes y castigos. El hombre ante su necesidad de acercarse y conocer a Dios creo los ídolos que continuaban sin ver, escuchar ni hablar. ¿Cómo podría el hombre relacionarse y sostener un dialogo con su Dios ante estas circunstancias?
El hombre se dio cuenta de que la sangre, el aire y el agua eran elementos vitales para la vida, y volvió a sus Dioses crueles y sedientos de sangre, las guerras se volvieron el medio para tomar cautivos sacrificándolos a sus deidades. Algunos les sacaron el corazón, otros arrojándolos a cenotes sagrados, Igualmente el aire vital, fue elevado a sus Dioses con exquisitos perfumes, la mujer vital para la procreación de la vida y el hombre como un guerrero de distinguido valor, también fueron sacrificados en un afán de que el Dios absorbiera sus virtudes y cualidades…
El hombre porta un Dios oculto en el inconsciente como un Dios arquetípico, dándole presencia a través de la pulsión psicológica de la espiritualidad, dándole forma, sentido, y cualidades de lo que él pretende ser, o “Yo soy lo que seré”… después de todo ¿No es el hombre el hijo de Dios? “Yo soy lo que seré” ¿Qué no es este nombre el que IHVH le trasmitió a Moisés, como su propio nombre?
El hombre a través de la historia y de su propia edad, ha imaginado a Dios en distintas formas, por ejemplo en su infancia, se imagina a Dios, rodeado de Ángeles pequeños como él, quizás se imagina el reino de Dios como un Jardín de recreo lleno de juegos, golosinas y sin obligaciones por cumplir. Las personas más adultas probablemente le percibirán como un anciano sabio de lenguas barbas blancas con un rostro afable. Los religiosos recalcitrantes y radicales podrían esperar ver a un Dios con forma de hombre, sentado en un trono y alrededor de él ha la humanidad cantando noche y día sin cesar alabanzas a su gloria. El científico podría percibirlos como la inteligencia y fuerza que impone orden y existencia al cosmos… y si lo leones pudiesen concebir a Dios, se lo imaginarían con melena y Garras.
El hombre porta un Dios arquetípico en el subconsciente que intenta proyectar hacia el exterior, pero ¿Por qué no darle manifestación en forma existencial en nuestra vida? Todos esos atributos que el hombre le asigna a su Dios, ¿porque no hacerlos presentes en nosotros mismos?, ¿no será esto lo que espera Dios del hombre?
Un teúrgo explicaba un ceremonial con Ángeles y pedía que los imaginaran grandes y poderosos, con brillante inteligencia, plenos de Armonía, y Vitalidad, con posibilidades de hacer casi cualquier cosa, y añadía: deben compenetrarse en tal forma que sientan como reales estas cualidades, enseguida el oficiante debería declarar con autoridad en su voz, estos atributos pero en primera persona, como si él fuera el Ángel que hablaba. Los antiguos egipcios hacían otro tanto y declaraban al salir el sol: “Yo soy Horus, el no nacido, el que fue antes que la tierra fuese, soy Horus el que vuela en la inmensidad del cielo y en pos de “Ra” el disco sagrado del sol, soy Horus el hijo de Osiris e Isis, soy el poder que venció a Tifón” en realidad lo que pretendía era que el oficiante a través de una experiencia mística, asumiera, despertara o se convirtiera en Horus, potencializando en él mismo los atributos, calidades y personalidad de Horus.
El hombre ha confundido la finalidad de las religiones y las ha convertido en un medio de sumisión en lugar de exaltación. El Cristiano como el Budista debe tratar de convertirse en Cristos y Budas vivientes. Estos son grados o capacidades de consciencia alcanzados.
Existen estudiantes de misticismo que se regocijan en conocimientos intelectuales y asumen actitudes de soberbia inconsciente cuando en realidad debería existir humildad. La humildad no debe ser producto de una imposición de lo que es correcto, sino de un grado de consciencia alcanzado donde la humildad se da en forma natural y producto de la experiencia del hoy con el ayer de uno mismo.
He conocido Frateres que critican mi falta de “secreto” en mi forma de escribir, otros me dicen que jamás alcanzare el secreto buscado a través de escritos o palabras. Mi respuesta es que: afirmativamente el secreto no esta en las palabras, sino en la experiencia mística. Y la experiencia mística es muy personal, y de esa no es posible hablar…
Conclusión:
Varias de las grandes guerras que la humanidad ha librado, lo ha hecho bajo la sombra de la religión, El nombre de Dios en algún momento de la vida ha servido como estandarte de guerra, como si Dios necesitara que lo defendieran o como si Dios tomara partido en las luchas fraticidas de la humanidad.
Dios como padre, no creo que desee un hijo débil y sumiso, todo padre desea un hijo triunfador, pleno de potencialidades, realizaciones y trascendencias, El poder como una capacidad de construir o reparar deben ser sus cualidades, el servicio y el amor a la humanidad deberá ser su distintivo, el hombre como reflejo de Dios, solo puede ver a Dios a través de la humanidad, y quien solo vea palabras poéticas en el presente, no a comprendido el mensaje, Dios como el ideal más anhelado de la humanidad, se realiza a través del hombre, y el hombre cobra realización y trascendencia a través de Dios. El hombre debe personalizar su religión y su Dios, consciencia, mente y razón, deben ser las luminarias que deben guiar a la humanidad, y es ha través de estas que Dios mantiene su relación y dialogo con el hombre.
El hombre es lo que sus ideas y pensamientos, expresados en palabras o no, han echo de él, consciente y subconsciente se afectan mutuamente, y cada pensamiento afecta a cada célula de nuestro cuerpo físico, nuestro cuerpo emocional, nuestra psique, y nuestro entorno. ¿Qué tipo de Dios tienes tú? Ese tipo de Dios que tú concibes es el que te guía, él es el ideal más alto por alcanzar de toda humanidad... El hombre termina convirtiéndose en todo aquello que a través de su mente y corazón lucha por alcanzar.
El conocimiento intelectual de Dios es estéril, Cuando el conocimiento se convierte en experiencia mística, las palabras dejan de existir.
Fraternalmente.