Queridos y Respetados Hermanos del Orbe: Nos Parece prudente y necesario hacernos eco de la carta emitida porel V:.H:. José Manuel Collera Vento, luego de que impunemente fuesenviolados no solo sus derechos sino los de la masonería cubana engeneral, para terminar de acometer el objetivo trazado: su expulsiónde la Gran Logia de Cuba de A:.L:. y A:.M:..
Esto es solo el primerode los grandes errores que irán cometiendo los HH:. que hoy fungen como cabezas visibles de nuestra Augusta Institución en la Perla del Caribe.
Suyo:
Espada Flamígera:.
A mis Hermanos Masones: A 10 horas de celebrarse la Sesión Semestral de la Gran Logia de Cuba de A. L. y A. M., el Diputado Gran Maestro, Evaristo Rubén Gutiérrez Torres, me ha informado oficialmente que no se me permite estar presente en dicha sesión, ni siquiera al momento de discutir por la Alta Cámara, constituida como Tribunal de Derecho, la sentencia de Expulsión de la Fraternidad que me fue impuesta por la Corte Supremade Justicia Masónica.
Es un hecho insólito, producto de una acción de fuerza y abuso de la autoridad del Ejecutivo de la Gran Logia, discutir en la Alta Cámara,como última instancia, la Expulsión de la Institución Masónica de un miembro vitalicio de esa Alta Cámara, Ex – Gran Maestro, en ausencia de éste. Es a todas luces un acto propio de una dictadura, no de una Institución de hombres libres, y que pone al desnudo la cobardía delos que temen que los miembros de la Alta Cámara escuchen mis argumentos.
Exponen como muy débil justificación que al estar suspendido en mis Derechos Masónicos no puedo participar de la Sesión de la Alta Cámara.
Mas estoy suspendido como medida cautelar (lo que ha sido una barbaridad jurídica, pero ha sido), y de acuerdo con el propio auto de suspensión emitido por la Corte Suprema de Justicia, estoy suspendido en mis derechos excepto en el derecho de defenderme; así lo manda la Ley Penal Masónica. De manera que producto de una violación brutal de la ley masónica y de la ética, se discutirá en mi ausencia mi propia Expulsión, dictada por una mal llamada Corte Suprema de Justicia que ha dado durante todo este proceso judicial, desde el inicio, toda una disertación de arbitrariedades y errores de procedimiento.
Es fácil suponer cuál será el resultado de la deliberación,aprovechando la desinformación existente, agudizada por la obligadaausencia del medio masónico de quienes hemos sido suspendido denuestros derechos y con ello sometidos al encierro masónico, a la no exposición de nuestros argumentos y razones, mientras el Gran Maestro y otros Funcionarios se pasean por Logias de todo el país llevando un mensaje adverso conveniente a sus intereses, que no son otros que elde separarme del ejercicio masónico activo porque mis ideas y proyecciones son lesivas a una infeliz realidad que vive la Masoneríaen Cuba actualmente.
Cualquiera que sea el resultado, me siento exaltado en mis vivencias y humildes merecimientos, porque he sido condenado por defender valores que enaltecen a la Masonería, y los supuestos victimarios al final serán las víctimas de sus instintos divisionistas, sus procedimientos tiránicos, sus métodos antifraternales, su servicio a intereses desnaturalizados, porque no sólo la Historia ajustará cuentas, sino que ya el presente tiene matices muy reveladores.
A la maledicencia del tirano Gran Maestro, a la falta de profesionalidad y de ética de una Corte de Justicia convertida enórgano represivo con métodos fascistas, se une, desgraciadamente, lamediocridad y la pusilanimidad de otros que no son perversos, pero sudebilidad también hace mucho daño. Cuidando dudosas jerarquías,evitando supuestas represalias, o carentes de valor o de agudeza para enfrentarse a quienes abusan del poder, no son pocos los cómplices involuntarios del crimen.
Desgraciadamente, la Masonería en Cuba vive un momento de crisis, depérdida de valores esenciales.
La injusta expulsión de un Ex – GranMaestro es sólo la expresión de esa triste realidad. Ojalá que esa separación fuera la única consecuencia de este drama antimasónico cubano. Al final la Masonería es un camino interior, y al margen de lo asociativo y lo externo nadie puede ser separado de la Masonería, sólo puede ser borrado de sus nóminas, en este caso por manos fratricidas que nada tienen que ver con el supremo ideal que me ha iluminado desde mi Iniciación.
Reciban un Triple y Fraternal Abrazo.
José Manuel Collera.
Ex - Gran Maestro.-