Cuba, Enero 4 – El pasado 29 de diciembre, circuló entre los miembros del Supremo Consejo del grado 33 de Cuba la noticia sobre la dimisión de Heriberto Saborit Verdecia, vicepresidente de esta Asociación Masónica. Esta información causó estupor, porque de quien se esperaba la renuncia era de Jesús Armada Pena, actual Soberano Gran Comendador de esa Organización. A partir del año 2010, Armada Pena ha estado sometido a constantes presiones para que decline el cargo, por hallarse acusado de haber violado las leyes y los juramentos que se prestan en esa sociedad.
La renuncia de Armada podría abrir espacio a una nueva generación de masones jóvenes, provistos de una mayor calificación para dirigir este Organismo; entre los cuales sobresalía el Ing. Adalberto González Concepción, quien en los últimos tiempos se ha destacado por sus señalamientos críticos al gobierno de Armada. No obstante, éste eligió para ocupar la segunda posición en el Supremo Consejo a Lázaro Cuesta Valdes; movimiento éste que puede considerarse un golpe de estado masónico, porque garantiza a Valdés asumir la presidencia del Supremo Consejo cuando, a partir del 15 de enero, se produzca la renuncia de Armada.
Cuesta, de 66 años de edad, es uno de los dirigentes de la Sociedad Secreta “Abacuá” y fundador de la sociedad religioso-sincrética, formada por Babalawos, denominada “Comisión Organizadora de la Letra del Año”.
Es de conocimiento público que tanto la “Sociedad Cultural Yoruba” como la “Comisión de la Letra del Año”, siguen las pautas trazadas por el gobierno castrista; por lo que no se descarta la posibilidad de que la retirada de Saborit, y el ulterior nombramiento de Cuesta; sean el producto de una maquinación planificada desde la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista; con el objetivo de garantizar la continuidad de su influencia en el Supremo Consejo. Esta teoría se vio reforzada al conocerse el sorpresivo anuncio de que Adalberto González había retirado su aspiración al cargo de Soberano Gran Comendador. El Ing. González es un alto ejecutivo de una empresa turística mixta, y por ende, vulnerable de ser presionado.
Esta circunstancia coloca a Cuesta como único aspirante a presidir la Entidad; temiéndose que éste introduzca en la Masonería prácticas comunes en las religiones afrocubanas; entre ellas, el empleo de la violencia.
En otras oportunidades el gobierno cubano ha interferido en los procesos electorales de la masonería. Recientemente se conoció la detención del Sr. Adriano Castañeda Meneses, miembro de la logia “Sancti Spiritus”, para evitar su participación en las elecciones que se efectuarían en dicha logia. En el año 2008, al Sr Gustavo Pardo Valdés se le imposibilitó aspirar al cargo de Soberano Gran Comendador del grado 33.
El gobierno de Cuba está empeñado en cerrar toda brecha que pueda propiciar el ascenso de “desafectos” a la presidencia de las asociaciones fraternales y religiosas, actualmente dóciles a la política oficial.
René de los Santos para Cubanet.