Por Erika Rivero Almazán
Ayer, en completo secreto y tras décadas de rivalidad, las dos principales logias de la masonería en Puebla se sentaron a dialogar.
El Benemérito Ejército de Oriente y la Organización Masónica Mexicana (OMM), otrora siempre rivales, pudieron llegar a un acuerdo para unir esfuerzos: hoy se espera que 50 organizaciones civiles no gubernamentales de centro, centro-izquierda y derecha moderada protesten por la llegada de Guillermo Almazán Smith como director del Instituto Poblano de la Juventud, ampliamente identificado como uno de los valores del Yunque nacional, protegido de Carlos Abascal Carranza y Guillermo Velasco Arzac, principales ideólogos de la ultraderecha.
El acuerdo establecido ayer por la masonería fue organizar un plantón y tomar las instalaciones del instituto de la juventud para protestar en contra del gobernador Rafael Moreno Valle por no haber escuchado su inconformidad y darle cabida a Guillermo Almazán en una cartera vital dentro de la estructura del estado.
El Instituto Poblano de la Juventud dispone de un presupuesto millonario para la elaboración y difusión de programas educativos, designación de becas, cursos, talleres, así como la impartición de políticas públicas entre la población joven de todo el estado.
Ese decir, representa la posibilidad de controlar la ideología de las próximas generaciones y lleva la batuta en temas tan complicados y escabrosos como son el uso del condón y otros métodos anticonceptivos, el aborto, derechos humanos y civiles de grupos vulnerables, madres solteras y de diversidad sexual, educación pública y laica.
Se recordará que el 27 de enero pasado, estas 50 organizaciones publicaron un desplegado en varios medios de comunicación para pedir al gobernador que desistiera de su intención de colocar a Almazán como director:
"Su pensamiento misógino, retrógrada y fuera de lugar en un país donde vivimos a diario la violencia contra las mujeres y los feminicidios, se vio reflejado en una nota aparecida en El Universal (16 enero 2009) donde, en el contexto del Sexto Encuentro Mundial de las Familias, declaró que "la mujer es responsable de sufrir ataques tanto físicos como verbales, pues deben ser recatadas en su forma de vestir y no despertar morbo en las demás personas". Además, según La Jornada de Oriente del 28 de octubre de 2010, Guillermo Almazán está abiertamente en contra del aborto como un asunto de salud pública, así como del derecho que tienen las mujeres para decidir sobre su propio cuerpo".
Lo que por obviedad omite el desplegado es la inconformidad de la masonería poblana contra esta decisión del gobernador, sobre todo porque constituyó una herramienta vital para su triunfo electoral.
Gran parte de la masonería está infiltrada en el PRI (así como el Yunque en el PAN) y gran parte de los priístas se convirtieron en operadores electorales que estuvieron trabajando a favor de Moreno Valle, incluso, hoy en día ocupan carteras de primero, segundo y tercer nivel en su administración.
Será interesante observar la respuesta de Moreno Valle, ya que fue precisamente por presiones del Yunque que accedió a colocar a Guillermo Almazán en esta posición.
Y es que Almazán tiene un perfil complicado: cuenta con antecedentes de dirigir grupos de choque a nivel nacional y estar inmerso en polémicas referentes a posturas sumamente ortodoxas propias del conservadurismo: prohibir a las mujeres que usen minifalda, el uso de condón o cualquier otro método anticonceptivo, rechazar de forma tajante los derechos humanos de los homosexuales, así como formar parte de la propaganda negra en contra de López Obrador.
Trascendió que este movimiento será apoyado por el periodista Álvaro Delgado, premio nacional de periodismo y autor de libros sobre la ultraderecha en el poder, quien fue invitado a dar conferencias sobre el tema.