Por Iván Herrera Michel
No creo que exista un Masón de habla hispana más contactado por los medios de comunicación que Ascensión Tejerina. No es sino anotar su nombre en un buscador para darse uno cuenta que con su elección en el año 2000 como Gran Maestra de la Gran Logia Simbólica Española nació un fenómeno mediático. Al dejar el cargo seis años después, luego de haber sido reelegida en el año 2003 y haber ocupado una Vicepresidencia en CLIPSAS, era toda una figura en la Orden.
No obstante, este interés mediático, que podría atribuirse en principio a su sola condición de mujer metida a Masona en España (que no es cosa de poca monta), cuenta con una amplia experiencia internacional, posee una fuerte conciencia de género, es liberal y republicana, dicta cursos y charlas sobre Masonería en toda clase de Universidades en España, es ponente invitada de cuanto congreso sobre la Orden se organiza, atiende entrevistas de prensa, radio y televisión, dirige el “Podcast Francmasonería”, el blog “De Oficio Masón”, publicó el libro “De Oficio Masón. Revelaciones de una Gran Maestre”, es la actual Venerable Maestra de la Logia Obreros de Hiram N° 29, en Sevilla, a la que pertenece desde 1993, y está casada con José Luis Cobos, que es uno de los intelectuales de mostrar en la Masonería de la península.
En su vida profesional, Ascensión Tejerina Hernández es una Asesora Fiscal nacida en la “Muy Noble y Leal” ciudad de Zamora, que vive desde 1972 en la “Muy Noble, Muy Leal, Muy Heroica, Invicta y Mariana” ciudad de Sevilla, en donde gestiona su propio despacho.
Con Ascensión y José Luis, me honra una amistad personal de muchos años. Son incontables las caminatas y charlas que hemos tenidos hablando de Masonería, su simbolismo, su método, su necesidad en el mundo de hoy, Etc.
Ahora Ascensión Tejerina me ha aceptado un dialogo público basado en su trajinar en la Orden. Veamos qué cosas nos dice.
1) Mi Querida Hermana Ascensión, como siempre hay que comenzar desde el principio, cuéntanos en tus propias palabras ¿Quién es Ascensión Tejerina?
R: Diría que lo que soy se está haciendo día a día. Trato de ser una persona franca y sincera, pero la franqueza, la mayoría de las veces, es más bien un defecto. A veces decir la verdad te crea problemas. No quiero decir con ello que la mentira sea mejor, pero a veces es conveniente callarse y no decir lo que piensas.
Me cuesta decir no, sobre todo a las personas que quiero. Pero si es necesario lo digo. Nunca aceptaría hacer algo que vaya en contra de mis principios, ahí desde luego rotundamente diría no. Después, en todas las cosas pequeñas me cuesta mucho decir no porque lo que hay que hacer es negociar. Entonces, en la negociación no tienes que decir no, sino que cambias. Trato de ser bastante tolerante hacia las ideas de otras personas.
Para mí la tolerancia no quiere decir el simple dejar hablar a los que tienen ideas distintas, sino escucharlos con suma atención para intentar entender su punto de vista, lo que no me va a impedir que luego manifieste las mías y argumente en contra de lo que piensan si sus ideas no me han convencido. Creo también que soy bastante vitalista, o sea, bastante positiva con la vida. Pienso que hay mucho trabajo que hacer y que es importante estar ahí, tener ánimos para hacerlo, el trabajo no me arredra. Trato de ser coherente con mis ideas y con mi vida. Creo que eso también es importante. Si tuviera que elegir alguna virtud, creo que sería
la de la coherencia entre lo que pienso y lo que hago; esto es una de las cosas que más me preocupan.
El trabajo y el hábito mental del libre examen para mí es un valor y me preocupa el poder contribuir a construir un mundo más feliz donde el ser humano pueda ser el artífice de su destino decidiendo él mismo lo que quiere ser.
2) Querida Hermana, hace 20 años, en 1991, te Iniciaste en la Logia Hermes Sofía: ¿Estás contenta? ¿Cuál ha sido tu salario hasta ahora?
R: Si, han sido 20 años de duro trabajo donde hemos tratado de explicitar nuestro rol institucional a una sociedad que no nos conoce, haciendo ver que nuestro método es absolutamente vigente y más necesario que nunca en una sociedad que corre el peligro de perder sus referentes humanistas. Haber contribuido a que nuestra Institución ocupe nuevamente un lugar en la sociedad española es algo que me hace sentir contenta pero aún queda mucho trabajo por hacer.
El salario que he recibido durante todos estos años de trabajo ha sido una experiencia en el conocimiento de la naturaleza humana con sus grandes valores pero también con sus grandes miserias, encontrando personas que jugando a ser progresistas trabajan en la sombra para que nadie les cambie sus feudos, comprobar la persistencia de esa naturaleza humana para corromperse produce una gran tristeza y mucho más en una institución como la nuestra donde la tolerancia, el respeto y la honestidad deberían ser la norma.
Pero la Masonería nos enseña a ser felices y que la verdadera felicidad está en mi propia construcción, en aprender a apreciar la dimensión ética y estética de las cosas sin que me condicione lo que puedan pensar los demás.
3) Déjame preguntarte, ¿Cuál quieres que sea la memoria de tu paso por la Masonería y que deberes crees que tienes contigo misma y con la humanidad?
R: Nunca me ha preocupado la memoria que pueda quedar de mi paso por la Masonería; esta debería ser la que correspondiera con la realidad. Lo que sí me gustaría es que la línea emprendida por un grupo de hermanos que hemos trabajado en equipo durante los años en que Javier Otaola y yo hemos asumido la Gran Maestría, como por ejemplo el propio Javier, Santiago Castellá, Fernando de Yzaguirre, José Luis Cobos, Jaime Martín y Juan Francisco Molina, no quedara enterrada en el olvido, porque en ella se encuentran, creo, algunas ideas útiles para una regeneración de la Masonería que la adecue a nuestros tiempos.
Respecto a la segunda parte de tu pregunta, yo creo que nuestra educación nos prepara para introducirnos a la vida de forma que podamos asumir nuestras responsabilidades hacia nosotros mismos y hacia la comunidad en la que vivimos y de la que vivimos. Claro está que no todos los ciudadanos recibimos una educación semejante. La Masonería nos da una máxima cuando nos recibe “no hagas a los demás, lo que no quieras que te hagan a ti” y “haz a los demás todo el bien que tú quisieras que te hicieran a ti”; estoy de acuerdo con este principio y mi preocupación por mis compromisos conmigo misma y con mi entorno, no va más allá de esta norma moral.
En cualquier caso, siempre he procurado seguir una regla de conducta que se enuncia muy fácilmente pero que cuesta aplicar, la resumiría en estas palabras: Lo que decidas hacer, hazlo bien.
4) En una institución en la que grandes sectores defienden la masculinidad en exclusiva de la Orden, es inevitable el preguntarle a un personaje como tú, ¿Cuáles son los principales retos de una mujer cuando accede al método Masónico? ¿Son diferentes a los del hombre? ¿Son los mismos?
R: La problemática existencial del varón y de la mujer es la misma y dado que la Masonería intenta de resolver esa problemática, nuestro método es igual de válido para ambos, por lo tanto, los retos que se les plantean son idénticos para los dos géneros. La disciplina y el trabajo en equipo que practicamos en Masonería te enfrentan a tus realidades y a tus fantasmas internos. Sus símbolos te llevan a la reflexión sobre el sentido oculto de las cosas, a buscar ese ser de los entes.
La metáfora de la construcción de la Masonería te convierte en un obrero comprometido en un proyecto vital que se actualiza cada día. Sus postulados de Libertad, Igualdad y Fraternidad y sus valores de Tolerancia, de Sabiduría, de Fuerza y de Belleza enmarcan todas las acciones de nuestra vida orientándolas hacia horizontes esperanzadores congruentes con la evolución de la vida en nuestro planeta.
Desde estas premisas tanto la mujer como el varón deben recorrer el mismo camino para tomar posesión de su ser y por tanto el contenido esencial de la Masonería es perfectamente válido para ambos.
5) Una Masona Chilena me dijo un día que tú eras la María Desraisme del 2000, el Grand Masonic Orient of Ireland en su sitio web te nombra al lado de Anne-Marie Gentily, precursora de la Grande Loge féminine de France y coloca tu foto al lado de la Mariana, un Masón mexicano celebró públicamente que te tenía de amiga en Facebook. Hasta Víctor Guerra, que no es un Masón que regala aplausos, decía hace unos tres meses que estabas en vías de convertirte en un ícono. Al margen de lo personal, ¿Cómo debemos interpretar estos mensajes?
R: Quizás estamos demasiado deseosos de tener íconos. Solo soy una persona que ha tratado de cumplir puntualmente con la responsabilidad de los cargos que asumí libremente, tratando de ser coherente con mis ideas y mi trabajo.
6) Querida Hermana, Ascensión, mojémonos un poco. La lucha por abrir espacios Masónicos dentro de la Orden para las mujeres sigue estando vigente, a pesar de lo mucho que ha avanzado el tema en el imaginario colectivo de la Orden y en sus reglamentaciones. Sé perfectamente que no es una cuestión de estadísticas, pero ¿No notas que inclusive en Grandes Logias mixtas e instituciones interobedenciales inclusorias todavía las posiciones directivas ocupadas por las Masonas son minoría frente a las de los Masones? ¿A qué crees que se deba el fenómeno?
R: Es cierto, la Masonería es, entre otras cosas, una mezcla muy compleja de Tradición y Utopía. Bien entendidos y practicados ambos términos, su convivencia no debe presentar mayor problema. Pero, como en toda organización humana, habrá combinaciones para todos los gustos. El ala más tradicionalista tenderá a primar los aspectos formales interpretando que la utopía se alcanzará precisamente en la medida que se respete a pies juntillas esta tradición. El ala más utópica, correrá hacia la meta tirando por la borda todo lo que le moleste en su camino, no cayendo en la cuenta de que también arrojará las herramientas que le permitirán alcanzar su objetivo.
La posición más equilibrada será aquella que vaya adaptando con prudencia y sabiduría los aspectos más formalistas y coyunturales de la tradición al tiempo que configura la utopía en términos más realistas. La cuestión de la mujer entra de lleno dentro de esta problemática de la interpretación de la Tradición.
Lo que yo puedo decir, a través de mi experiencia personal en la convivencia con grupos Masónicos de distintas sensibilidades, es que, aunque a distintas velocidades, todas las Obediencias, irán adaptando sus Constituciones y Reglamentos para que la mujer pueda ser acogida en sus Logias, como lo hicieron, hace ya más de cien años, algunas Obediencias llamadas liberales.
Quien lo tiene más difícil, por su compromiso tan rígido con la Tradición, es la llamada Masonería Anglosajona. Pero cada día que pasa se les hace más embarazoso explicar por qué no admiten a la mujer: ¿Es porque consideran que la mujer no tiene las cualificaciones o capacidades físicas, intelectuales o espirituales necesarias para ser Masón? ¿Es porque los principios fundamentales pueden ser ahogados por aspectos puramente formales y coyunturales (que no pertenecen siquiera a la Tradición Masónica, sino a un ordenamiento escrito), sin que se conmuevan los pilares más sagrados de nuestra institución. ?
Pienso que la mujer tiene el derecho de estar presente en toda actividad que participa de la construcción de un mundo mejor, no solo por ser usuaria y destinataria igualmente de la misma, sino también porque el ejercicio de esa actividad proporciona un enriquecimiento y una experiencia que difícilmente puede adquirirse de otro modo.
7) Uno de los requisitos que se piden para entrar a una Logia es ser “libre” y “tener buenas costumbres”. ¿Exactamente que debemos entender hoy en día por estas cosas que se han vuelto tan, dijéramos, personales? ¿Podemos tener los Masones una medida para lo buena que pueda ser una costumbre o para la cantidad y calidad de libertad que deba tener una persona?
R: Lo que la Masonería exige acerca de estas cualidades no creo que haya variado en el tiempo, porque estos requisitos son unas cualidades mínimas que tiene que poseer cualquier persona que vaya a acometer un trabajo que va a pivotar por una parte, en un ejercicio de elección y por otra parte en uno de convivencia. Me explico: Al Masón, cuando se inicia, le dan unas herramientas, (la regla, el mazo y el cincel) para que afronte la tarea de esculpirse en la forma que mejor le vaya a su ser y esto es un puro ejercicio de libertad; en cada cincelada hay una elección que tomar y si queremos que el resultado se parezca a lo que queremos ser no podemos dejar que sean otros los que nos cincelen. Las buenas costumbres son fundamentales para construirnos una vida buena.
Por una parte necesitamos adquirir hábitos que nos faciliten las tareas que nos vamos a encontrar en la vida diaria: hábitos de higiene, de lectura, de estudio, de orden, de trabajo, etc. Pero también hábitos sociales: la expresión del amor, la caricia, unos buenos modos, contener la cólera, en definitiva, saber convivir.
Pues bien a la Masonería solo le interesa esta capacidad de saber convivir, de saber escuchar, de saber no interrumpir al otro cuando habla, de saber ser paciente, de saber callar, etc. Pero no le interesa para nada los estilos de vida que puedan traer las personas interesadas, a menos que, evidentemente, estos impidan una convivencia fraternal y fructífera, o no le hayan preparado suficientemente para asumir los deberes de la vida.
8) Desde hace unos años quería oírte hablar de algo. En tu libro “De Oficio Masón. Revelaciones de una Gran Maestre” (recuerdo que lo compre en Barajas y me lo autografiaste en Porto) afirmaste que “había que realizar una puesta al día del discurso Masónico y de nuestras formas de estar en el mundo.” Tan pronto me topé con la frase la subrayé y te confieso que he meditado mucho sobre eso, ¿Por qué no me amplias la idea?
R: Me alegro que me hagas esta pregunta, pero necesitaría escribir otro libro para contestar. De todas formas intentare sintetizarlo. La Masonería es una institución y como tal tiene un rol que cumplir junto con las demás instituciones que constituyen la urdimbre social. No es razonable que una institución sea completamente invisible para la totalidad de la sociedad. Esto es un aspecto que ha sido tradicionalmente obviado por los intereses de la Masonería, porque siempre han existido unos grupos de personas cercanos a nuestros intereses que han alimentado nuestras columnas y, como la Masonería no necesita multitudes nos ha bastado con esta población para sobrevivir. Incluso esta escasez ha alimentado nuestro mito del secreto, tergiversándolo y obstaculizando una apertura a nuevas fórmulas.
Pero está claro que la sociedad ha cambiado tanto que ya no podemos seguir ignorando nuestra responsabilidad en la participación de la construcción de la realidad social. Nuestra sociedad actual ha sido capaz de convocar revueltas con el teléfono móvil, con Facebook, etc., y los Masones no podemos seguir confinados en nuestras cuevas esperando que otros realicen nuestro trabajo de vehicular las propuestas que vayamos elaborando.
Este mundo ha parido un nuevo ser: el “ser-en-red” y esto obliga a estar en la red; por esto es que no podemos eludir ahora construir un discurso de comunicación con la sociedad civil, no solo para decir quiénes somos, sino también para ofrecer nuestro producto y es por eso que en CLIPSAS en Oporto propusimos para la reflexión anual el tema de “Mutaciones necesarias en Masonería para recuperar el déficit de comunicación con la sociedad”.
9) Perdóname que te haga una pregunta impertinente que me hicieron una vez, fruto de la imagen que se percibe de lejos, y no quiero generalizar porque de hecho no es el caso de algunos que conozco, pero después de 35 años de muerto ¿Cuándo van a dejar de hablar los Masones españoles de Franco y de echarle la culpa de que no han crecido lo suficiente?
R: No podemos evitar estar comparando nuestra realidad y nuestros logros con la Masonería europea que nos rodea y esto nos lleva a buscar las razones que expliquen nuestra precariedad, no tanto para buscar culpables como para comprender un fenómeno y aplicar consecuentemente los remedios adecuados.
Lo ocurrido en España con la erradicación de la Masonería durante más de cuarenta años ha tenido consecuencias mucho más complejas de analizar de lo que pudiera parecer. Tiene que ver con el hecho de que la Masonería es una institución y toda institución va poniendo al día su arsenal de respuestas para atender los problemas que le incumben y que van evolucionando.
Como tú sabes mejor que yo, nuestra Orden asume dos propósitos simultáneos y complementarios: por una parte la construcción del individuo y por otra la construcción de la realidad social. Cuando retomamos los trabajos en el año 1979, recuperamos, sí, los aspectos formales, rituales, usos y costumbres, iniciáticos, de la Masonería; es decir, todo aquello que cumple el primer propósito, la construcción del individuo preparándolo para una convivencia social; eso era fácil.
Pero no habíamos heredado ningún discurso que diera cuenta de cómo la Masonería española cumplía con las funciones institucionales en lo referente a la participación en la construcción de la realidad social. En el ámbito interno no teníamos consensuados los posicionamientos institucionales frente a esa problemática social que nos pudiera incumbir y esa fue la razón por la que tanto Javier Otaola como yo pusimos en marcha unos encuentros trasversales de Maestros para poder debatir y llegar a consensos sobre aspectos básicos que pudieran tener una transcendencia social.
Este déficit crea un desasosiego interno que es necesario atender y explicar y esto nos conduce irremediablemente a tener que hablar de esa triste ausencia de la Masonería en España durante más de cuarenta años.
10) Cambiando de tercio, desde la distancia se ve a la Gran Logia Simbólica Española ofreciendo un discurso de avanzada muy potente. ¿Cómo fue que se estructuró esta oferta Masónica en una nación que se ve muy apegada a sus identidades? ¿Cómo se vive una Gran Maestría allí?
R: Como decía en mi respuesta anterior, la Masonería española no heredaba ninguna interpretación, ni ningún discurso. Quizás sea por eso que tanto Javier Otaola como yo, ante la necesidad de dar respuestas nos hemos sentido libres para hacer una lectura de la Masonería sin ataduras a compromisos ideológicos o
interpretaciones más o menos clásicas de símbolos, metáforas y mitos que han terminado troquelando nuestras explicaciones.
Nuestra lectura ha tenido que partir de las bases mismas del fenómeno Masónico y hacer un acercamiento fenomenológico que explique mejor por qué la Masonería, por qué la iniciación, por qué su vigencia. En cuanto a la problemática identitaria que sufre España y todas sus instituciones hay que decir que no es tan grave y que era un debate pendiente que España está sabiendo llevar dentro de los límites razonables y en los escenarios adecuados que la democracia establece.
Dentro de la Gran Logia Simbólica Española, los Grandes Maestros gozan de total libertad para elaborar sus pronunciamientos y sus discursos en los foros internacionales e internos, por lo que yo nunca he experimentado ningún problema a este respecto.
11) ¿Qué ha cambiado en la escena Masónica española desde tu llegada a la Gran Maestría hace ya una década?
R: Principalmente la percepción que la sociedad tiene de nosotros y un mayor conocimiento de nuestra Institución.
12) Hay algo por lo que te vi trabajando con entusiasmo. A mí me llama mucho la atención la multiculturalidad que pretende reunir la “Unión Masónica del Mediterráneo”, en medio de eso que definiste en Atenas como “una unidad, al menos desde los puntos de vista geográfico, medioambiental e histórico”. Tú que fuiste su anfitriona en Tarragona, y luego te preguntaste en Grecia si el Mediterráneo era “¿Foso o Puente?”. ¿Crees realmente que la Masonería progresista tiene una posibilidad constructiva en el marco del norte/sur y este/oeste del Mare Nostrum? Te repito tu pregunta de Beirut: “¿Qué puede aportar la Francmasonería?”
R: La Unión Masónica del Mediterráneo (UMM), fue un proyecto que puso en marcha el antepasado Gran Maestro de la Gran Logia de Italia, Franco Franchi, con la idea de formalizar encuentros que se venían realizando entre las Obediencias Liberales que trabajan en las orillas del Mediterráneo. Rápidamente la UMM tomó conciencia de la urgencia de abordar el análisis de los problemas socioculturales para explicar mejor las distintas interpretaciones de la Masonería le caben en este amplio marco que tú has llamado la Masonería Liberal. Análisis que por otra parte es imprescindible para hacer una reflexión ética que, en definitiva, es lo que incumbe al Masón.
La diversidad cultural que no tiene más remedio que convocar la UMM, en el fondo, no es más que una extensión de esa diversidad que se convoca en la Logia. La Masonería tiene herramientas específicas para abordar estos escenarios plurales. Por una parte, un método hermenéutico para ocuparse de la mediación entre los distintos puntos de vista y pretensiones que no se limite a alcanzar acuerdos de conveniencia basados en el equilibrio de fuerzas, sino que, busque la comprensión de los problemas del otro y hallen soluciones en un escenario de racionalidad comunicativa.
Por otra parte, una experiencia en la construcción de estos escenarios que optimicen esta posibilidad de llegar a acuerdos validos, porque se busque la presencia de todos los interesados en posiciones equivalentes y equidistantes, se exija la argumentación razonada de sus posiciones y se garantice la libertad argumentada para estar o no de acuerdo.
13) Querida Hermana Ascensión, lejos de mi ánimo está el hacer un dialogo contigo de carácter trivial, dada tu condición de mujer. Sabes que nunca te faltaría el respeto de esa manera. Igual le haría la misma pregunta a José Luis. A mi esposa Lucy, que te respeta mucho, le he oído decir que con que haya un solo Masón en casa ya basta y sobra. Por eso, me asalta la curiosidad de saber ¿Cómo es aquello de que haya dos Masones muy activos en una misma casa?
R: Sinergia.
14) Me consta que es así. Por último, y para no perder la costumbre de estar enterado, cuéntame ¿Qué proyectos tienes? ¿En qué dirección estás encaminando tus esfuerzos en la Orden?
R: Mis esfuerzos, en estos momentos, están centrados en continuar un trabajo de comunicación con la sociedad civil andaluza para que la Masonería sea percibida en su realidad y consigamos desterrar definitivamente los mitos anquilosantes que arrastramos. En definitiva, seguir con la línea de actuación que he tenido desde que asumí funciones institucionales en la Masonería.
15) Permíteme por favor una post data, y de paso adelántame una primicia y sácame de una duda: ¿Sabes algo de si los Hermanos de la GLSE van a proponer el nombre de José Luis Cobos para el cargo de Gran Maestro en las próximas elecciones?
R: Todavía falta mucho tiempo como para que se hagan propuestas para ocupar la Gran Maestría, pero te puedo adelantar que José Luis no piensa aceptar ninguna propuesta de este tipo en el caso de que se le hiciese.
Muchas gracias, mi Querida Hermana. Como siempre, ha sido un placer conversar contigo.