La organización considera que América Latina se está "convirtiendo cada día más en una importante potencia”.
Con la participación de unas 65 logias de masones de diferentes países, terminó el sábado la XI Conferencia Mundial de esta organización secreta que por primera vez tuvo como sede a Colombia.
Unos 300 participantes discutieron durante dos días en Cartagena de Indias sobre la influencia de la masonería en el desarrollo humano, además del estudio y el trabajo como principios de esta institución.
Unos 300 participantes discutieron durante dos días en Cartagena de Indias sobre la influencia de la masonería en el desarrollo humano, además del estudio y el trabajo como principios de esta institución.
Según los organizadores, la Serenísima Gran Logia Nacional de Colombia fue escogida como anfitriona por ser una de las más antiguas en Latinoamérica y poseer una gran estabilidad institucional.
"En América Latina la masonería crece mientras en otros países se mantiene", explicó el maestro José Nazareno Nogueira, proveniente de Brasil.
El continente se está "convirtiendo cada día más en una importante potencia y esta conferencia nos ha servido para ratificar en lo que creemos", agregó Nogueira.
Colombia, al igual que Brasil, son centros clave para la masonería. Nada más en el primero de estos países hay alrededor de 4.000 miembros distribuidos en diversas logias a lo largo de todo el territorio nacional.
El presidente de la Conferencia, Ildefonso Baldiris, explicó que la masonería es "respetuosa de los principios religiosos y de las tendencias políticas" y dijo que su organización tiene el deber en el mundo de "servir como catalizador de la inconformidad social, haciendo prevalecer sus ancestrales principios de libertad, igualdad y fraternidad".
"En América Latina la masonería crece mientras en otros países se mantiene", explicó el maestro José Nazareno Nogueira, proveniente de Brasil.
El continente se está "convirtiendo cada día más en una importante potencia y esta conferencia nos ha servido para ratificar en lo que creemos", agregó Nogueira.
Colombia, al igual que Brasil, son centros clave para la masonería. Nada más en el primero de estos países hay alrededor de 4.000 miembros distribuidos en diversas logias a lo largo de todo el territorio nacional.
El presidente de la Conferencia, Ildefonso Baldiris, explicó que la masonería es "respetuosa de los principios religiosos y de las tendencias políticas" y dijo que su organización tiene el deber en el mundo de "servir como catalizador de la inconformidad social, haciendo prevalecer sus ancestrales principios de libertad, igualdad y fraternidad".