Cortesía de Mauricio Javier Campos
Argentina
Estas imágenes fueron tomadas de la página personal del querido hermano masón Máximo E. Calderón, ubicada en la red social en internet de la Respetable Logia Prometeo. Estudioso de numerosos tópicos, Máximo se ha abocado a la tarea de rescatar este testimonio simbólico-patrimonial de la presencia masónica en la historia argentina, no sólo como una institución que participó en la tarea de construcción del Estado, sino que nos legó también esta herencia grabada en piedra. Las tumbas son en su mayoría del siglo XIX y apenas algunas de comienzos del siglo pasado.
Fue este un período muy complejo y uno de los más prósperos y activos masónicamente, dado que en el transcurso de la última parte del siglo XIX y principios del XX la Orden, a través de la participación política de sus hombres, logró plasmar en leyes concretas el ideario perseguido en pos del laicismo en la sociedad, en una dura disputa con la avanzadilla del poder clerical. Aquí terminaban los restos de masones, judíos y luteranos, excluídos de la zona consagrada del cementerio; aunque cabe aclarar que a fines del siglo XIX estaba vigente la Ley 1420 de educación obligatoria, laica y gratuita; se habían secularizado los cementerios y existían los registros civiles. Quedaba aún por aprobarse la ley de divorcio.
Fuente de las fotografías: Página personal de Máximo Calderón en la Red Social de la Respetable Logia Prometeo Nº 1 , al O.·. de Córdoba, Argentina