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LOS SUMERIOS

Al finalizar la primavera en el hemisferio norte(julio), los ríos tigris y eufrates inundaban - 
no siempre con benevolencia- extensas riveras, depositando su limo o abono fluvial. 
Este, una vez controlado por los campesinos, proveía una agricultura abundante. 
La vida que ambos rios dieron a estas tierras de poca lluvia permitió el 
surgimiento de los sumerios.
Sumer posiblemente tuvo su origen hacia el 3000 a.C. tras la fundación de ciudades 
independientes como Ur, Uruc, Umman, Eridu, lagash. Cada ciudad estaba rodeada 
de muros y torres de defensa, hechas de ladrillo de arcilla, pues mesopotamia no 
contaba con maderas ni piedras. El zigurat debió ser el edificio sumerio y babilonia 
más espectacular de la época, con su forma de torre escalonada.
La economía sumerica era agrícola y comercial, pues contaba con excedentes 
sus industrias textiles, alfarera y metalúrgica. Comerciaban con orienté y 
oxídente para obtener cobre, madereras perfumadas y arboles frutales. 
La demanda creció y los Sumerios, al inventar a rueda (3000 a.C.), 
pudieron transportar su mercancías en carretas, haciendo mas próspero el negocio, 
también usaba el Tigris par transportar mercancías.
Los sumerios inventaron la primera forma de escritura cuneiforme (en forma de cuña) 
de la que se tenga noticias en esta área. Usaban un punzón y marcaban las tablillas de arcilla,
 para luego secarlas al solo en hornos. Estas tablillas eran casi indestructibles,
 como lo demuestran los cientos que se han encontrado en buenas condiciones
Historia

Durante el V milenio a.C., un pueblo conocido como obeidiano (por ser el tell de
 El-Obeid el centro neurálgico de su civilización) se asentó en la región conocida 
después como Sumer; estos asentamientos se desarrollaron gradualmente en las importantes 
ciudades sumerias de Adab, Eridú, Isin, Kis, Lagash, Larsa, Nippur y Ur. 
Algunos siglos después, al prosperar los pobladores obeidianos, los semitas
procedentes de los desiertos de Siria y Arabia, se infiltraron en la zona, tanto como 
pacíficos inmigrantes como invasores en busca de botín. 
Después de aproximadamente el 3250 a.C., otro pueblo emigró desde una región quizá 
al noreste de Mesopotamia, y sus habitantes comenzaron a contraer matrimonio con
 la población nativa. Los recién llegados, que se conocieron como sumerios, 
hablaban una lengua aglutinante sin relación aparente con ningún otro idioma conocido.
Durante los siglos siguientes a la emigración de los sumerios, el país creció en riqueza y 
poder. Floreció el arte y la arquitectura, la artesanía y el pensamiento religioso y ético. 
El sumerio se convirtió en el principal idioma de la zona y sus habitantes inventaron 
el sistema cuneiforme de escritura, originalmente pictográfica, que poco a poco se estilizó.
 Esta escritura se convirtió en el medio básico de comunicación escrita del Oriente 
Próximo durante unos 2.000 años.
El primer gobernante registrado de Sumer es Etana, rey de Kis (c. 2800 a.C.), 
a quien se describe en un documento escrito siglos después como 
el "hombre que estabilizó todas las tierras". Poco después de que concluyera su reinado, 
un rey llamado Meskiaggasher encontró una dinastía rival en Uruk (la bíblica Erech), 
muy al sur de Kis. A Meskiaggasher, que consiguió el control de la región que se extendía 
desde el Mediterráneo hasta los montes Zagros, le sucedió su hijo Enmerkar (c. 2750 a.C.).
 El reinado de este último destacó por llevar a cabo una expedición contra Aratta, 
ciudad-estado del noreste de Mesopotamia. A Enmerkar le sucedió Lugalbanda, uno de sus
 jefes militares. Las hazañas y conquistas del Enmerkar y Lugalbanda forman el tema de un
 ciclo de cuentos épicos que constituyen la prueba más importante del primer Sumer.
Al final del reinado de Lugalbanda, Enmebaragesi (c. 2700 a.C.), rey de la dinastía 
Etana de Kis, se convirtió en el principal gobernante de Sumer. Sus enormes logros 
incluyeron una victoria sobre el reino de Elam y la construcción en Nippur del templo 
de Enlil, principal deidad del panteón sumerio. Nippur fue gradualmente convirtiéndose 
en centro religioso y cultural de Sumer.
El hijo de Enmebaragesi, Agga (fallecido antes del 2650 a.C.), fue el último regente 
de la dinastía Etana, y fue derrotado por Mesanepada, rey de Ur (c. 2670 a.C.), que 
fundó la denominada I Dinastía de Ur, siendo su capital la ciudad homónima. 
Poco después de la muerte de Mesanepada, la ciudad de Uruk alcanzó una posición 
política destacada bajo el liderazgo de Gilgamesh (c. 2700-2650 a.C.), cuyas hazañas 
se ensalzan en el Poema de Gilgamesh.
Algún tiempo después del siglo XXV a.C., el Imperio sumerio, bajo el mando de 
Lugalanemundu de Adab (c. 2525-2500 a.C.), se extendía desde los montes Zagros
 hasta los montes Taurus y desde el golfo Pérsico al Mediterráneo. Después el Imperio
 fue gobernado por Mesilim (c. 2500 a.C.), rey de Kis. Hacia el final de su reinado, 
Sumer se encontraba en un claro declive. Las ciudades-estado sumerias iniciaron 
constantes luchas internas, agotando sus recursos militares. Eanatum (c. 2425 a.C.), 
uno de los gobernantes de Lagash, logró aumentar su reino a través de Sumer y algunas 
de sus tierras vecinas. Sin embargo, su éxito duró poco tiempo. El último de sus sucesores, 
Uruinimgina (c. 2365 a.C.), introdujo numerosas reformas sociales, pero fue derrotado por 
Lugalzagesi (que reinó hacia 2370-2347 a.C.), gobernante de la cercana ciudad-estado de 
Umma. Durante casi 20 años, Lugalzagesi fue el gobernante más poderoso
 de Oriente Próximo.
Hacia el siglo XXIII a.C., el poder sumerio había decaído hasta tal extremo que ya no
 pudo defenderse contra invasiones extranjeras. El rey semítico Sargón I 
el Grande (que reinó hacia 2335-2279 a.C.) conquistó toda la zona y fundó una nueva capital 
en Agadé (nombre sumerio de la ciudad de Acad), más al norte que Sumer, que se convirtió 
en la ciudad más rica y poderosa del mundo. El pueblo nativo del norte de Sumer y sus 
conquistadores poco a poco se mezclaron, hasta convertirse en un grupo étnico y lingüístico 
conocido como acadio. A la tierra de Sumer se le dio el nombre compuesto de Sumer y Acad.
La dinastía acadia duró un siglo aproximadamente. Durante el reinado del nieto de Sargón, 
Naram-Sin (que reinó hacia 2255-2218 a.C.), los gutis, pueblo guerrero de los montes Zagros, 
saquearon y destruyeron la ciudad de Agadé. Después sojuzgaron todo Sumer dejándolo baldío.
 Después de varias generaciones los sumerios se libraron del yugo guti. De nuevo la ciudad de 
Lagash adquirió importancia, sobre todo durante el reinado de Gudea (c. 2144-2124 a.C.), 
gobernante extraordinariamente devoto y competente. Debido a que se han encontrado 
numerosas estatuas de Gudea, se ha convertido en el monarca sumerio más conocido 
para el mundo moderno. Los sumerios lograron la independencia completa de los gutis 
cuando Utu-hegal, rey de Uruk (que reinó hacia 2120-2112 a.C.), obtuvo una victoria 
decisiva después celebrada en la literatura sumeria.
Uno de los generales de Utu-hegal, Ur-Nammu (que reinó en 2113-2095 a.C.), fundó la III
 Dinastía de Ur. Además de ser un jefe militar victorioso, también fue reformador social y 
creador de un código legal que antecede al Código de Hammurabi babilonio en casi tres siglos.
 El hijo de Ur-Nammu, Shulgi (que reinó en 2095-2047 a.C.) fue un soldado de éxito, hábil 
diplomático y mecenas de la literatura. Durante su reinado florecieron las escuelas y 
academias del reino.
Antes de que comenzara el II milenio a.C., los amorreos, nómadas semíticos del desierto 
al oeste de Sumer y Acad, invadieron el reino. Poco a poco consiguieron el control de ciudades 
tan importantes como Isin y Larsa. El posterior desorden político y confusión provocaron que
 los elamitas atacaran (c. 2004 a.C.) Ur y apresaran a su último gobernante, Ibbi-Sin
 (que reinó en 2029-2004 a.C.).
Durante los siglos siguientes a la caída de Ur, se produjo una amarga lucha interna por el 
control de Sumer y Acad, primero entre Isin y Larsa, y después entre Larsa y Babilonia.
 Hammurabi de Babilonia derrotó a Rim-Sin de Larsa (que reinó hacia 1823-1763 a.C.) y
 se convirtió en gobernante exclusivo de Sumer y Acad, marcando de este modo el final 
del estado sumerio. Sin embargo, la cultura sumeria fue adoptada casi en su totalidad 
por Babilonia.
Las ciudades y reinos suméricos
Los súmeros iniciaron la vida urbana en la baja mesopotamia. En torno a sus templos de
 siete pisos se formaron las más viejas ciudades del país, tales como Ur, Uruk, Nippur. 
Fueron construidas de ladrillos, dada la escasez de piedra y de madera.
Cada ciudad y el territorio adyacente fue un reino soberano, cuyo monarca, el patesi, se
 consideraba representante o el encargado del dios principal para gobernar el país, 
vigilar el trabajo agrícola legalizar los acuerdos mercantiles, defender la propiedad y 
recolectar las ofrenda del pueblo a la divinidad.
Sumerios
Los Súmeros mantuvieron un actio comercio con los piases vecinos. 
Este comercio tuvo su centro en los templo, donde se guarda el exceso de la producción agrícola y 
se concentraban las industrias manuales, o manufacturas de armes, joyas, herramientas, perfumes, 
textiles, etc.
Las disputas por las tierras y por las aguas originaban guerras constantes entre los distintos reinos.
 Estos, por otra parte, hubieron de combatir contra los nómadas vecinos, que trataban de penetrar
 en la baja mesopotamia, atraídos por la fertilidad y riquezas creadas por el trabajo tesonero de los
 súmeros
ARQUEOLOGÍA
Antes de mediados del siglo XIX d.C., se desconocía la existencia del pueblo y lenguaje sumerios.
 Las primeras excavaciones importantes que condujeron al descubrimiento de Sumer se realizaron
 (1842-1854) en yacimientos asirios como Nínive, Dur Sharrukin (ciudad construida por Sargón II 
hacia el 706 a.C.) y Calach por los arqueólogos franceses Paul Émile Botta y Víctor Place; 
os arqueólogos británicos sir Austen Henry Layard y sir Henry Creswicke Rawlinson, 
y el arqueólogo iraquí Hormuzd Rassam. Se descubrieron miles de tablillas e inscripciones 
que databan del I milenio a.C., la mayor parte escritas en acadio. De este modo, los estudiosos
 creyeron en un principio que todas las inscripciones cuneiformes mesopotámicas estaban en
 lengua acadia. Sin embargo, Rawlinson y el clérigo irlandés Edward Hincks realizaron
 un estudio de las inscripciones y descubrieron que algunas no estaban en lengua semítica.
 En 1869 el arqueólogo francés Jules Oppert sugirió que el nombre sumerio, procedente 
del título real 'rey de Sumer y Acad', que aparecía en numerosas inscripciones, se aplicara a
l idioma.
A finales del siglo XIX y principios del XX, se realizaron excavaciones en Lagash
 por parte de arqueólogos franceses que trabajaban bajo los auspicios del Louvre, y en 
Nippur por estadounidenses bajo los auspicios de la Universidad de Pennsylvania. 
Las excavaciones francesas de Lagash se llevaron a cabo desde 1877 a 1900 
por Ernest de Sarzec; desde 1903 a 1909 por Gaston Cros; desde 1929 a 
1931 por Henri de Genouillac; y desde 1931 a 1933 por André Parrot. 
La excavaciones de Nippur fueron dirigidas (1889-1900) por John Punnett Peters, 
John Henry Haynes y Hermann Vollrat Hilprecht. Desde 1948, se llevaron a cabo 
una serie de investigaciones por parte de arqueólogos que trabajaban bajo los auspicios
 de la Universidad de Pennsylvania, el Instituto Oriental de la Universidad de Chicago y 
las Escuelas Norteamericanas de Investigación Oriental (después de 1957 completamente
 con la dirección bajo los auspicios del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago). 
Otras excavaciones se han realizado en Kis, Adab, Erech, Eridú, Eshnunna, Jemdet Nasr, 
Shuruppak, Tutub, Ur y en el tell de El-Obeid. La ciudad de regadío de Kis, situada a 
13 km al este de Babilonia en el río Éufrates, fue una de las más importantes de Sumer. 
Las intensas excavaciones desde 1922 han descubierto una inestimable colección de 
objetos de cerámica. Los arqueólogos también han desenterrado los templos de los reyes 
neobabilonios Nabucodonosor II y Nabonidus (que reinó en 556-539 a.C.) así como el 
palacio de Sargón en Acad, cuyas ruinas datan desde el III milenio a.C. 
hasta aproximadamente el año 550 a.C.
Estudio y desarrollo

Los primeros astrónomos y astrólogos fueron los sumerios. Ellos estudiaron y definieron 
los movimientos de la Luna, inventaron los doce signos del zodíaco y precisaron la duración 
del año en 365 días y 6 horas, con 12 meses lunares. En matemática, desarrollaron la división 
sexagésima del círculo y crearon un sistema de pesos y medidas. Inventaron, además, 
el ladrillo, la irrigación artificial, el arado y la rueda.
La organización política de los sumerios consistía en ciudades-Estados, las más importantes
 fueron Kish, Ur, Uruk, Umma y Lagash.
Las luchas de estas ciudades por la hegemonía política facilitaron o permitieron que fueran 
conquistadas por pueblos extranjeros.

Clima

A primer vista, Mesopotamia no parece una buena región agrícola pues su clima es seco y
 caliente. Sin embargo, cuando llega la época de las lluvias y el hielo se derrite en las lejanas
 montañas del norte, los ríos Tigris y Éufrates crecen e inundan las llanuras. Las obras de
 riego y almacenamiento permitieron controlar las inundaciones y establecer una de las
 zonas de cultivo más grandes y productivas del mundo antiguo.
La civilización de Mesopotamia no fue obra de un solo pueblo. A lo largo de 4 mil años, 
pueblos de distintos orígenes dominaron la región y fundaron reinos y ciudades deslumbrantes,
como Ur en el extremo sur, Babilonia en la parte central y Nínive, la capital de los guerreros
 asirios, en el extremo norte.
Aprovechamiento de agua
El agua de esos ríos fue aprovechada mediante complicados sistemas de canales, que
 hicieron posible el cultivo de miles de hectáreas. La alta producción agrícola y la necesidad 
del trabajo colectivo provocaron una mayor concentración de la población, el aumento 
de la riqueza y el desarrollo del comercio en gran escala con regiones alejadas. 
Fue así como algunos grandes aldeas se convirtieron en las primeras ciudades.

Es probable que la más antigua de las ciudades sea Uruk, en el sur de Mesopotamia, pero
 muy pronto crecieron otras igualmente importantes en las cercanías, y después en otras
 regiones del mundo que ofrecían condiciones favorables.

Religión

Cuando la historia comienza, la mezcla de semitas y Sumeros se ha efectuado ya hace 
mucho tiempo; la religión no ha escapado a esa mezcla. No nos encontramos frente a 
una religión sumera en estado de pureza, sino que impregnada de semitismo. Pero, 
como tampoco conocemos religión semítica de ese tiempo que esta exenta de influencias, 
la desintegración de creencias es difícil de realizar. Comparando la religión sumera 
con países asiáticos poco semitizados (Asia menor por ejemplo) se pueden reconstituir los 
cultos primitivos de la mesopotamia así como por la investigaciones de las religiones 
de piases semitas no contaminados de asianismo, (como por ejemplo Arabia).
 Pueden extraerse los rasgos escenciales de las religiones semiticas.
Los sumeros parecen haber representado a sus dioses, desde el principio, con forma humana; l
es dieron atributos capaces de reconocer su imagen y hasta llegaron a representarlos 
únicamente por sus símbolos. La naturaleza exacta de estos dioses se nos revela 
principalmente en los signos que se les consagran, en los epítetos que acompañan su nombre 
cuando se les invoca, y en los nombres propios de las personas, que con frecuencia 
son teoforos, es decir que tienen el nombre de una divinidad en su composición.
Se ve así aparecer entre los sumeros la personalidad de innata, diosa de fertilidad y fecundidad 
que preside el acrecentamiento de la familia y el ganado; entre sus atributos tiene una especie 
de vara encorvada, parte constitutiva de las chozas primitivas, que simbolizan las casas y los rediles.
El gran dios lleva en las manos ramas hojosas y floridas, y esta simbolizado por la espiga.
 Mas adelante, la diosa tomo como atributo al león, el dios al toro, y el dios joven, en quien
 se reconoce a Tammuz, tiene al caprino. En esos momentos se siente la influencia de Siria, 
cuyas divinidades asianicas “destilan”, por así decir sobre las del sur. Pero las fuerzas
 fertilizantes están sujetas a elipses; la vegetación muere en invierno para renacer en primavera
. Las religiones asianicas han imaginado la muerte del dios de vegetación, seguida de su
 resurrección después del invierno; y con frecuencia, como en Asia occidental no es el frío 
sino la sequedad del verano lo que destruye todo el verdor, distinguieron el sol de la mañana 
y la primavera que calienta la tierra, del sol implacable de medio día, que todo lo que quema 
y que engendra las epidemias; En la mesopotamia del nergal, el dios de los infiernos y de 
la peste.
La muerte anual del dios se rememora con mitos y también con fiestas. En mesopotamia, 
con la de los dioses dumuzi- Tammuz y gizzida, durante las cuales sé vestía de luto y 
se elevaban lamentaciones litúrgicas; En Siria con las celebres fiestas de Adonis; 
Entre los hititas, con el mito de telepinu durmiente, despertado por las abejas. 
La tradición sobrevivió entre los acadios; Marduk, el dios de babilonia se conservo
 como dios de fertilidad, y uno de sus emblemas es la asada. Cada año el dios desaparece, 
el pueblo y los sacerdotes se lamentan, y luego todos se regocijan por su regreso, 
después de lo cual se celebra la unión de Marduk con la diosa de la fecundidad. 
Los ritos que describen el ceremonial de esta fiesta de año nuevo, llamada akitu, 
dan la impresión de que tales episodios eran representados a la manera de los
 “misterios” medievales.
Otra consecuencia de estos cultos es la creencia en la estrecha concordancia entre el
 cielo y la tierra, y en la influencia de todo acto cumplido por los hombres para provocar 
su replica en el mundo de los dioses, y viceversa. Por eso se celebraba la unión mística 
pero también carnal del dios y la diosa, representados sea por sus estaturas, por su 
cuerpo sacerdotal. Es allí sin duda donde hay que buscar el origen de las prostituciones 
sagradas; costumbres tan extendidas en la mesopotamia como en Siria y Asia menor.
Las plegarias y los himnos insisten en el carácter vital de las divinidades primitivas; repiten 
que los dioses presiden la creciente, que mandan en las fuentes, que toda vida emana de
 ellos. Algunas divinidades secundarias heredan tal o cual de sus caracteres; 
Tales precisiones, que no hacen sino ocultarnos la idea de lo divino, no deben ocultarnos, 
sin embargo, un hecho especial: La multiplicidad de las figuras del panteón Sumero, y 
posteriormente sumerocadio es en parte ilusorio, pues muchas de ellas son solo aspectos, 
apenas diversos de un mismo principio. Se las puede reducir a una cantidad sensiblemente 
menor, como los mismos escribas mesopotamicos trataron de hacerlo en sus comentarios,
 advirtiéndonos que tal dios es en realidad tal otro.
Nos es más difícil percibirlo en la mesopotamia donde los nombres difieren mucho, que en
la región de los Hititas, en que abundan las variedades del mismo dios, distinguidas por el 
nombre de las ciudades que lo honran.
Hubo mas aun. Los semitas se asimilaron el país de Sumer y, con ese respeto instintivo 
que tienen los poderosos por las instituciones de los vencidos cuando se sienten inferiores
 a estos, conservaron el Sumero como lengua sagrada y litúrgica; adoptaron sus dioses, 
cuyos nombres tradujeron, no siempre abandonando el concepto del dios que había vaciado 
de sus sustancias al designarlo con otro vocablo, con lo cual aumento el numero de divinidades
 diferentes en apariencia pero semejantes en el fondo.
Entonces, en tiempos de la primera dinastía babilonica, el clero se esforzó por introducir
 orden en aquel desorden. Clasifico los dioses en una familia, y quedaron como grandes 
dioses los siguientes: Anu, dios del cielo; enlildel, dios de la tierra; Enki-ea, dios de las 
aguas, especialmente de las del abismo sobre el cual se creía que flotaba la tierra;
 Nergal, señor de los infiernos. Seguían los dioses de los astros: sin, la luna; Shamas, 
el sol; Ishtar, el planeta Venus. Luego en Ninurta, dios de la guerra; Marduk, promovido
 a la primera jerarquía por los babilonicos, ta como Assur se convirtió en 
el gran dios de los asirios; 
Nabu, que presidía las belas letras. No contamos ua cantidad de dioses secundarios 
provenientes con frecuencia del panteón sumerio, y de genios buenos y malos tenidos 
con frecuencia coo de origen semidivino.
En todo esto, los principios de fecundidad infertivilidad estarían bastante ausentes si no 
fuera por Ishtar, que era la misma Innina sumera y a la que ciertos textos dan como esposa 
de varios dioses y otros como “cortesana de los dioses”; por Marduk, cuyos caracteres 
agrícolas la aproximan al osiris egipcios, y por dioses como Ningirsu (transformado en niruta), 
de carácter doble como la misma Ishtar, que era a la vez diosa de la vida y señora de los
 combates. En esta frondosa complejidad, parece que el culto de los astros, cuyo avance fue
 tal que todos los dioses quedaron asimilados a estrellas o constelaciones, esa atribuible
 a los Semitas
Cultura

Originalmente parecería que la sociedad sumeria agrupaba las aldeas y ciudades alrededor de
 las ciudades mas grandes, para formar ciudades-estado controladas por un consejo de senadores 
y hombres jóvenes de rango militar bajo el liderazgo de un “señor”, más tarde el lugal, 
”hombre principal, Rey”. A la par de tales instituciones, surgió una burocracia del templo y
de los sacerdotes, que también poseían propiedades y ocasionalmente dominaba esta 
sociedad altamente organizada y “democrática”. Se pensaba que el gobierno humano reflejaba
 en la tierra lo que acontecía en el cielo. El Rey no era sino el viserregente del dios principal de
 la ciudad quien lo instalaba en el cargo y le exigía que diera cuenta de su mayordomía en el
 mismo como dispensador de la ley y la justicia. Posteriormente el gobernó a través 
gobernadores provinciales y mediante ciertas ciudades designadas para controlar 
a economía en sus relaciones con los nómadas circundantes.

Idioma

Es de carácter aglutinativo, y totalmente diferente de la lengua semita de los babilonios en 
el norte de Mesopotamia. Este idioma, sin relación conocida con ningún otro, ha sido
asignado al grupo inclasificable de lenguas turanias.
Su vocabulario ha sido, sin embargo, descifrado en gran parte mediante los silabarios y
 listas de nombres. En la actualidad se está preparando un diccionario sumerio, del que 
ya se ha publicado el primer volumen, editado por Ake W. Sjoberg y Eric Leichty 
(Universidad de Pennsylvania, 1984).
Los sumerios son la primera civilización conocida en emplear el sistema de escritura
 cuneiforme, que seria mas adelante adaptado por babilonios y asirios a sus propios
 idiomas. En lengua sumeria se han descubierto multitud de tabletas, de Erec, Ur y otras 
ciudades, entre las que se hallan fragmentos de diccionarios bilingües, vocabularios e 
incluso ejercicios de estudiantes. También se halla entre estos textos el código legislativo
 mas antiguo, del rey Ur-Nammu, que fue el primer monarca de la tercera dinastía de Ur. 
También se hallan tabletas con formulas de ungüentos y jarabes para el tratamiento de 
enfermedades, un almanaque de agricultura y las primeras fábulas conocidas con
 intervenciones de animales, antiquísimas precursoras de las Esopo.
Sumerios




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