La ficción televisiva ha reflejado a lo largo del tiempo la existencia de la masonería de forma más o menos explícita. Sirva de ejemplo la serie de dibujos animados Los Picapiedra, que reflejaba las aventuras de Pedro Picapiedra y su amigo,Pablo Mármol. Ambos vivían en Piedradura, una imposible ciudad de la Edad de Piedra en la que había elementos de vida contemporánea como coches, teléfonos y electrodomésticos. En la tercera temporada de Los Picapiedra, se emitió el capítuloLa Convención de los Búfalos, cuya trama gira entorno a las actividades de unaGran Logia de los Búfalos Mojados a la que pertenecen los dos personajes protagonistas.