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Primer encuentro de las Grandes Logias de los países Amazónicos
La historia de Iquitos, la capital de la región más extensa de nuestro Perú, ahora cercana a sus 148 años de existencia oficial, guarda una serie de acontecimientos, cuyas particularidades no se repiten en ninguna otra en nuestro país, entre una de ellas, su nacimiento, porque la mayoría de las que tienen acta de fundación, siempre la firmaron españoles venidos a partir del siglo XVI.
Iquitos, no fue fundada por españoles, sino por inmigrantes que vinieron, si bien es cierto también de Europa, no fueron, necesariamente, de aquel país. A estas orillas, llegaron desde mediados del siglo XIX, oleadas de aventureros, como ingleses, portugueses, polacos, alemanes, judíos, franceses, italianos, barbadenses, como también españoles e incluso chinos cantoneses, quienes se asentaron en las riberas de los ríos, y fundaron caseríos, que más tarde se hicieron ciudades, como Nauta, Jeberos, Contamana, Caballo Cocha e Iquitos, la que se constituyó como capital de esta región al llegar la flotilla de barcos que envió Castilla, para darle vigencia al estado peruano en estas latitudes, y contrarrestar el avance de los bandeirantes portugueses que amenazaban apropiarse de estos territorios sin custodia alguna, hecho que a pesar de todo se dieron, en áreas vírgenes, como las del Acre.
En esos años delirantes, la Amazonía era un territorio totalmente inexplorado, fabuloso e intimidante, por su vastedad, el desconocimiento de su flora y faunas, sus ingentes y míticas riquezas, su impredecible y tórrido clima, sus salvajes habitantes, etc.
La flotilla naval, enviada por Castilla, compuesta por la fragata “Arica”, el bergantín “Próspero”, los vapores “Morona” y “Pastaza”, los exploradores “Napo” y “Putumayo” y la goleta “Teresa”, acoderaron en estas orillas, el 5 de enero de 1869. Iquitos era una aldea poblada por los nativos Iquitos, entremezclados con los inmigrantes europeos que empezaban a llegar. Entre los marinos venidos en la flotilla, estaban Felipe Enrique Espinar y Federico Alzamora, masones de logias limeñas, quienes interesados en darle un perfil más definido a la ciudad, convocaron a los masones extranjeros que conocieron en el medio, franceses como Benjamín Dublé, ingleses como Timothy Smith, alemanes como William Edmonds, portugueses como Juan Suáres de Freitas, españoles como Marcial Amoedo Pinón, etc. Con quienes crearon no sólo la primera logia masónica en esta remota región, sino la primera organización social en la historia de nuestro pueblo.
Fue tan trascendente la presencia de estos hombres con una visión más moderna de las cosas, importadas de sus respectivos países, que orientaron el ordenamiento del incipiente caserío, para convertirla, mediante el primer catastro desarrollado por Enrique Espinar, en un espacio ordenado y proyectado a un desarrollo más orgánico. Al advenimiento del boom del caucho a fines del siglo XIX y los primeros 20 años del nuevo siglo, a exigencias de su explosivo desarrollo, crearon la Beneficencia Pública, la Cámara de Comercio, el Club Internacional, el Club Social Iquitos, los clubes deportivos José Pardo, Sport Loreto, Dos de Mayo, etc., entre cuyos gestores siempre estaban masones visibles de aquellos años, como Arnaldo Larrea, Nicolás Cepeda, Alejandro Newell, Guilpiano Tizón, Alejandro Martín, José María Ordosgoitia, entre otros.
El templo de la Logia “Unión Amazónica” 5-25, de la calle Nauta, fue el mayor y más imponente edificio construido en Iquitos en ese entonces, inaugurado del 6 de enero de 1908, cuya magnificencia neoclásica, constituye un parangón de trascendencia socio-cultural de nuestra ciudad, y hasta hoy, es uno de los más bellos del país.
Las páginas de sus actas centenarias, dan fe de muchos hitos históricos donde los hijos de sus canteras han puesto lo mejor de sí, por el desarrollo de nuestra sociedad, por ello sería tedioso enumerarlos, pero como muestra podemos citar a alcaldes, prefectos, políticos, funcionarios, comerciantes, industriales, militares, educadores, músicos, artistas, literatos, deportistas, congresistas y hasta un presidente de la República como fue el general Remigio Morales Bermúdez, héroe de la Guerra del Pacífico, primer profano que ingresó a sus registros.
Por ello, no sería exagerado pensar que Iquitos no sería lo que ahora es, sino hubieran puesto los masones sus capacidades, sus conocimientos, y, porque no decir, sus corazón, en el deseo de que alcance el destino que la historia le tiene asignada.
Por toda esta larga historia, es que, con mucho tino, la Gran logia de los Antiguos Libres y Aceptados Masones de la República del Perú, ha concebido, juntamente con la Logia “Unión Amazónica” de nuestra ciudad, rendir un justo homenaje en el 148 Aniversario de su fundación, cuyo nacimiento guarda en las páginas brillantes de su historia, los nombres de aquellos ilustres masones que cincelaron su gesta. Para ello, ha convocado para este 4, 5 y 6 de enero, al Primer Encuentro de las Grandes Logias de los Países Amazónicos, con la presencia de masones del Brasil, Ecuador, Colombia, Bolivia, Venezuela, Surinam, Guyana y Guyana Francesa, además de logias nacionales
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En la esperanza de que nuestra ciudad prosiga con la singular trayectoria y empuje que le señalaron sus fundadores, renovamos el espíritu de convivencia por el bienestar de nuestra cosmopolita ciudad, de nuestra gran región y de nuestra querida patria.