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Entrevista a Yolanda Alba, autora de “Masonas”

Por Félix Sastre

La periodista y escritora Yolanda Alba acaba de publicar en la editorial Almuzara un único e interesantísimo libro titulado Masonas. Hasta la publicación de esta singular obra creíamos que no habían existido masonas. Las logias no permitían mujeres en sus reuniones. La realidad era distinta y este libro ha venido a sacarnos de nuestra ignorancia.

Con trazo hábil, la escritora leonesa nos va desvelando cómo era la vida de estas masonas que se movían en un mundo machista y secreto. Su escritura es una delicia de sensibilidad que va arrojando luz sobre esas instituciones secretas que aún hoy parece que avergüenzan a sus miembros y no lo quieren reconocer en público. Después de leer el libro, un viaje a Salamanca al Archivo Nacional para ver cómo eran las logias, no debería faltar.

¿Qué sabemos, si sabemos algo, de la Masonería? ¿Cómo se puede definir a los -y las- masones?

Gracias por la pregunta ya que quiero en este ensayo a priori desterrar muchos mitos maliciosamente instaurados en la historia y asentados a lo largo de los años sobre esta orden iniciática, que tiene su origen en los gremios de canteros y constructores –como veremos también constructoras- de catedrales de la edad media y que co-desarrolló las grandes revoluciones liberales del siglo 18: Ilustración, Feminismo, Revolución Francesa e independencia americana. La Orden del Arte Real es ni más ni menos que una sociedad de personas comprometidas con valores morales y espirituales y una de las organizaciones fraternales más antiguas del mundo. A pesar de ello, la masonería es la sociedad secreta peor comprendida, sigue siendo misteriosa y mal conocida por numerosas razones: su carácter oral, desaparición de algunos de sus archivos y ese carácter discreto. Y el misterio deriva de su carácter iniciático que se desarrolla a través de su método simbólico y de sus rituales específicos. Es una verdadera escuela de pensamiento y de perfeccionamiento personal cuyo objetivo es el perfeccionamiento de la Humanidad. Lo que no es, es una religión, ni una secta, ni un partido político ni una ONG y considera que las concepciones metafísicas del ser humano son del dominio exclusivo de cada persona. Es decir, rechaza el dogma.

¿Hasta qué punto el franquismo distorsionó la realidad de la masonería?

Franco quería ser masón como su padre y su hermano, pero fue rechazado. La primera vez, siendo teniente coronel, presentó su solicitud en la logia "Lukus", de Larache. La segunda, ya en la República, y también fue rechazada su entrada en la institución. A partir de esta segunda negativa, según los testimonios de algunos de sus compañeros de armas, nació en él su obsesión antimasónica: persecución, destrucción de archivos, miedo, exilio, asesinato y 40 años de silencio, lo que produjo desconocimiento. Ser masón es, aun hoy, un enigma y masona una sorpresa. Afortunadamente comienza la visibilidad, lentamente. Precisamente, el pasado 8 de marzo -día internacional de las mujeres- un grupo de masonas ataviadas con sus bandas características desfilaron por primera vez como grupo en la manifestación en Madrid: ha sido un hecho histórico.

¿Y las mujeres masonas? ¿Tenían, tuvieron algún papel preponderante?

Hubo masonas operativas desde la edad media, ellas también fueron obreras y constructoras de catedrales como Sabine de Pierrefonds, una de las más significativas, pintora y escultora en las Notre-Dame de Estrasburgo y París. Y después del nacimiento de la masonería filosófica -en el siglo 18- y hasta hoy han sido dinamizadoras de la cultura, insurgentes revolucionarias, emperatrices, reinas, sufragistas, filósofas, médicas, amas de casa, pedagogas, escritoras, políticas, juristas, periodistas, músicas, dramaturgas, enfermeras, y etc. etc. Mujeres de todos los estatus, etnias, religiones, creencias y opciones sexuales que defendieron “lo que nos une” y no “lo que nos separa” para poder construir un mundo mejor. Y que gracias a las masonas se consiguieron entre otras conquistas, el internacionalismo, la república portuguesa, el voto femenino en España, el laborismo británico o la Cruz Roja……

Se tiende a creer que fueron las sufragistas las que lucharon por la igualdad, además de Olympe de Gougues…. ¿o fueron masonas?

La mayoría fueron masonas. La frontera no existía. El Feminismo, como nuevo principio de la realidad (que decía Marcuse) es un movimiento social y político que se inicia formalmente a principios del 18 y es ahí cuando nombres de mujeres comienzan a aparecer en ámbitos que hasta entonces les estaban vedados; es decir, se comienza a reflexionar sobre la inscripción del género de las personas en sus acciones: ello puso en duda la supuesta universalidad del arte y la cultura, puesto que los conceptos “hombre” y “humanismo” excluían a las mujeres. La razón ilustrada se consideraba neutra y objetiva, pero lo cierto es que no lo era: era una razón patriarcal cuyo único referente era el varón. La corriente feminista como discurso crítico en el contexto de la Ilustración hegemónica brotó en Francia con tal impulso que llegó a inundar los campos de la Francmasonería, en la cual aparecieron activos y denodados partidarios del reconocimiento de los derechos a la mujer para que por mérito propio pudiera entrar con plenitud de derechos en los templos masónicos (entre ellos Descartes y Condorcet). Son las mujeres quienes toman la iniciativa para su inclusión en la institución francmasónica -y en otras órdenes iniciáticas mixtas-. Estábamos ante uno de los momentos históricos más importantes para el futuro de la Humanidad, estaba germinando otra revolución que trastocaría el orden social establecido: la emancipación de las mujeres. Y era lógico que a ellas les interesara la Francmasonería debido a sus divisas fundamentales: Igualdad-Libertad-Fraternidad- y Laicidad -puesto que la religión las oprimía-. La masonería fue una de las primeras organizaciones que promovieron la sociedad civil en Europa y que posteriormente se expandió por todo el mundo, influyendo en la toma de decisiones políticas de algunas naciones europeas y en los discursos culturales y políticos de la Ilustración. Lo cierto es que Ilustración y Francmasonería, operando en el mismo espacio y tiempo se reforzaron mutuamente. La gran Olympe -que fue salonnière- llegó después, comenzó a escribir en 1784.

Volviendo al origen de la masonería operativa: el Medievo no fue una época tan oscura para las féminas. ¿Fueron más autónomas que en etapas posteriores como el Renacimiento?

Desconocemos con exactitud cómo eran las relaciones de género en las cofradías de constructores pero creo que la percepción que los masones operativos tenían de la mujer (y también de sí mismos como obreros de un arte sagrado) debía estar más próxima a la excelencia que al arquetipo construido por la literatura misógina, es decir, al oprobio. De lo contrario, a las mujeres no se les hubiese permitido acercarse al oficio y aprender sus misterios. Además, precisamente el carácter iniciático y sacro del oficio constructivo debía reforzar en las obreras un estatus femenino de excelencia, ya que se trataba de mujeres de conducta intachable (exigencia sine qua non de ingreso) con las que se compartían los misterios del Arte Real. Está claro que las cofradías de constructores, en la medida que incorporaban mujeres al arte de la construcción no participaban de la mirada radicalmente misógina de sus contemporáneos. Y es cierto que a finales de la Edad Media se constató una creciente misoginia en los derechos de gremios –debida a la influencia de la iglesia romana y la doctrina de Tomás de Aquino- que culminaría en el siglo 14 con la extrema misoginia del Humanismo, lo cual supondrá la muerte intelectual y artística de la mujer. En este contexto las mujeres comenzaron a ser desplazadas de los espacios organizados del trabajo.

¿Quién es la primera mujer que entra en una logia y cómo lo logró?
Es difícil decirlo con precisión, pero ya en 1256 aparece una referencia a Gunnilda la masona de Norwich en los registros públicos. En el siglo 13 existe constancia en Europa de la pertenencia de mujeres a logias de la Masonería Operativa. Y hubo en Buremberg entre 1439 y 1477 “nueve herreras de cobre y bronce, siete batidoras de latón y seis vidrieras”, entre otras. En 1663 la viuda Margaret Wild aparece como miembro de la Compañía de Masones de Londres. Algunas logias del período de "transición" (aquel en el que la masonería operativa pierde fuerza y van ganando terreno dentro de las logias aquellos afiliados que no ejercen el oficio) admitían la presencia de mujeres. A pesar de la creación de la Gran Logia de Londres que excluía taxativamente a participación de las mujeres en la Masonería Especulativa y según la mayoría de fuentes de la tradición masónica británica, la primera mujer francmasona fue, alrededor de 1720 Elisabeth Saint Ledger, una joven de una de las familias más antiguas de Irlanda. Iniciada en una de las primeras logias simbólicas irlandesas, llegó a ser admitida por espiar detrás de una puerta una reunión masónica y violar el secreto. Curioso. A partir de entonces, con orgullo, ella apareció en público con ropa masónica hasta su fallecimiento a los 90 años de edad, recibiendo un funeral masónico en 1775.

¿Cuantos masones hay en el mundo?

Muchos millones, nos sorprenderíamos…. Y yo creo que en nuestros tiempos y para muchos países su humanismo y sus valores de respeto y consenso pueden tener una transcendencia importante y necesariaMàs o menos se conocen los masones célebres pero no las mujeres masonas del mundo que veo fueron muy importantes al igual que sus logros…

Pues sí, el libro Masonas las saca a la Luz. Le cito algunas porque la lista es enorme: La princesa de Lamballe, Josefina Bonaparte, Josefa Ortiz Girón, Flora Tristán, Madame Blavatsky, Esmeralda Cervantes, Angels Lopez de Ayala, Marie Deraismes, Louise Michel, Annie Besant, Adelaide Cabete, Carolina Angelo, Ana de Castro, Carmen de Burgos, Consuelo Berges, Clara Campoamor, Maria Lacerda, Eleonor Roosvelt, Gabriela Mistral, Alicia Moreau de Justo, Josephine Baker, Ginette Eboué Fontaine etc...

Me han dicho que ya tiene ofertas para editar en otros países…
Ojalá…. Sí, parece que se va a traducir al portugués y al francés de momento. Almuzara lo publicará también en América - también en USA-, donde la demanda está siendo considerable, y es lógico, ya que en ese continente la Masonería es muy relevante.

Tomado de "TodoLiteratura.es"

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