María Jesus Alvarado nació meses antes de la Guerra del Pacífico entre Perú y Chile, el 27 de mayo de 1878. Sus padres fueron Cayetano Alvarado Arciniega, dueño y administrador de la hacienda Chacrabajo, y Jesús Rivera Martínez ambos, también, naturales de Chincha. Debido a los avatares de la guerra, su familia se vio obligada a vender la Hacienda y establecerse en Lima puesto que Chincha Baja pasó a ser cuartel del ejército chileno. Tiempo después se produjo la separación de los padres, Cayetano Alvarado partió a Pacasmayo para trabajar como administrador de otra hacienda, y Jesús Rivera migró a Lima con María Jesús Alvarado.
María Jesús Alvarado llegó a Lima a los 7 años, su madre, mujer culta e instruida, le inculcó la afición de la lectura, lo que influyó en su amplitud de pensamiento, Jesús (que probablemente fuese también masona) era asidua a los eventos culturales y llevó a su hija a exposiciones, conciertos y a visitar museos, permitiéndole la ampliación de sus horizontes culturales.
Como era usual por aquella época, estudió hasta tercero de educación primaria, máximo grado de estudios para mujeres, en la escuela de la Sra. Rodó. Fue la alumna más sobresaliente, por lo cual la Sra. Rodó la escogió para que escribiera y dijera el discurso de clausura cuando tenía solo 14 años de edad. Es en aquel discurso que salió a relucir sus ideas que la llevarían a luchar por los derechos de las mujeres. Entre otras cosas, se pronuncia a favor de su sexo, y clama para la mujer una educación más amplia, eficiente y profesional.
Probablemente explique el pensamiento de María Jesús, el temprano acceso al pensamiento de la Ilustración Francesa, en que el modelo femenino aunque igualmente se basaba en la maternidad, reconocía las facultades mentales de la mujer y sus habilidades aunque siempre como un valor adquirido para el bien de la familia y los hijos, para la formación de ciudadanos en beneficio de la sociedad.
Gracias a la ayuda de su hermano Lorenzo Antonino, que era Catedrático de Geología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos consigue un empleo como columnista en el diario El Comercio en 1908. Años después lo hizo en el diario La Prensa.
En 1911 expuso los fundamentos del feminismo como corriente de cambio social a nivel mundial y planteó la necesidad de otorgar igualdad de derechos civiles y políticos a las mujeres:
“El principio fundamental del feminismo es la igualdad de la potencialidad mental y de la habilidad para el trabajo del hombre y de la mujer, igualdad probada irrefutablemente por la historia, y hasta por la somera observación diaria, por cuya identidad de personalidades, es de absoluta justicia que sean iguales ante la ley, libertándose la mujer de la forzosa y muchas veces tiránica y cruel tutela del hombre, que ningún derecho tiene a ejercer supremacía en la pareja humana…”
En 1914 fundó "Evolución femenina", institución en pro de la cultura y los derechos de la mujer, que tenía como propósito propiciar el establecimiento de colegios secundarios públicos para mujeres, para la extensión de sus conocimientos prácticos para el cuidado de los niños y el manejo del hogar, proveer trabajos industriales convenientes para las mujeres, el desarrollo de la idea de que todo trabajo honesto es digno y honorable, asegurando a la mujer una igualdad civil y sus derechos, cuando se casen, de administrar sus propios asuntos financieros.
En 1915 por gestión de "Evolución femenina" se aprobó en la Cámara de Diputados del Perú el ingreso de mujeres a las Sociedades de Beneficencia Pública. En 1922 se aprobó en la Cámara de Senadores.
En 1916, se realizó, en Buenos Aires, Argentina, el Primer Congreso Panamericano del Niño, siendo María Alvarado, nombrada Presidenta de dicho evento.
Aprovechando la formación, en 1923, de una Comisión de Reforma del Código Civil del Perú de 1851, María Jesús Alvarado y "Evolución Femenina" les presentaron un petitorio en el que indicaban que al haber incursionado las mujeres en las profesiones liberales y en los diversos lugares de trabajo, era imprescindible que adquiriesen su capacidad civil. El Proyecto de Ley fue aprobado y promulgado finalmente en 1936. Las mujeres casadas dejaron de estar bajo la patria potestad del esposo. Por primera vez las mujeres del Perú podían administrar sus bienes, contratar, atestiguar, etc. Este logro es considerado el más importante para las mujeres y para toda la sociedad peruana.
En 1923 participa en la fundación de la Liga Nacional de Higiene y Profilaxis. Gestiona ante el Ministerio de Educación Pública el dictado de Puericultura en las escuelas fiscales, dando conferencias de dicho temas a las maestras. Apoyó nuevamente a comitivas indígenas que pedían se pusiese fin a las usurpaciones de sus tierras.
En 1924 debido a su apoyo a un conflicto de los campesinos y mineros contra la Ley de Conscripción Vial promulgada por el entonces Presidente Augusto B. Leguía, a la que consideraban arbitraria y los humos que emanan de la fundición de La Oroya (propiedad de la empresa norteamericana Cerro de Pasco Coooper Corp.) que estaba destruyendo alrededor de 700 hectáreas de sembríos y enfermando a personas y animales, por orden del presidente Leguía, el Instituto fue clausurado y la imprenta destruida. María Jesús fue encarcelada seis meses en la cárcel de Santo Toribio, donde fue fielmente cuidada cada noche por su sobrino Luis Alvarado.
En 1924 es forzada a un exilio en Argentina que duró 11 años. Trabajó allí como maestra y gestionó la representación de los dramas que había escrito, de profundo contenido social y moral. Sin abanderada, la corriente feminista se diluye y sus adherentes son absorbidas por los partidos políticos. Finaliza así la primera gran etapa del feminismo en la historia republicana del Perú.
1945.- El Gobierno apoyó su proyecto de creación de un Teatro Nacional. A través de Evolución Femenina solicitó al Congreso la aprobación del Proyecto de Ley que otorgaba el voto a la mujer. Debido a intereses políticos, este proyecto solo fue aprobado y promulgado en 1955 durante el gobierno del General Manuel A. Odría.
Es nombrada Concejala de la Municipalidad de Lima, donde planteó la creación de una Academia Municipal de Arte Dramático.
Desengañada por la ingratitud de muchas personas, que plagiaron sus obras y no le reconocieron la autoría de numerosas iniciativas, María Jesús Alvarado se recluyó en su pequeña casa de San Isidro (Conquistadores 580), en medio de grandes privaciones económicas, ya que el Estado le otorgaba una exigua pensión. Sin embargo continuó escribiendo esporádicos artículos y obras literarias como "Amor y Gloria", 1952. Para ello contó con la generosa colaboración de su sobrina Dora Córdova. María Alvarado nunca se casó, probablemente para dedicarse por entero a sus ideales. Falleció el 6 mayo de 1971, a la edad de 92 años.
El día 5 de Octubre del año 2012, en homenaje póstumo, fue incorporada en calidad de miembro honorario, de la Muy Respetable Gran Logia Femenina del Perú, mediante Decreto de Gran Maestría Nº 002-2-2012-GLFP.