En 1660 los miembros del Colegio Invisible fundaron la Royal Society británica, primera institución científica oficial. Durante los veintiocho años siguientes, permaneció ligada a la masonería jacobina y a los rosacruces, inasible sociedad entre cuyos adherentes y simpatizantes se contarían los grandes precursores de la ciencia experimental y del propio racionalismo, corrientes que desarrollaron en los siglos sucesivos el programa trazado por la "Fama Fraternitatis Rosaecrucis".
Cuando esta institución oficial comenzó a alejarse de sus objetivos iniciales, un notable rosacruz recordó a los miembros de la Royal Society como heredera de los trabajos realizados años antes por él y sus colegas, advirtiéndoles que, si no se trazaban metas que trascendieran el cultivo de las ciencias naturales, su obra podría acabar produciendo "una Babilonia construida no hacia el cielo sino hacia la tierra".
Su nombre era Comenius y no se trataba de un charlatán.
Amigo de Descartes, el padre del racionalismo de quien muchos sospechan su secreta filiación rosacruz, la Unesco le reconocerá como su pionero y como genial anticipador de la pedagogía moderna.
Basándose en las utopías descritas por Francis Bacon y Campanella, sus hermanos en la tradición hermética, entre otras cosas propuso: la unificación del saber y la universalidad de su propagación, bajo la dirección de una academia de sabios; la creación de un parlamento y de otras instituciones que acabaran con los males de la humanidad; y todo ello como parte de un plan de reforma universal en línea con la utopía rosacruz.
En cualquier caso, este vínculo de las sociedades secretas con la Revolución Científica de la Era Moderna, que abarca los siglos XVII y XVIII, incluye también a otra figura destacada que los "dossiers secrets" del Priorato de Sión consideran uno de sus Grandes Maestres.
Nos referimos a Isaac Newton, fundador de la física clásica con sus "Principia Mathematica".
Es verdad que no existen pruebas definitivas que demuestren que Newton perteneció a una sociedad secreta, pero también lo es que sí pueden aducirse numerosos indicios circunstanciales que hacen creíble una filiación de este tipo.
Entre dichos indicios destacan los siguientes hechos:
-Newton era un heterodoxo que sustentaba ideas próximas al arrianismo, en la misma tradición que Miguel Servet: rechazaba el dogma trinitario y concebía el mundo como un alambique de principios divinos y matemáticos.
-También dedicó mucho tiempo y esfuerzo al estudio de las antiguas monarquías, convencido de la primacía de Israel, pero también del legado egipcio.
-Investigó detalladamente toda la información disponible sobre el Templo de Jerusalén.
-Numerosos escritos suyos están dedicados a la búsqueda de un código secreto de la Biblia, sobre todo a través del Libro de Daniel y del Apocalipsis de San Juan. Estaba convencido de que el alfabeto hebreo había sido empleado como una forma de comunicar mensajes cifrados, siguiendo así uno de los axiomas de la Cábala hebraica.
-También dedicó varias decenas de obras al estudio de temas esotéricos, alquímicos y teológicos.
-Entre sus relaciones cabe destacar que mantuvo estrechos vínculos con los camisardos refugiados en Inglaterra para huir de la persecución en su Francia natal. Estos herejes del sur de Francia podrían haber sido herederos de los cátaros y hay autores que les identifican como los descendientes de los últimos resistentes de Montsegur frente a los ejércitos de la Iglesia al final de la cruzada albigense.
© Pedro Aguilera. (4 - 6 - 2015).
