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EL GÉNESIS RECONSTRUIDO













Esta tradición llamada Kabala, era patrimonio de los Esenios que la transmitían secretamente a los iniciados, pero este sentido verdadero, fue completamente extraviado después del cautiverio de Babilonia.
Así pues, los hebreos transformados en judíos seis siglos antes de Cristo, no hablaban ni comprendían ya su lengua original. Empleaban un dialecto arameo, formados por lareunión de varios idiomas de Asiría y Fenicia, que según d’Herbelot, era el puro caldeo. Jesús enseñó su doctrina en arameo, estando entre los judíos.
También los poseedores del Libro tuvieron violentas disputas sobre las diversas interpretaciones que se daban al Génesis. Unos pretendían poseer la ley oral dada en secreto por Moisés, otros negaban la existencia de esta ley, rechazando toda ciase de tradiciones y querían que se atuviese a las explicaciones más literales y materiales.
De estas disputas nacieron dos sectas. La primera, la de los fariseos, fue la más numerosa y admitía el sentido espiritual del Génesis. La segunda, la de los saduceos, consideraba fábulas todas las tradiciones, negaba la inmortalidad del alma, creyéndola como consecuencia de la organización del cuerpo que debía desaparecer con él.
Entre estas dos sectas se formó una tercera menos numerosa; pero mucho más instruida. Esta conservó la letra y el sentido: la letra para el exterior y el sentido de la tradición y la ley oral, para el secreto de Santuario.
Esta tercera se componía de Esenios que vivían lejos de las sociedades particulares y de las ciudades y se aplicaban en gran manera a la moral y al estudio de la naturaleza. Los Esenios se instalaron en Egipto y muchos miembros de ellos frecuentaban reuniones judías. Su retiro fue en los alrededores de Alejandría, hacia el lago y el monte Mona (nombre conocido y familiar para todos los místicos y ocultistas).
Entonces la ley oral de Moisés se conservó entre los Esenios mientras que los fariseos se contentaban con sus Targumes (comentarios) muy lejos del sentido interno, como se lo reprochaba Jesús en todo momento.
Nuevamente el idioma de Jerusalem sufre otro cambio con los Seleucidas, después de la muerte de Alejandro y sus capitanes. Este cambio lo aleja cada vez más del hebreo, y la lengua griega fue llevada por los conquistadores a todas partes. El Libro de Moisés desfigurado ya por los comentarios, va a desaparecer completamente en la versión de los griegos.
Después la historia siempre generosa con sus dones nos regala la famosa versión de los judíos helenistas, llamada vulgarmente, versión de los Setenta.
Nadie nos dice que si los setenta intérpretes estaban o no en celdas separadas, mientras trabajaban en dicha obra y en fin, si estos intérpretes serian profetas o simples traductores.
Fabre D'Olivet dice: Es muy dudoso que fueran en número de setenta para terminar este trabajo. El nombre de versión de los setenta, procede de otra circunstancia que referiré:
El Talmud asegura que sólo fueron cinco los intérpretes, lo que es casi probable, pues se sabe que Ptolomeo no mandó traducir sino los cinco libros de Moisés. Pues el sanhedrin acogió la demanda; y como este tribunal se encontraba entonces compuesto de setenta jueces, de conformidad con la ley, dicha versión recibió por ello, el nombre de "Versión de los Setenta"; es decir: aprobada por ellos.
Mas como dice Bossuet, el resto de los libros sagrados fue traducido al griego expresamente para uso de los judíos diseminados por Egipto y Grecia, aquellos que se habían olvidado del hebreo y el caldeo. Tal es el origen de la 'Biblia, Es una copia en lengua griega de las escrituras hebreas, donde se conservan las formas materiales para aquellos que no ven nada más allá, ni pudieran sospechar sus formas espirituales. Solamente los Esenios fueron los únicos que poseían el verdadero sentido del Sefer de Moisés.
En este estado de ignorancia, fue cuando la Providencia, queriendo cambiar la faz del mundo, mandó a Jesús. Un nuevo culto nació; el cristianismo se extendió, se elevó e invadió Asia, África y Europa. Los cristianos empapados por la doctrina de Cristo, anatematizaban las formas groseras y exteriores del texto Bíblico. Entre ellos podemos citar a: Valentín, Basilido, Marción, Apeles, Bardesán, y Manes, el más terrible enemigo de la Biblia.
Todos trataban de impío al autor de un libro, en el que el Ser bueno por excelencia estaba representado como el autor del mal, y este Ser crea sin objeto, escoge arbitrariamente, se arrepiente, se irrita, y castiga la posterioridad inocente, por la culpa de uno solo, al cual preparó la caída, etcétera... Unos patriarcas acusaban a los judíos de haber llenado los libros de Moisés, de cosas falsas e injuriosas de la Divinidad.
San Agustín, convenía en que el sentido literal de los tres primeros capítulos del Génesis atribuye cosas indignas de Dios. Orígenes creía que la historia de la creación tomada al pie de la letra es absurda y contradictoria.
San Jerónimo vio también la horrible imperfección de la versión de los helenistas, y quiso remediarla y hubiera remediado el mal, pero tuvo miedo de causar un escándalo parecido al de Marción o al de Manes. Tomó un maestro rabino de la escuela de Tiberíades y comenzó a estudiar el verdadero hebreo, para recurrir al texto original del Génesis.
Entonces la Iglesia lanzó el grito de indignación. San Agustín y Baffin atacan sin miramientos a San Jerónimo, quien viéndose el blanco de estas borrascas, se arrepiente de haber dicho que la versión de los setenta era mala, tergiversa diciendo, que el texto hebreo está corrompido.
San Agustín se aviene en que la versión de los setenta es con frecuencia incomprensible; y que la providencia de Dios permitió tales traducciones de esta manera, para las naciones que debían abrazar la religión cristiana.
Esta es la traducción latina denominada Vulgata. El concilio de Trento, declaró auténtica dicha traducción, sin hacerla infalible; sin embargo, la Inquisición la ha sostenido con toda la fuerza de sus argumentos convincentes, que fueron propios.
Luego Martín Lutero que decía que los helenistas son unos ignorantes, copió a San Jerónimo y no pudo desprenderse del origen griego, y del latín, ni antes ni después de la reforma.
La Biblia contiene cuatro mil errores según los enemigos y amigos del libro, pero nadie ha podido corregir estos errores porque el texto original está perdido con la pérdida de la lengua hebrea, desde "hace 25 siglos y el sentido del Génesis sigue oscuro y cualquiera que sea la lengua a que se vierte, es siempre la versión helenista que se traduce.
Es imposible salirse de este círculo vicioso, porque existen muchos motivos para no poder restablecer la lengua hebrea perdida a sus principios originales; y, de esta manera, desde hace más de tres mil años, permanecieron ocultos los tesoros acumulados por la sabiduría de los Egipcios.
El Génesis es el proceso del desarrollo de las fuerzas espirituales en el hombre y no es la creación del mundo material, pese a todos los exégetas reformistas y seudo escuelas, que pretenden haber encontrado las llaves de los misterios. Los personajes del Génesis no son fases materiales ni humanas de la evolución, sino un resumen simbólico de la Evolución.
Dr. JORGE ADOUM (Mago Jefa)


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