¡VOLVIMOS!
Visitenos en nuestra nueva dirección web
FENIX-news Desde 1992

El masón y el mundo profano.

 

PROFANO Y MASON


QQ:.HH:. Todos,



El masón y el mundo profano.



Reza el ritual de Primer Grado: “La Francmasonería tiene como fin luchar contra la ignorancia en todas sus formas. Es una escuela mutua cuyo programa se resume así: obedecer las leyes del propio país, vivir con honor, practicar la justicia, amar a los semejantes, trabajar sin desaliento por el bien de la Humanidad y perseguir su emancipación progresiva y pacífica”.


Propongo esa noche a los hermanos, introducir en nuestro pensamiento los primeros pasos sobre el estudio del comportamiento del masón en un mundo profano donde predomina lo material siendo relegado a una esquina oscura y lejana del Universo máxima creación de GADU: el hombre.


Los masones: ¿Estamos ajenos a su influencia? ¿Estos muros nos protegen de la vida mundana? ¿Cómo debemos de actuar los masones en ese mundo?


A mi humilde entender ninguno de nosotros estamos ajenos a ese mundo material porque allí se desarrolla nuestra vida cotidiana.


Estos muros no nos protegen sino que nos brindan las herramientas necesarias para hacerla frente. Cada uno de ellas tiene un significado y función específica que nos encamina hacia la verdad, aquella verdad que nos hará libre.


Cuando comenzamos a entender y comprender cada uno de los signos y de las alegorías contenidos en esta cuatro paredes, cuando el velo de Isis comienza a caer para mostrarnos la verdad que ellas encierran, aparecen en nuestra conciencia reclamaciones para un cambio en nuestro pensar, en nuestro actuar. Es en ese momento en que nos cuestionamos la persona que somos y lo ciego que estábamos. Es en este momento donde se hace presente el cuadro mosaico con sus tradicionales cuadrados blanco y negro o viceversa.


Como seres humanos somos imperfectos. Tenemos en nuestra sangre  imperfecciones provenientes desde los tiempos de Adam y Eva. Imperfecciones tantas veces practicadas que se convirtieron en perfectas, en naturales, en propias de nuestro ser.


Como bien sabemos, la masonería es una institución esencialmente filosófica, filantrópica, mística, esotérica y progresista. Es una escuela, es una facultad, es una universidad, es… simplemente hermosa.


Una vez a la semana, ingresado en esta cueva rica en alegorías, forjamos nuestro temple para hacer frente a las adversidades. Es el martillo que no deja de golpear la piedra bruta en  busca de su pulimiento. En algunos hermanos su labor es constante y sin parar. En otros se toma unas vacaciones para luego resurgir como el Ave Fénix y remontar vuelo en busca de la Luz. Es la perseverancia, es nuestro ímpetu que se opone a los obstáculos contenidos en nuestro camino y perfectamente graficados en los viajes constantes que hacemos como eternos aprendices.


Como hijos de la Luz y caminando hacia ella, debemos de actuar de acuerdo a los principios de la Orden. Tenemos derechos y obligaciones pero sobre todo, tenemos responsabilidades por los actos realizados. Esto nos obliga a ser prudente y se es prudente cuando actuamos por medio de la razón.


Acordémonos siempre el significado de los pasos del Aprendiz. Caminamos hacia el Oriente con el pie derecho pesado porque en él están contenidos los vicios traídos del pasado los cuales, serán controlados en el futuro por el uso correcto y eficiente de cada una de las herramientas.


Nosotros hermanos somos fuertes. Nuestra fuerza se nutre del  empeño puesto en seguir a pesar de los reveses y de la mesura puesta en cada paso dado. Cada golpe recibido, cada vez que nos levantamos, moldeamos nuestro carácter. Nuestra piedra bruta, nuestro yo interior, va puliéndose y nuestra fuerza se transforma en energía, en valor.


El mundo material que nos cobija la mayor parte de nuestra existencia nos expone situaciones a las cuales consideramos injustas y contrarios a la razón humana.  Si la justicia es dar a cada uno lo suyo, ¿Por qué esta desigualdad? ¿Por qué se quiebra el mosaico, el equilibrio? No somos jueces pero si actores fundamentales para restituir la armonía por medio de nuestra labor realizada con sabiduría, fuerza y belleza.


QQ:.HH:. como masones somos contrincantes del crimen, de la violencia, de la injusticia. No somos ingenuos porque tenemos los conocimientos necesarios para hacerles frente. Debemos de portar nuestra espada con la punta hacia abajo como símbolo de defensa pero no tengamos miedo en levantarla en defensa del conocimiento, del saber, a fin de derrotar a la ignorancia, huésped del cuerpo visible integrante del mundo profano. Al mismo tiempo, con nuestra diestra trabajemos a fin de convertirnos en una de las piedras del Templo de la Virtud que mora en nuestro interior y espera con ansiedad ver la luz por el bien de la humanidad.


He dicho V:.M:.


 M:.M:. Carlos E. Levi B.

COMICs