Para abordar el tema convocado hoy, se me hace necesario ambientarlos en primer lugar con su definición. El término Filosofía de origen griego, se compone de dos vocablos:?philos?("amor") y?sophia?("pensamiento, sabiduría, conocimiento"). Por lo tanto, es viable argumentar que la?filosofía?es el?"amor por el conocimiento".
En consecuencia, algunos han denominado ?filosofía, a la?reflexión metódica?que refleja la articulación del conocimiento y los límites de la existencia y de los modos de ser. También, se podría decir que, filósofo, por su parte, es un individuo que busca el saber por el saber mismo, sin un fin pragmático, que lo mueve la curiosidad e investiga acerca de los últimos fundamentos de la realidad y que el acto de filosofar es intrínseco a la condición humana, dado que es una actitud natural del hombre en relación al universo y a su propio ser. Me pregunto, ¿es el Masón filósofo? Cada uno de ustedes Q:. Hn:. Asumirá su propia respuesta.
Mis reflexiones sobre el fundamento filosófico del primer grado masónico.
Los seres humanos, hemos prestado mucha atención en nuestra capacidad de observar aquello que nos rodea, pero, somos profundamente ignorantes con respecto a nosotros mismos, por consiguiente, cada uno suele ser para sí mismo uno de los mayores misterios que enfrenta. Aceptar el misterio que somos y seguiremos siendo, no debe impedir el reconocer simultáneamente que podemos avanzar y mucho, en la capacidad de conocernos mejor y no como un asunto de mera curiosidad o de vanidad personal. Es más, al hacerlo, tenemos muy altas probabilidades de descubrir aspectos de nosotros mismos que no solo nos sorprenderán, sino que posiblemente, nos asustarán o avergonzarán, y es precisamente ese el desafío al que nos debemos enfrentar, reconocer que desarrollamos el hábito de idealizarnos y con ello distorsionamos nuestra mirada sobre nosotros mismos.
Entonces, sí esto es posible, ¿para qué empecinarnos en conocernos mejor? Por varias razones: una de ellas podría ser, que el conocernos mejor nos ayudará a vivir mejor, y así muchas otras, pero considero que una muy importante es que la vida no nos está dada tan sólo para ser vivida, sino que nos proporciona la oportunidad de inventarnos a nosotros mismos y para comprender que lo que nos pasa tiene más que ver con cómo somos, con lo que somos capaces de ver y de no ver, es decir, con nuestra capacidad de aprendizaje la que se convierte en nuestra propia capacidad de intervención y por ende nuestra principal herramienta para evitar convertirnos en una víctima de la vida. Con esta capacidad de intervención podemos intervenir no sólo en nuestro entorno, sino en nosotros mismos, por lo tanto tenemos el poder no sólo de conocernos, sino de reinventarnos a nosotros mismos, Nietzsche, dice: "Cada uno debiera desarrollar la capacidad de hacer de sí mismo su obra de arte." Por ello, lo sepamos o no, los seres humanos somos artistas que nos creamos a nosotros mismos, y lo sepamos o no, nuestras vidas remiten a nosotros mismos. Pero para hacerlo y para asumir esta responsabilidad que la vida misma nos impone, es preciso aprender primero a conocernos.
Es pues, el aprendizaje, la gran palanca de nuestra libertad, de nuestra capacidad de estar en un proceso constante de transformación, de conocimiento de sí mismo y de auto invención. Por ello, no podría haber mejor denominación para el primer grado masónico, que el de Aprendiz, condición que nos deberá acompañar permanentemente en nuestra construcción del templo interior.
Ahora, quiero hacer alusión a dos filósofos que me inspiran para la construcción de este trazado: En primer lugar Heidegger, al responder la pregunta por el ser, gira entorno a la noción del Dasein, que permite entenderla como el ser en el mundo. El ser que define este filósofo no es el ser abstracto de Parménides o aquel que encontramos en Platón o Aristóteles, sino por aquel ser que es capaz de preguntarse por el ser, es decir por el ser humano. Heidegger, nos dice que los seres humanos tenemos una particular forma de estar en el mundo y que no es posible separar el ser que somos, del mundo que tal ser constituye, es decir que, ser y mundo están indisociablemente unidos y cualquier modificación en uno de estos términos implica un cambio en el otro.
El otro pensamiento que convoco es el de Martín Buber, su obra filosófica busca instituir relaciones humanas basadas en la disposición de honrar al otro en su diferencia y, por lo tanto, centrada en un profundo respeto. Buber, nos dice que los seres humanos somos seres dialógicos, seres que nos constituimos en el tipo particular de ser que somos, a través del diálogo y son tres sus ejes: los cito de manera muy simplificada. El primero: nuestras conversaciones, con los otros seres humanos, es decir, nuestras relaciones, el segundo, las conversaciones que mantenemos con nosotros mismos, es decir nuestras reflexiones y la tercera, juega un papel fundamental en nuestra capacidad de conferir sentido a la vida; es la conversación que todo ser humano desarrolla con el misterio de la vida y que algunos denominan, conversaciones con Dios, para Buber, Dios, es la expresión que asume en los seres humanos el misterio de la vida.
Y ¿ qué tiene que ver todo lo dicho con la masonería? , pues bien, como lo dice Heidegger, somos Daseins, seres en el mundo, pero además de acuerdo con la filosofía de Buber, también somos seres dialógicos, que nos relacionamos pero sobre todo, reflexionamos sobre el misterio de la vida, y también, como lo dice Platón, trabajamos por conocernos a nosotros mismos.
Nuestro método de trabajo , representa uno de los mejores instrumentos de perfeccionamiento humano, ( con su permiso, digo de conocimiento de nosotros mismos) esto nos lo dice nuestra Declaración General de la Constitución Internacional de la orden Mixta Internacional Le Droit Humain (El Derecho Humano) por ello tenemos como base tres criterios: El camino masónico e iniciático, la apertura al mundo y la discreción, y para ello debemos observar siete reglas : la tolerancia, el respeto a sí mismo y a los demás, el amor a la libertad, el sentido de la solidaridad, el afán de justicia, el deseo del progreso humano y la práctica de la fraternidad.
El camino masónico, lo hacemos apoyados en el estudio de las tradiciones y de los símbolos, para cada grado establecidos. Esto implica, una búsqueda permanente y un volverse a cuestionar continuo, el ritual mismo, Jean Maisonneuve, piensa que las mayores funciones del ritual son de tres tipos, Función de dominio de lo movible y de seguridad contra la angustia, función de mediación con lo divino o algunas formas y valores ocultas o ideales y función de comunicación y de regulación. El iniciado no puede hacerse sin un esfuerzo continuo y sin asumir sus responsabilidades, hacia sí mismo, sus allegados, toda la sociedad humana y su medio ambiente, estas responsabilidades abarcan, además la del conocimiento, la educación, el compromiso político en la defensa y el desarrollo de las libertades, la defensa del medio ambiente y contra los desvíos científicos destructivos.
El camino que ha de tomar el iniciado, se encuentra codificado, trazado en los rituales, la Constitución Internacional y los reglamentos de cada Federación y Logia.
Con respecto a la apertura al mundo, los masones estamos en él, somos Dasein, pero como dijo el profesor Albert Jacquard, en una ponencia, " Para hacer un hombre, hacen falta hombres" Sin los demás, el hermano o la hermana de El Derecho Humano no tiene razón de ser. Y este principio se cumple cuando fraternizamos con los hermanos de otros países y de hecho, somos convocados a coloquios internacionales.
En cuanto a la discreción, por naturaleza y costumbre la orden se mantiene discreta. Únicamente a título individual sus miembros se implican en acciones profanas. Sin embargo como estructura El Derecho Humano se pronuncia ante acontecimientos que agitan el mundo, por su misma connotación, da la mayor importancia al interés superior del género humano.
Ahora bien, QQ:. HH:. Aprendices, únicamente por medio del esfuerzo personal, con el estudio, la reflexión y la aplicación individual, puede uno llegar al sentido esotérico de la verdad, a la Doctrina Interior que se oculta en el simbolismo y en las formas externas. Esta Doctrina Interior es el verdadero secreto masónico. Ustedes tienen la gran palanca para la libertad y el conocimiento de sí mismos, El aprendizaje, y recuerden que va acompañado del silencio porque como dijo Pitágoras, El camino de la sabiduría es el silencio, escucha y serás sabio. Deberán esforzarse en reconocer y en encontrar los Principios que los rigen y a los cuales obedecen, Así como el artista no será digno de tal nombre hasta que el arte, del que ha aprendido el dominio puramente técnico o formal, no sea capaz de expresar su propia vida y sus sentimientos interiores, ustedes deben hacerse dignos de la construcción ?de su vida, la cual es el lienzo.
QQ:.HH:. quiero cerrar con el pensamiento de uno de los fundadores de la Masonería Mixta Georges Martín, Él pensaba que la Masonería había pasado por fases diferentes en función del grado de evolución de los pueblos. En la Edad Media , Operativa, ( antiguos gremios de constructores, que se agrupaban para defender sus derechos y preservar sus conocimientos en una era de oscuridad) en el Renacimiento Especulativa (las agrupaciones de constructores pero que tuvieron importancia capital en la edad media, artífices de construcción de las más bellas catedrales románticas y góticas en Europa) y en la Edad Moderna, estaba pendiente, en ese entonces, abordar la fase Mixta" a continuación, la cita:
"Pensar bien, decir bien, buscar la verdad, practicar la libertad, la igualdad, la fraternidad, la justicia y la solidaridad; amar al prójimo, ayudarle en todas las circunstancias de la vida, tales son los principios y las máximas que la Francmasonería mixta desarrolla o enseña en sus logias recomendando a sus miembros extenderlas y generalizarlas a su alrededor… El Derecho Humano, proclamado por la Francmasonería mixta es el Derecho eterno, el que primará sobre los derechos del hombre y del ciudadano".
Considero que esta es la filosofía, para el grado de Aprendiz y que nos acompañará en el camino masónico o iniciático.
Es mi palabra