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Brexit, Unión Europea, Paz y la Masonería


brexitPor Milton Arrieta López, 33°


El referendo del 23 de junio de 2016 le dio la victoria al Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea) con un 52 por ciento de los votos frente a 48 por ciento que eligió el “remain” (quedarse), sobre lo anterior se obtuvo una diferencia de 1.1 millones a favor del “leave” (irse).



Miles de economistas, politólogos e internacionalistas de todo el mundo han aportado sus conceptos sobre las consecuencias económicas, políticas y jurídicas del Brexit, la gran mayoría de estas percepciones concluyen en cierto panorama de oscuridad para Europa y el Reino Unido.


Sin embargo de lo anterior, más allá de las consecuencias económicas, políticas y jurídicas del Brexit en el corto y largo plazo, hay un tema subyacente del que se ha discernido con poca profundidad y no es otro que la estabilidad mundial (no solo europea) en términos de paz.


Probablemente no existe un continente que en la historia haya sido tan guerrerista como el europeo, desde la disolución del Imperio romano Europa ha conocido poco más de medio siglo consecutivo de paz, el mismo tiempo en el que se logró la edificación de la Unión Europea.


La Unión Europea no es una institución perfecta, es una institución artificial o si se quiere, una ficción jurídica multiétnica y multilingüe que pretendió la construcción de una Europa unida y en paz bajo la consideración de los valores comunes europeos, para la consecución de un destino común: el progreso de todos, en un mundo cada vez más complejo y hostil en términos geopolíticos.


El germen de la Unión Europea se comenzó a plantar mucho antes de la segunda guerra mundial por auténticos visionarios que entendieron que la construcción de la paz iba de la mano a la unión de los pueblos, el más connotado de esos visionarios fue Aristide Briand, primer ministro de Francia y masón del Gran Oriente de Francia, iniciado en la Logia Le Trait d’Union de Saint-Nazaire, fue uno de los primeros en defender la idea de “Los Estados Unidos de Europa” que explicó en un discurso el 5 de septiembre de 1929 en la X Asamblea de la Sociedad de Naciones, por lo cual Briand es considerado como el artífice ideológico de la actual Unión Europea.



En el discurso de 1929 Aristide Briand concluiría lo siguiente: “Entre los pueblos que están geográficamente agrupados debe existir un vínculo federal; estos pueblos deben tener la posibilidad de entrar en contacto, de discutir sus intereses, de adoptar resoluciones comunes, de establecer entre ellos un lazo de solidaridad, que les permita hacer frente a las circunstancias graves.”


Durante la violencia inhumana de la segunda guerra mundial, el masón Carl von Ossietzky iniciado en Logia liberal Menschentum (Humanidad) de la Freimaurerbund zur aufgehenden Sonne (Unión de Francmasones del Sol Naciente), obediencia de masonería liberal clausurada por Hitler, fue galardonado con el premio nobel de paz por defender el ideal de la paz mundial a través de la hermandad y unión de los pueblos, el régimen nazi por lo anterior lo encarceló y tiempo después murió en la soledad de la prisión sin poder reclamar su premio nobel.


Uno de los padres fundadores de la Unión Europea, fue nada menos que el primer ministro inglés y masón de la Gran Logia Unida de Inglaterra Winston Churchill, iniciado en la Logia Studholme No.1591, quien defendió la idea de los “Estados Unidos de Europa” ante el horror de la segunda guerra mundial, Churchill estaba convencido que solo una Europa unida podría garantizar la paz entre las naciones del mundo.


En 1946 Winston Churchill pronunció un discurso en la Universidad de Zúrich en el que concluía lo siguiente: “Existe un remedio que… en pocos años podría hacer a toda Europa… libre y… feliz. Consiste en volver a crear la familia europea, o al menos la parte de ella que podamos, y dotarla de una estructura bajo la cual pueda vivir en paz, seguridad y libertad. Debemos construir una especie de Estados Unidos de Europa.”


A esta cruzada por la unión de Europa se adhirieron otros grandes masones, como el italiano Randolfo Pacciardi, masón del Gran Oriente de Italia, iniciado en la Logia Ombrone, Pacciardi fue un abogado, político y vehemente antifascista italiano, veterano de la Primera Guerra Mundial y de la Guerra Civil Española, donde luchó contra el régimen fascista de Francisco Franco en el Batallón Italiano Garibaldi por la defensa de la ciudad de Madrid, consolidó a Italia dentro del ámbito internacional pacifista, en la ONU y en la OTAN, además fue un fuerte defensor de “la Unión de los Estados Europeos”.


Uno de los más grandes defensores del integracionismo fue el masón Paul Ramadier del Gran Oriente de Francia, iniciado en la Logia Parfaite Union, Ramadier fue primer ministro francés de la IV República Francesa. En mayo de 1948 Ramadier propendió con ímpetu por la creación de los Estados Unidos de Europa, presidió la comisión más relevante de la Haya, creada en el Congreso de Europa, por el Comité Internacional para la Unidad de Europa, donde formuló sus propuestas funcionalistas y la necesidad de crear una Asamblea de Europa.


Sin embargo de lo anterior, uno de los grandes artífices de la materialización del ideal integracionista europeo fue el presidente de Francia y masón Guy Mollet iniciado en la Logia La Conscience del Gran Oriente de Francia, Mollet fue un destacado político y ardiente partidario de la consolidación de la Comunidad Europea, ocupó también un puesto destacado como delegado de su país en el Consejo de Europa desde 1954 hasta 1956. Durante su mandato como presidente se reconoció la independencia de Marruecos y de Túnez, se produjo la nacionalización del canal de Suez (julio de 1956), pero lo más positivo de su gobierno fue la firma del Tratado de la Comunidad Económica Europea; Mollet estaba convencido de la necesidad de lograr la integración económica, incluyendo un mercado común y la unión aduanera de Europa; también firmó el Tratado de la Comunidad Europea de la Energía Atómica, con el fin de coordinar los programas de investigación de los Estados miembros para una utilización pacífica de la energía nuclear.




Si el lector del presente artículo está interesado en profundizar sobre la relación entre francmasones y las instituciones internacionales, puede consultar mi libro: Los masones en el mundo: Geopolítica masónica. Editorial Almuzara. España. 2016



Así, desde la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (Tratado de París de 1951) pasando por la Comunidad Económica Europea (Tratado de Roma de 1957) se logró finalmente la construcción de la Unión Europea (Tratado de la Unión Europea de 1993), una lección de integración para el mundo entero.
Las razones del Brexit las ha dilucidado muy bien Michael Reid, editor senior de la revista británica “The Economist” quien explicó los dos motivos sustanciales del apoyo popular al Brexit.


En primer lugar la migración europea: el Reino Unido ha recibido varios millones de inmigrantes en los últimos 20 años, aunque no representan una carga para la nación británica porque aportan a la economía, el integracionismo ha sido un tema complejo pues cierta población británica no se siente a gusto con ello.


En segundo lugar la idea de perdida de la soberanía por pertenecer a la Unión Europea: Según Reid en cuanto a la percepción de muchos británicos creen que el Reino Unido no es como antes, los partidarios del Brexit venden la idea de que el Reino Unido es un país extraordinario y exitoso mientras sea una nación independiente (asilada) y que puede florecer por fuera de la Unión Europea, Reid continua diciendo que en la práctica todo eso es una historia de mentiras y fantasías, porque los partidarios del Brexit no tienen en cuenta los beneficios del libre comercio e integración con la Unión Europea.


Sobre lo anterior se infiere que los partidarios del Brexit creen en el dogma de los lazos tribales, de las soberanías y del aislacionismo prospero versus el integracionismo solidario, sin embargo es simplemente una mera percepción subjetiva, una salida “fácil” muy especulativa porque todo modelo solidario implica un esfuerzo mayor al que supone el tomar y salir en que se sustenta el neoliberalismo de los partidos nacionalistas, precisamente en el pasado estas actitudes egoístas desencadenaron conflictos bélicos de gran trascendencia.


La Unión Europea es símbolo de muchas cosas, tal vez para mí el más importante de todos esos símbolos es el de la paz, una paz real y manifestada por más de medio siglo en una región vital para la humanidad. Europa históricamente cultivó en su propio suelo a enemigosancestrales, que al menos en dos ocasiones pusieron en riesgo la toda la humanidad con sus grandes guerras, sin embargo desde hace 70 años la Unión Europea nos acostumbró a todos a la idea materializada de la paz y de la fraternidad de los pueblos.




Es que la Unión Europea era eso: paz y fraternidad entre 28 países muy distintos, no un Imperio construido con el sufrimiento y mantenido por la violencia. Espero que la cadena de unión europea no se siga rompiendo, pues cada eslabón suelto al buscar sus propios intereses puede desestabilizar una región que como escribí anteriormente es vital para la Humanidad.



CLIPSAS, un ejemplo de integracionismo masónico, es una organización internacional masónica que agrupa a 90 obediencias liberales de 35 países, que pertenece al Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, actualmente está luchando por la consecución del derecho humano a la paz mediante la presentación próxima de un Proyecto de Declaración ante la Asamblea General de Naciones Unidas. (Período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos en julio de 2016)


No ha sido la única vez que se ha tratado de instaurar el derecho humano a la paz, en marzo de 1998 la UNESCO convocó a representantes de 120 Estados miembros para debatir la viabilidad de un proyecto de Declaración sobre el derecho del ser humano a la paz, los presentes generalmente coincidieron en que la paz es una aspiración universal, sin embargo el proyecto no salió a flote debido una la oposición minoritaria principalmente comandada por tres Estados: Estados Unidos, el Reino Unido y Rusia.


El derecho humano a la paz pretende obligar al factor ético del pacifismo, no entendido como quietud y pasividad o la aceptación de una situación injusta sino por el contrario implica la defensa del valor ético, humano y social de la paz, usando todos los medios lícitos de un nuevo derecho internacional que se estructure a partir del reconocimiento de la paz como derecho humano universal.


Hay algo más que quisiera agregar, es algo en lo que creo profundamente: existe una masonería que le apostó al integracionismo desde mediados del siglo XIX, pero no solo de Europa sino de toda la humanidad, una masonería que propendió por el único universalismo: la unión de los diferentes, fundamentada esencialmente en un hecho fáctico: el método masónico funciona en todos por igual, sin importar el género, la condición económica, social o las creencias particulares de cada quien, a esa masonería se le conoce con el nombre de liberal o continental europea, modernamente se le han adjudicado otros adjetivos descriptivos como: progresista y adogmática, este último adjetivo calificativo ha presentado ciertos problemas porque los masones de corte anglosajón generalmente han creído que obliga al masón a ser previamente adogmático o librepensador en vez de religioso o teísta. Lo anterior es un error, la masonería es adogmática porque no califica a nadie dentro de ella, ni prescribe limites basados en las creencias o el género humano, pero en su seno conviven masones de todos los colores, religiones e ideologías, por ejemplo en CLIPSAS hay obediencias que practican el Rito Escoces Rectificado, un rito teísta cristiano, otras obediencias practican el Rito Primitivo Memphis Misraim, un rito panenteísta esotérico, otras el Rito Escocés Antiguo y Aceptado que es connaturalmente deísta, otras el Rito Frances o Moderno que es esencialmente laico, etc.


Es momento que los masones de todos los continentes conversemos sobre los valores que nos identifican, creo que el integracionismo solidario humano subyace en el corazón de la gran mayoría de masones del mundo, así como en la mayoría de los ciudadanos del mundo, he podido observar que muchas de las ideas subjetivas del aislacionismo egoísta que llevaron a los británicos a votar en favor del Brexit estuvieron presentes en 1929 cuando la Gran Logia Unida de Inglaterra prescribió la norma de la regularidad creando un canon teísta que pretendió negar el acceso a la experiencia masónica a personas con diversas cosmovisiones y creencias.


Con lo anterior no pretendo en absoluto una “conversión” hacia la liberalidad masónica, porque persuadido estoy que si una obediencia se autodetermina como masculina y teísta esta en todo su derecho de espesar su existencia, lo que si pretendo y con todas las fuerzas es que las masonerías se hablen y se acepten pese a sus diferencias, que se derogue ese aislacionismo egoísta que pretende que las obediencias regulares y liberales no puedan desarrollar relaciones entre sí, que se logre un integracionismo solidario-masónico que de ejemplo al mundo, que el universalismo masónico no solo sea pretendido, sino posible y real.



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