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El Ego como agente destructor en las Logias


Muchas veces en el seno de las Logias se crean grupos de poder, divisiones , chismes  y criterios negativos entre los hermanos que atentan contra el buen desenvolvimiento de la misma. Lamentablemente y en muchas de esas oportunidades los problemas  se crean o surgen con los maestros  (ya sean simbólicos o capitulares) de las mismas, entonces, comienza a perderse esa unidad que tanto reclamamos, esa fraternidad a la que estamos obligados.




Cuando los maestros de un taller  caen en estos problemas, el que sea, está dando un mai ejemplo a sus hermanos compañeros y peor aún a los aprendices, que son la semilla  del mismo. El maestro está para enseñar, a través de sus experiencias y de su trabajo  en la piedra, el camino  masónico. Dar la mano  para llevar a feliz término a sus hermanos hacia esa misma maestría.


Aprendices que ven divisiones y habladurías en un taller, cuando lo sean, harán lo mismo, pues piensan que eso es correcto, y nada más alejado de la verdad!.


Hay hermanos que cuando llegan a la maestría, su ego crece y se creen estar por encima de los demás, intocables, y cuestionan incluso a su Venerable u otros hermanos que consideran que no son lo “suficientemente” instruídos, allí está el peligro del ego, dominarlo es nuestro deber, evitar que las pasiones nos nublen, esos vicios deben ser enterrados con humildad.


Cuantas veces hemos visto Logias destruídas por esto!. Demasiado diríamos, pero es la verdad. Logias que se dividen por cualquier causa, no me gusta el Venerable, no me gusta el templo, no me gusta que me llamen la atención en Cámara  del Medio, no me gustan las nuevas autoridades, yo debería ser Venerable y así muchos etc. Incluso hemos visto talleres  mixtos divididos en tiempo record porque se forman parejas en ellos.


El camino masónico ciertamente no está libre de dificultades. El ego forma parte de ello, hasta que no lo controlemos y enseñemos a nuestros hermanos menores a ello, las Logias tendrán siempre una espada de Democles en su futuro que costará la destrucción o división de las mismas porque esa energía que se llama egregor se irá y la fraternidad quedará desnuda al perderse el hilo vital que une a los hermanos.


Recordemos que llegamos a la masonería para “someter las pasiones, someter mi voluntad y hacer nuevos progresos en la Francmasonería”, además nuestros juramentos nos comprometen a muchas cosas y entre ellos están la fraternidad entre los hermanos. Debemos reflexionar antes de caer en los vicios enumerados anteriormente porque ciertamente se pueden cometer delitos y faltas masónicas perfectamente condenables para los autores.


Hagamos de nuestros talleres ejemplos de Igualdad y Fraternidad, controlemos el Ego hasta el punto  que no se desborde y sea un agente destructor de Logias.


Paz Profunda


Mario M. Rodriguez López 33°



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