

MADRID: UN SOLSTICIO PARA TODOS
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Casi un centenar de integrantes de la Masonería liberal, igualitaria y adogmática de España se reunieron en un hotel de Madrid para celebrar conjuntamente, por octavo año consecutivo, la fiesta grande de la Masonería universal: el Solsticio de Verano, el día en que el sol alcanza su punto más alto (el triunfo de la luz, de la vida y del conocimiento) y comienza su lento retorno hacia el ocaso, que culminará en el Solsticio de Invierno.
En el acto participaron las doce Logias madrileñas de las organizaciones masónicas adscritas al Espacio Masónico de España (EME), y la impecable organización corrió a cargo de las Logias W. A. Mozart y Siete de Abril, del Gran Oriente de Francia. Presidió el acto el hermano Sagasta, de la Logia W. A. Mozart. La Gran Logia Simbólica Española (GLSE) estuvo representada por su Gran Maestre adjunta, Pilar Giráldez. Nancy Gon, consejera federal, llevó la representación de la Gran Logia Femenina de España, y Olga San Román, también consejera federal, fue la voz de la Federación Española del Derecho Humano. Así pues, en este Solsticio, la representación oficial de las organizaciones masónicas liberales fue íntegramente femenina. La GLSE participó mediante las cinco Logias de su Distrito Centro: las cuatro madrileñas y la Indivisible de Valladolid. En el transcurso de la reunión masónica se presentaron y analizaron trabajos sobre la gran masona Clara Campoamor (Gran Logia Femenina de España), sobre la lealtad y el compromiso masónico (GLSE), sobre el concepto de Fraternidad (Gran Oriente de Francia) y sobre el hermoso simbolismo solsticial (Derecho Humano).
El acto, que cada año organiza una Obediencia masónica distinta de las que integran el EME, concluyó con un largo y festivo almuerzo de hermandad entre todos presentes, además de sus acompañantes y familiares. El sentimiento y la voluntad de unión entre las organizaciones masónicas liberales, igualitarias y adogmáticas de Madrid es, como quedó plenamente demostrado, cada vez más fuerte.