Desde Minnesota
.
Tras una semana de perros, entre políticas inconsistentes y razonamientos calvos, me he propuesto hablar del tema: ¿por qué somos Masones? Claro está que yo puedo hablar por mí mismo, pero sería desdicha y anti-verdad el hablar por los demás. He hablado con muchos hermanos sobre el tema, y algunos tienen sentido en sus devenires mentales, mientras que otros se bostezan a sí mismos tras las cortinas del falso-entendimiento y la misma maldad. Hay hermanos que son una verdadera vergüenza para el Arte, mientras que otros son honestos Masones de corazón al par que otra reala se mantiene por presenciar los hechos sin elevar sus voces. Yo deseo elevar la mía y bien alta. Ya, el archiconocido H:. René Guilly[1]dijo en su momento lo siguiente—con lo cual yo me adhiero firmemente: « I am a traditionalist Freemason. I acknowledge the traditional and spiritual legitimacy of the Basic Principles enacted in 1929 by the United Grand Lodge ofEngland. However I contest their temporal application. I love masonic History and History plain and simple, I try to become familiar with it and to understand it. For me, it is a safe guide, which prevents me from using so easy weapons like global anathema and collective excommunication. True masonic Tradition belongs by no means to the past. It is fully alive. But such totalitarian ways of behaving definitively belong to the past and their survival is but the shame of our Order and of specific countries. They are the negation of every universalism and of every ecumenism.»[2]
Tengo en la mente el tema de la regularidad, irregularidad y clandestinidad dela Masonería. Untema candente como el mismo martillo del dios Vulcano. Unos hermanos deciden—con malentendimiento y maldad—qué seala Masonería, mientras que el resto sufren las consecuencias indebidas y mal-perfumadas de las acciones de aquellos. Como dijera el H:. Albert Pike, una vez que se hace un mal no hay manera de deshacerlo, y lo que viene detrás son penurias y arrepentimiento.
Verdad acertada es que cada individuo es un mundo de sí mismo y por sí mismo, y que el pensamiento difiere de un ser humano a otro—mientras que otros ni tan siquiera han usado el cerebro tan sólo por una vez. He intentado abordar el tema en mis escritos desde una perspectiva humanista y existencialista, estresando el tema de la mortalidad del cuerpo y la immortalidad del alma. He dicho y, repito, que todos—Masones o no—vamos a morir, y que dela Muerteno hay alguien que pueda escaparse. El Masón regular se presenta con la soga al cuello en su iniciación al igual que el Masón irregular, portando ambos el signo de la esclavitud de lo material, del cuerpo, y finalmente, el desfallecimiento de una vitalidad que se deja restar sobre unos polvorientos huesos. Cegados entramos al Templo y cegados morimos para abrir los ojos al Infinito, a ese Eterno Silencio que todo lo contiene y que nosotros los Masones llamamos el Gran Arquitecto del Universo. Si lo “regular” y lo “irregular,” que suena ya a matemática de polígonos, estaba complicado, ahora ya para fastidiar más el asunto han aparecido logias que se auto-denominan “regulares” pero en un sentido “ortodoxo,” comola Gran LogiaRegular de Inglaterra yla Gran LogiaRegular de Bolivia. Ahora estos hermanos piensan que ellos son más puros que el resto, y que todos, si no estamos equivocados, al menos, somos tontos. La regularidad tiene una decadencia, un cáncer de por sí, y como todo cáncer, este se está esparciendo. El Masón (por accidente y no por vocación) ha empezado ya a señalar con el dedo a otras logias y a otros hermanos porque ellos piensan de un modo distinto. Sin embargo, el Masón tiene el derecho propio de pensar como le plazca; Libertad, Igualdad y Fraternidad. Es una pena que todo esto esté ocurriendo, pues en realidad, estamos matando ala Masoneríapoco a poco, y llegará el momento en que dejará de existir porque una serie de indecentes la convirtieron o bien en un “club social,” o bien en un “club selecto,” que al fin y al cabo viene a ser lo mismo. El primero lleva la cicatriz del “accidente,” es decir, del ser Masón por coinciencia, mientras que el segundo lleva el signo de Caín, es decir, buscar solamente personas que piensen como “nosotros,” o sea, clones mentales.
La Masoneríano está en crisis, y digo eso porque ya lleva en crisis más de 90 años, con la diferencia en que ahora está ya en un estado crítico. Toda esta serie de burócratas Masones empedernidos han hecho quela Masoneríase convierta en una especie de “iglesia católica,” donde la semilla de la corrupción brota y brota. Al igual que la iglesia posee curas que son viciosos y poco “cristianos,”la Masoneríaestá ya teniendo hermanos que son malvados y poco fraternales. Pero eso no es la cuestión, la aunténtica cuestión es qué podemos hacer para aniquilar este cáncer corrosivo.
Yo soy Masón “regular,” pero de los que son “fieles,” ala Gran Logiade Inglaterra, sin embargo, como Masón por vocación que soy, respeto a otras logias que posean distinto pensar, siempre y cuando estas hayan pasado por un currículum de calidad y ortodoxia masónica, y esto es: las tres principales ceremonias de iniciación, la presencia del Venerable Maestro y de 7 masones, que se crea en un Supremo Misterio dela Vida, que se hagan los juramentos y obligaciones oportunos y tradicionales, etc… Todo esto caracteriza, en realidad, lo “regular.” Pero la “regularidad,” se fastidia cuando se crean logias mixtas, que admiten hombres y mujeres, y claro está, el Masón por accidente ni entiende ni desea entender el tema en un mínimo absoluto. Todo esto ha de cesar de existir, y hemos de respetar a aquellas logias que hacen este tipo de Masonería; más aún, hemos de luchar por poder establecer una relación masónica con ellas, y de entablar lazos fraternales, que es para lo cual hemos sido llamados. La vida evoluciona y con ellala Masoneríaha de evolucionar también, y si ello no ocurre, la vida misma terminará conla Masonería—esla Leydela Naturaleza.
Tengo en la mente el tema de la regularidad, irregularidad y clandestinidad dela Masonería. Untema candente como el mismo martillo del dios Vulcano. Unos hermanos deciden—con malentendimiento y maldad—qué seala Masonería, mientras que el resto sufren las consecuencias indebidas y mal-perfumadas de las acciones de aquellos. Como dijera el H:. Albert Pike, una vez que se hace un mal no hay manera de deshacerlo, y lo que viene detrás son penurias y arrepentimiento.
Verdad acertada es que cada individuo es un mundo de sí mismo y por sí mismo, y que el pensamiento difiere de un ser humano a otro—mientras que otros ni tan siquiera han usado el cerebro tan sólo por una vez. He intentado abordar el tema en mis escritos desde una perspectiva humanista y existencialista, estresando el tema de la mortalidad del cuerpo y la immortalidad del alma. He dicho y, repito, que todos—Masones o no—vamos a morir, y que dela Muerteno hay alguien que pueda escaparse. El Masón regular se presenta con la soga al cuello en su iniciación al igual que el Masón irregular, portando ambos el signo de la esclavitud de lo material, del cuerpo, y finalmente, el desfallecimiento de una vitalidad que se deja restar sobre unos polvorientos huesos. Cegados entramos al Templo y cegados morimos para abrir los ojos al Infinito, a ese Eterno Silencio que todo lo contiene y que nosotros los Masones llamamos el Gran Arquitecto del Universo. Si lo “regular” y lo “irregular,” que suena ya a matemática de polígonos, estaba complicado, ahora ya para fastidiar más el asunto han aparecido logias que se auto-denominan “regulares” pero en un sentido “ortodoxo,” comola Gran LogiaRegular de Inglaterra yla Gran LogiaRegular de Bolivia. Ahora estos hermanos piensan que ellos son más puros que el resto, y que todos, si no estamos equivocados, al menos, somos tontos. La regularidad tiene una decadencia, un cáncer de por sí, y como todo cáncer, este se está esparciendo. El Masón (por accidente y no por vocación) ha empezado ya a señalar con el dedo a otras logias y a otros hermanos porque ellos piensan de un modo distinto. Sin embargo, el Masón tiene el derecho propio de pensar como le plazca; Libertad, Igualdad y Fraternidad. Es una pena que todo esto esté ocurriendo, pues en realidad, estamos matando ala Masoneríapoco a poco, y llegará el momento en que dejará de existir porque una serie de indecentes la convirtieron o bien en un “club social,” o bien en un “club selecto,” que al fin y al cabo viene a ser lo mismo. El primero lleva la cicatriz del “accidente,” es decir, del ser Masón por coinciencia, mientras que el segundo lleva el signo de Caín, es decir, buscar solamente personas que piensen como “nosotros,” o sea, clones mentales.
La Masoneríano está en crisis, y digo eso porque ya lleva en crisis más de 90 años, con la diferencia en que ahora está ya en un estado crítico. Toda esta serie de burócratas Masones empedernidos han hecho quela Masoneríase convierta en una especie de “iglesia católica,” donde la semilla de la corrupción brota y brota. Al igual que la iglesia posee curas que son viciosos y poco “cristianos,”la Masoneríaestá ya teniendo hermanos que son malvados y poco fraternales. Pero eso no es la cuestión, la aunténtica cuestión es qué podemos hacer para aniquilar este cáncer corrosivo.
Yo soy Masón “regular,” pero de los que son “fieles,” ala Gran Logiade Inglaterra, sin embargo, como Masón por vocación que soy, respeto a otras logias que posean distinto pensar, siempre y cuando estas hayan pasado por un currículum de calidad y ortodoxia masónica, y esto es: las tres principales ceremonias de iniciación, la presencia del Venerable Maestro y de 7 masones, que se crea en un Supremo Misterio dela Vida, que se hagan los juramentos y obligaciones oportunos y tradicionales, etc… Todo esto caracteriza, en realidad, lo “regular.” Pero la “regularidad,” se fastidia cuando se crean logias mixtas, que admiten hombres y mujeres, y claro está, el Masón por accidente ni entiende ni desea entender el tema en un mínimo absoluto. Todo esto ha de cesar de existir, y hemos de respetar a aquellas logias que hacen este tipo de Masonería; más aún, hemos de luchar por poder establecer una relación masónica con ellas, y de entablar lazos fraternales, que es para lo cual hemos sido llamados. La vida evoluciona y con ellala Masoneríaha de evolucionar también, y si ello no ocurre, la vida misma terminará conla Masonería—esla Leydela Naturaleza.
[1] http://www.grandlodge-italy.org/quatuor/documenti/Masonic%20Authors.doc
[2] « Je suis un Maçon traditionaliste. Je reconnais le bien-fondé spirituel et traditionnel des point essentiels énoncés en 1929 parla Grande LogeUnie d'Angleterre. Mais je conteste l'application temporelle qui en est faite. J'aime l'Histoire maçonnique et l'Histoire tout court, j'essaie de la connaître et de la comprendre. Elle est pour moi un guide sûr et elle m'empêche d'avoir recours à ces armes si faciles de l'anathème global et de l'excommunication collective.La Traditionmaçonnique véritable n'appartient nullement au passé. Elle est totalement vivante. Mais ces procédés totalitaires, eux, sont périmés définitivement et leur survivance n'est que la honte de notre Ordre et de certains pays. Ils sont la négation de tout universalisme et de tout oecuménisme. » (Renaissance Traditionnelle No. 11, juillet 1972, p. 214). En la página de la nota Num.1.
.
Posted by paskashis at 02:32 pm on August 27th, 2006.