Por Hugo Caro Gallón (*)
La codicia del poder o mas bien la dictadura, es uno de esos sillines que es imposible lograr bajarse vivo", dijo Solon - legislador de Atenas – cuando le ofrecieron el gobierno de por vida, después de llevar 22 años en la silla.
Pensamiento de los dictadores: -“Llevo cinco años levantándome a las cuatro de la mañana, y termino de trabajar a las 11 de la noche, he envejecido en este periodo y mi cuerpo ya no resiste mas... pero quiero reelegirme, cueste lo que cueste”. Avidez enfermiza por oprimir a las masas.
Tiberio Graco acumulo tanto poder que pretendía convertirse en un rey o emperador romano. Tribuno de la plebe (162-133 antes de Cristo). Los senadores, terratenientes corruptos ordenaron asesinarlo. Graco y 300 de sus seguidores murieron linchados a palos. Graco Cayo Sempronio - igualmente tribuno -, 12 años después del crimen de su hermano, fue hallado muerto un día después de haber sido declarado enemigo publico por haber puesto en vigor las medidas agrarias impuestas por Graco.
Cayeron por ir en contra de los preceptos instituidos de las leyes. Julio Cesar cuando se proclamo dictador, fue asesinado por ciertos conjurados, entre ellos Marcos Junio Bruto, su hijo adoptivo, que lo remato apuñalándolo en el corazón.
Otros magnicidios como el de Enrique III de Francia, de una vida disoluta, despreciado por los hugonotes y católicos, provoca la espantosa matanza de San Bartolomé, y en 1589 lo asesinaron, ordenado por la Liga Santa: "Liquídenlo, su muerte la ha decretado el mismo Dios". Lo sucedio su hijo Enrique IV; hizo buenas obras, pero su ambición de poder sin consultar al parlamento desato su desprecio. Intento colonizar el Canadá. Un intransigente de ideas de nombre Francois Ravaillac le arrebata la vida, el 14 de mayo de 1610. Ocupo el reino su hijo Luis XIII.
Luis XVI y su esposa María Antonieta, fueron ejecutados en la guillotina. El voto decisivo lo dio la serpiente de la política, y rninistro siniestro de la policía Jose Fouche, - “He votado por la muerte de mis entrañables amigos, porque yo soy del otro partido, que es la mayoria”, - expreso Fouche. También voto por la muerte de Robespierre e influyo en la caída de Napoleón.
Sadi Carnot, presidente francés (1887-1894), fue ultimado por el vengativo Santo Cesario, partidario de August Vaillant, quien había sido ejecutado por orden precipitada de Carnot. Igual que el presidente norteamericano William Mackinley, acribillado de dos disparos en la Exposicion Panamericana, en el "Templo de la Música" (en Búfalo, el 5 de septiembre de 1901). Un hombre de buena apariencia tenía un pañuelo envuelto en una mano, como si estuviera dislocada la muñeca. El presidente lo saludo, y aquel personaje - un anarquista - inmediatamente apretó el gatillo de su pistola que tenia escondida en su pañuelo, disparo dos veces. Mackinley se desplom6, tocándose con las manos su pecho ensangrentado. Antes del fatal homicidio, dos del servicio de seguridad del mandatario presagiaron: - Es peligroso este lugar, acuérdate de Abraham Lincoln. El otro le respondió: - Nada es seguro cuando iniciamos un nuevo día, pero esto es una exposición, no un teatro oscuro - donde asesinaron a Lincoln, aunque presiento una horrible tragedia.
Con el asesinato de Francisco Fernando de Habsburgo se acelero La Primera guerra Mundial. El 28 de junio de 1914 una bomba fue lanzada al coche del archiduque Francisco cuando transitaba por una de las calles de Sarajevo, Bosnia. No lesiono al archiduque ni a la condesa Sofía, su esposa. Fueron unos cabezas duras, porque continuaron el camino, en vez de detenerse y suspender el recorrido por el atentado. Subsiguientemente Gavrilo Princip, el séptimo de los magnicidas apunto y disparo su pistola, al aprovechar que el coche del archiduque se detuvo en una estrecha callejuela. Sofía y Francisco murieron por afrontar y desafiar el peligro... Una muerte anunciada.
Conclusión. El ansia de poder, desafía todas las fronteras. Se trasforman en rapaces como los buitres. El ser humano no se compara con las bestias, porque ellas cuando sacian su apetito se satisfacen y apaciguan.
(*) Periodista colombiano, radicado en NYC - Publicado en EL ESPECIALITO DE NJ
La codicia del poder o mas bien la dictadura, es uno de esos sillines que es imposible lograr bajarse vivo", dijo Solon - legislador de Atenas – cuando le ofrecieron el gobierno de por vida, después de llevar 22 años en la silla.
Pensamiento de los dictadores: -“Llevo cinco años levantándome a las cuatro de la mañana, y termino de trabajar a las 11 de la noche, he envejecido en este periodo y mi cuerpo ya no resiste mas... pero quiero reelegirme, cueste lo que cueste”. Avidez enfermiza por oprimir a las masas.
Tiberio Graco acumulo tanto poder que pretendía convertirse en un rey o emperador romano. Tribuno de la plebe (162-133 antes de Cristo). Los senadores, terratenientes corruptos ordenaron asesinarlo. Graco y 300 de sus seguidores murieron linchados a palos. Graco Cayo Sempronio - igualmente tribuno -, 12 años después del crimen de su hermano, fue hallado muerto un día después de haber sido declarado enemigo publico por haber puesto en vigor las medidas agrarias impuestas por Graco.
Cayeron por ir en contra de los preceptos instituidos de las leyes. Julio Cesar cuando se proclamo dictador, fue asesinado por ciertos conjurados, entre ellos Marcos Junio Bruto, su hijo adoptivo, que lo remato apuñalándolo en el corazón.
Otros magnicidios como el de Enrique III de Francia, de una vida disoluta, despreciado por los hugonotes y católicos, provoca la espantosa matanza de San Bartolomé, y en 1589 lo asesinaron, ordenado por la Liga Santa: "Liquídenlo, su muerte la ha decretado el mismo Dios". Lo sucedio su hijo Enrique IV; hizo buenas obras, pero su ambición de poder sin consultar al parlamento desato su desprecio. Intento colonizar el Canadá. Un intransigente de ideas de nombre Francois Ravaillac le arrebata la vida, el 14 de mayo de 1610. Ocupo el reino su hijo Luis XIII.
Luis XVI y su esposa María Antonieta, fueron ejecutados en la guillotina. El voto decisivo lo dio la serpiente de la política, y rninistro siniestro de la policía Jose Fouche, - “He votado por la muerte de mis entrañables amigos, porque yo soy del otro partido, que es la mayoria”, - expreso Fouche. También voto por la muerte de Robespierre e influyo en la caída de Napoleón.
Sadi Carnot, presidente francés (1887-1894), fue ultimado por el vengativo Santo Cesario, partidario de August Vaillant, quien había sido ejecutado por orden precipitada de Carnot. Igual que el presidente norteamericano William Mackinley, acribillado de dos disparos en la Exposicion Panamericana, en el "Templo de la Música" (en Búfalo, el 5 de septiembre de 1901). Un hombre de buena apariencia tenía un pañuelo envuelto en una mano, como si estuviera dislocada la muñeca. El presidente lo saludo, y aquel personaje - un anarquista - inmediatamente apretó el gatillo de su pistola que tenia escondida en su pañuelo, disparo dos veces. Mackinley se desplom6, tocándose con las manos su pecho ensangrentado. Antes del fatal homicidio, dos del servicio de seguridad del mandatario presagiaron: - Es peligroso este lugar, acuérdate de Abraham Lincoln. El otro le respondió: - Nada es seguro cuando iniciamos un nuevo día, pero esto es una exposición, no un teatro oscuro - donde asesinaron a Lincoln, aunque presiento una horrible tragedia.
Con el asesinato de Francisco Fernando de Habsburgo se acelero La Primera guerra Mundial. El 28 de junio de 1914 una bomba fue lanzada al coche del archiduque Francisco cuando transitaba por una de las calles de Sarajevo, Bosnia. No lesiono al archiduque ni a la condesa Sofía, su esposa. Fueron unos cabezas duras, porque continuaron el camino, en vez de detenerse y suspender el recorrido por el atentado. Subsiguientemente Gavrilo Princip, el séptimo de los magnicidas apunto y disparo su pistola, al aprovechar que el coche del archiduque se detuvo en una estrecha callejuela. Sofía y Francisco murieron por afrontar y desafiar el peligro... Una muerte anunciada.
Conclusión. El ansia de poder, desafía todas las fronteras. Se trasforman en rapaces como los buitres. El ser humano no se compara con las bestias, porque ellas cuando sacian su apetito se satisfacen y apaciguan.
(*) Periodista colombiano, radicado en NYC - Publicado en EL ESPECIALITO DE NJ