Angel Clavero, el titular de la Gran Logia Argentina
Así lo afirmó, ante una consulta de Hoy, el Gran Maestre de los Libres y Aceptados Masones del país. Disertó ayer en el Pasaje Dardo Rocha. Allí presentó el programa de la masonería argentina para trabajar en conjunto con la Universidad Nacional de La Plata
Desde que en el siglo XVII desembarcaron en el Río de la Plata mucho se ha dicho y escrito sobre los masones en nuestro país. Y la misma institución ha colaborado para ello, a partir de otorgarle un carácter muchas veces secreto a sus reuniones y encuentros. Pero la masonería, una fuerza influyente como pocas en todos los países del mundo, también ha cambiado. Más a tono con los tiempos que corren, ha decidido darse a conocer a la sociedad más decididamente. Por eso, ayer se presentó en La Plata su máxima autoridad a nivel nacional, el Gran Maestre Angel Jorge Clavero. Fue en el Pasaje Dardo Rocha, como parte de una exposición.
Allí, el titular de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, dictó una conferencia titulada “Los bicentenarios, una república democrática latinoamericana en el siglo XXI”. Y aprovechó para presentar el programa de la masonería para trabajar en conjunto con la Universidad Nacional de La Plata. Antes de eso, Hoy pudo dialogar con él en forma exclusiva para conocer más sobre su pensamiento y sobre una de las instituciones más rodeadas de misterio de la historia argentina. Que, por otra parte, también se postula como una posible salida para estos momentos de crisis.
“La masonería argentina estuvo presente siempre en todas las actividades, desde la organización nacional hasta nuestros tiempos, y ha pasado por las distintas etapas. Y apegada a los temas educativos. Fueron masones los que lucharon por la ley de Educación Laica y Obligatoria. Era una ley que igualaba. Nosotros defendemos esos valores de libertad, igualdad y fraternidad, y por eso mismo empujamos para que saliera esa ley”, afirmó Clavero.
Agregó: “También la masonería estuvo presente en la Reforma Universitaria de 1918, para llevar la Universidad al pueblo. Y hoy que estamos en la era de las comunicaciones venimos acá a estar presentes en la Expo Universidad. Queremos trabajar en conjunto con la UNLP. Nuestra institución, la masonería, aparte de iniciática, filosófica y filantrópica, también es progresista. Y nosotros entendemos el progreso de los masones como progreso moral, que es la asignatura pendiente que tiene el mundo de hoy”.
-Esos mismos valores pueden ser muy importantes en este contexto de crisis económica, que ya no es económica sino también mundial.
-Justamente, la nuestra es una institución que enseña a pensar. Por eso, la masonería puede ser de mucha ayuda para superar las crisis. Ahora ya hablamos de talleres de ideas, en los que confrontamos las distintas opiniones y trabajamos en un ámbito de igualdad y tolerancia. Preparamos al hombre para que sea mejor hombre, para dignificarlo. Y a su vez, que ello se represente en una mejor calidad política. Porque si se es mejor hombre, también se es mejor ciudadano.
-Eso va de la mano con la idea de una gran concertación, donde cada uno puede aportar su granito de arena para conseguir un país mejor.
-Por supuesto. La masonería siempre defendió esa idea y defendió sobre todo el aporte individual de los hombres a los procesos. Porque nosotros no trabajamos en forma institucional, si bien nos podemos presentar como una institución en este momento. Trabajamos sólo a través de nuestros hombres. Ellos, en su trabajo, en su casa, en la Universidad, en la lucha política, tratan de llevar adelante esos valores aprendidos. De seguro que si ellos se valorizaran, tendríamos una mayor calidad de discusión y una gran concertación como ella sería, no sólo posible, sino muy positiva.
-¿Cree que esto puede conseguirse a partir del respeto por lo que usted plantea como libertad, iguadad y fraternidad?
-La masonería trata por todos los medios de dignificar al hombre. No olvidemos que los valores éticos son la piedra angular de la masonería. Mucho se ha luchado por la libertad. Muchas sangre se ha derramado para ello, pero muchas libertades se han obtenido. Hemos luchado y seguimos luchando por la libertad, y se va obteniendo a través de las modernas constituciones. Ahora nos queda una asignatura pendiente que es la fraternidad, entre los hombres y entre los pueblos. Y a eso atiende la masonería.