FENIXnews, Oaxaca de Juárez.- En una ceremonia simbólica, reunidos bajo el auspicio de la Muy Respetable Gran Logia de Libres y Aceptados Masones del Estado de Oaxaca, se congregaron las 25 Logias regulares (talleres) tanto de la capital, como del interior del estado, para renovar a la dirigencia que regirá durante el ejercicio masónico 2009.
Los masones oaxaqueños eligieron en días pasados a su nuevo Muy Respetable Gran Maestro. Responsabilidad que recayó en la figura de Miguel Pablo Splinker Martínez, quién en su discurso de toma de posesión se comprometió a fortalecer la unidad y el crecimiento de la masonería oaxaqueña, enarbolando los principios fundamentales de la institución; cómo son: el respeto a las ideas; la tolerancia y la fraternidad.
En una ceremonia simbólica, reunidos bajo el auspicio de la Muy Respetable Gran Logia de Libres y Aceptados Masones del Estado de Oaxaca, se congregaron las 25 Logias regulares (talleres) tanto de la capital, como del interior del estado, para renovar a la dirigencia que regirá durante el ejercicio masónico 2009.
La Muy Respetable Gran Logia del Estado, se encuentra ubicada en la calle de Murguía 225; Col. Centro, tiene 125 años de fundada, y en ella han participado prominentes personajes de la vida social, económica, política y cultural del estado a lo largo de todo ese tiempo.
El pasado sábado 27 del diciembre la masonería en Oaxaca llevó a cabo una ceremonia abierta (tenida blanca) para celebrar el Solsticio de Invierno, en las instalaciones de la Gran Logia.
El Solsticio de Invierno es una ceremonia muy importante para la Masonería. El Solsticio de Invierno llegó, por el hemisferio norte, el 21de diciembre del 2008 en el preciso momento en el que el sol declinó a los -23º 27” sobre el Trópico de Capricornio, en lo que correspondió al Zenit de su carrera hacia el sur del Ecuador Celeste. El término “Solsticio” es una palabra derivada del latín “solstitium” formado a su vez con dos vocablos: sol + sistere = “Cuando el sol está tranquilo o inmóvil”. El Solsticio de invierno representa el punto más austral (para los que vivimos en el hemisferio norte) en un momento en el que el sol, máxima luminaria de nuestro firmamento, parece detenerse en seco luego de su larga marcha de seis meses hacia el sur, dando origen a numerosas leyendas y mitos entre los pueblos antiguos y primitivos que, temerosos de que se perdiese para siempre y su luz dejara de alumbrar, elaboraron numerosas creencias en las que un dios-solar regresa del “ínferos” o mundo de los muertos y se eleva de nuevo al Zenit de los cielos.