Por el Q.·.H.·. José Luis Silva Cueva
Gran Secretario
Gran Logia de Norte - PERÚ
Corría el 26 de enero del 2008 y en el Vall.·. de Trujillo se llevaba a cabo la Inst.·. del Gran Cuadro de DD.·. y OO.·. de la Muy Respetable Gran Logia del Norte del Perú, donde el M.·.R.·.H.·. Francisco Santiago Espinoza Orrego, se instalaba como Gran Maestro de la Gran Logia del Norte del Perú.
En aquel día, ya el R.·.H.·. Bernardo Carrillo Heredia, manifestaba que existía un proyecto masónico de Levantar CCol.·. conjuntamente con otros HH.·. en el Vall.·. de Lima, invitando al autor del Traz.·. a participar de las reuniones en dicho Vall.·.
Es así que, con fecha 01 de febrero del 2008 e.·.v.·. los HH.·. reunidos en el Vall.·. de Lima, siendo dirigidos por el R.·.H.·. Bernardo Carrillo Heredia se reúnen para fundar la Logia que llevaría el nombre de Estrella del Sur, además, escogen el rito de la nueva logia a practicar y se realizan las elecciones para su primer Cuadro Logial. Son Fundadores los HH.·. siguientes: RR.·.HH.·. Bernardo Carrillo Heredia, Julio Salas Cuadros; y los QQ.·.HH.·. Henderson Díaz Díaz, Eduardo Valdemar Rojas Gonzáles, Edgardo Lozano Pinedo, Hugo Martín Contreras Iguchi, Edgardo Lozano Pinedo, Angel Mariano Espinoza Mascaraqui, Abel Rodríguez Taboada, Julio César Fernández Rodríguez y Adrián Cáceres Colque.
Estrella del Sur N° 10, viene a ser nuestra décima Logia bajo la jurisdicción de la Muy Respetable Gran Logia del Norte del Perú.
Es oportuno, parafrasear al M.·.R.·.H.·. Luis Emiliano Heysén Inchaustegui, quien se encuentra en la Gran Logia celestial, que señalaba: “Establezcamos una, dos, veinte Logias en cada población, que cada uno de sus miembros sea un apóstol de la tolerancia, un adalid de la verdad, un caballero de la humanidad: que trabajen para instruir a las masas, que protejan y fomenten la instrucción pública, que derramen sobre el pueblo las sanas doctrinas, y que le hagan sentir que hay una mano que lo guía a su bien y prosperidad; entonces verán terminadas sus guerras fratricidas, restablecida la moral de que lo han despojado, respetados sus derechos y establecida la concordia". Sean estas palabras un derrotero a seguir para aquellos HH.·. que forman parte de nuestra nueva Logia.
Estrella del Sur, es un nombre que a los masones les recuerda varias cosas y que está íntimamente relacionado con la masonería, por ejemplo: En Argentina, se tiene noticias que en 1806 las logias rioplatenses llamadas Estrella del Sur e Hijos de Hiram, funcionaban con Carta Constitutiva de la Gran Logia de Irlanda. En Chile, hacía 1856, bajo la dependencia del Gran Oriente de Perú, se establece en Concepción la logia “Estrella del Sur” (que más tarde, en 1860, ya con el nombre de “Aurora de Chile”, solicita carta constitutiva al Gran Oriente de Francia).
Estrella del Sur[1], es una novela de Julio Verne, que trata sobre la alquimia y la búsqueda de cómo convertir el carbón en diamante. Cipriano Meré, un ingeniero francés que vive actualmente en los “Campos de Diamantes” en Griqualand, Sudáfrica desea casarse con la bella hija del Señor Watkins, quien cuenta con que Alicia se quede en Sudáfrica y se case con uno de los mineros más adinerados de la región. Para situarse en una posición favorable para hacerse con la mano de Alicia, Cipriano compra una porción de tierra y comienza a trabajarla, en busca del preciado tesoro. Sin embargo, Alicia lo convence para que vuelva a la química y retome su teoría de la sintetización del diamante. El experimento parece cobrar efecto cuando el ingeniero crea un diamante al cual nombra “La estrella del sur”.
Asumirá el número 10. En la numerología, el número diez es otro número perfecto. Indica la perfección de la orden divina[2] y la responsabilidad humana. El hombre tiene cinco dedos en cada mano, en total diez. Los diez dedos del pie indican la responsabilidad del hombre en el camino del creyente. Como principio absoluto universal. La Década representa al principio de la periodicidad, el de causa y efecto, el de nutrición y renovación, el de lo infinito en potencia. Pitágoras la llama Mundo, Cielo, Destino, Eternidad, Fuerza, Fe , Necesidad, Memoria, Alfabeto y Aritmética, lo 1º por que abarca los valores tangibles, lo 2º porque expresa los imponderables, lo 3º porque es un encadenamiento, lo 4º porque no tiene principio ni fin, lo 5º porque obliga, lo 6º porque sostiene, lo 7º porque obra, lo 8º porque es una repetición de signos, lo 9º porque comprende todos los sonidos, lo 10º porque contiene todos los números. En geometría se la representa por tres triángulos que encierran el círculo y el cuadrilátero; en música es de do de la octava superior; en astronomía es el Universo; en la mente humana es el orden imperecedero. Se expresa a través del 1 y el 0 y las letras vinculada a estas cifras. Es el principio viviente en su progresión.
Como fuerza actuante en las relaciones mundanas: “Recipiente universal”, llamaban los pitagóricos al número 10. También puede serlo para toda persona que lo tenga en el nombre o nacimiento. Lo era para los discípulos de Pitágoras que alcanzaban el décimo grado después de haber practicado son sus compañeros de los grados anteriores los 10 mandamientos de Moisés. Identificarse con la Década es develar el misterio del retornar de las cosas.
Estrella del Sur nacerá un 7 de marzo, 7 + 3 = 10, y asumirá el número 10 del número correlativo de nuestras Logias. Por otro lado, si vamos más allá, Levantará el 7 de marzo del 2009, se suma, 7 + 3 (marzo) + 2 + 0 + 0 + 9. Esta operación da como resultado la cifra 21, la cual también debe sumarse, es decir, 2 + 1, que da como resultado 3, número cabalístico en la masonería y cuyo simbolismo todos conocemos.
Marzo pertenece al signo de Piscis, signo que es regentado por Neptuno, el cual le dota de gran bondad, espiritualidad, misticismo y sensibilidad.
Los HH. escogieron el Rito a practicar de la naciente Logia, el escocés antiguo y aceptado, por las siguientes razones, Universalidad, ya que ha integrado antiguas tradiciones de occidente y oriente próximo. Rigurosidad, el rito hace culto a la disciplina y al tratamiento ritual. Renovación, el sistema fue creado para vigilar y corregir imperfecciones y adaptarse a las épocas. Autonomía, por haber sido creado como contestación a los poderes de todo tipo y signo. Militantismo, pues el rito ha recibido una profunda influencia de los Caballeros Templarios, guerreros y albañiles con cuyo espíritu pretendemos identificarnos. Elitismo en el sentido de elegir eslabones de convicción fuerte, optimistas y comprometidos con los ideales humanistas.
A las razones precedentes se agregan otras que son difícilmente transmisibles a través del lenguaje. Pero como dice el insigne arquitecto Hermano Masón Julio Villamajó "No hay que olvidarse que el corazón existe y que es el único que puede otorgar grandeza a los propósitos. Por suerte la naturaleza mantiene dentro nuestro algo de la intuición primitiva. Porque qué sería del mundo donde todo fuera explicado o tuviera necesidad de una explicación. Detestable, detestable".
Pero el rito practicado no es lo fundamental. Los sistemas en Masonería nos son útiles para apreciar los matices, los distintos caminos, hacia un común objetivo. Lo importante es la identidad y el compromiso que tenga y que asuman con sus Principios Generales y con la tradición. Que se inspire en la Estrella Brillante de nuestros antepasados forjadores de Civilización sobre barbarie, como lo hicieron los creadores del concepto egipcio del Maat de Verdad, Justicia y Orden. Que abreve en la fuente Esenia con sus luminarias reglas de Razón, Virtud y Conocimiento. Y reciban el legado de Prometeo y se propongan establecer en el Universo, en forma efectiva, la herencia Iluminista de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
El feliz acontecimiento de constituir una Logia nos llena de entusiasmo y nos reconforta pero no puede detenernos, debemos tomar conciencia de la herencia que se entrega y de la responsabilidad que tenemos en la continuación de la Obra.
Es necesario tener siempre presente que la tierra de los Masones no es la comarca. Nuestro Templo se extiende sin límites sobre la faz de la tierra.
Desde hace siglos nos reunimos en Logia a cavar fosas a los vicios y a elevar Templos a la Virtud. Nos apoyamos en la milenaria tradición, teniendo siempre presente nuestra obligación de proyectar con responsabilidad y entusiasmo el Porvenir. Para ello, al igual que el ilustre Hermano Goethe, pedimos Luz más Luz.
El espíritu constructivo y optimista de nuestros ancestros nos debe impulsar de cara al Porvenir. Recordemos el pensamiento del padre espiritual de nuestro Rito, el Caballero Andrés Miguel de Ramsay, en su celebre discurso de 1737 como Gran Orador de la Orden en Francia.
Decía Ramsay “Los hombres, fundamentalmente, no se diferencian por las lenguas que hablan, las ropas que visten o los rincones de este hormiguero que habitan. El mundo entero no es más que una gran república, en la cual cada nación es una familia y cada individuo un niño. Señores, nuestra sociedad se estableció para hacer revivir y propagar las antiguas máximas tomadas de la naturaleza del ser humano.
Queremos reunir a todos los hombres de mente preclara y de humor agradable no sólo mediante el amor por las bellas artes, sino además mediante los grandes principios de la virtud; en ellos, el interés por la confraternidad se vuelve interés por todo el género humano, por su medio todas las naciones pueden obtener conocimientos sólidos y todos los súbditos de los diferentes reinos pueden cooperar sin celos, vivir sin discordia y quererse mutuamente sin renunciar a su patria.
Sin renunciar a sus principios, desterramos de nuestras leyes todas las disputas que pueden alterar la tranquilidad del espíritu, la delicadeza de las costumbres, los sentimientos afectuosos, la alegría legítima, y aquella armonía absoluta que sólo se encuentra en la eliminación de todos los excesos indebidos y de todas las pasiones discordantes.
Nuestras logias se han instaurado hace mucho tiempo y se difunden hoy por todas las naciones civilizadas del mundo; sin embargo, entre tan numerosa multitud de hombres ningún hermano jamás ha traicionado nuestro secreto. Desde el momento en que comienzan a formar parte de nuestra cofradía, las personas más frívolas, las más indiscretas y las menos instruidas aprenden a guardar para sí mismas esta gran ciencia: entonces, parecen transformarse y convertirse en hombres nuevos, impenetrables y penetrantes al mismo tiempo”.
Ese espíritu creador, esa claridad de miras nos debe impulsar. Como Hijos de la Luz, predicaremos con el ejemplo, la palabra y la acción, estableciendo la luminaria de nuestros ideales y luchando contra las fuerzas de la oscuridad.
VISIÓN DE LA NUEVA LOGIA
La tarea es: iluminar; y si continuamos en el esfuerzo diario, llegará algún día la Luz de la Verdad a todas partes. Así contribuiremos decididamente con la obra de nuestra obediencia para instaurar una Masonería Liberal y de esa manera incidir positivamente en esta sociedad que tanto requiere de los imperecederos y fundamentales principios que animan a nuestra Augusta Institución.
Aboquémonos decididamente a la construcción del Porvenir, puliendo nuestra piedra tosca para obtener cubos perfectos y con ellos edificar el Templo de la Humanidad.
En esa empresa estamos comprometidos trabajando diariamente y al igual que el Sol, que comienza en el Solsticio de Invierno su marcha ascendente, difundir la Luz del Conocimiento y el Bien para vencer las tinieblas de la ignorancia y el mal.
La Belleza de nuestros ideales mantendrán encendidas las antorchas con las que alejaremos las tinieblas de la ignorancia, la superstición y el fanatismo, haciendo triunfar el Bien sobre el mal.
Trabajando a cubierto encontramos la Fuerza que nos permitirá una obra Justa y Perfecta en la construcción del Gran Templo Universal, donde la Luz vencerá a la oscuridad.
Al Reunir lo que esta Disperso encontraremos la Sabiduría para establecer el Orden en el Caos y difundir la Luz de la Verdad.
Finalmente, como señala nuestro vals, Estrellita del Sur, esperamos que siempre en nuestra Logia, repiquen campanas de bonanza en nuestros corazones.
He dicho.
[1] Obra original es L´Etoile du Sud. Es una novela escrita originalmente por André Laurie y revisada, corregida y publicada por Jules Verne en Magasin d’Education et de Récréation. del 1 de enero 1884 (volumen 39, numero 457 al 15 de diciembre de 1884 (volumen 40, número 480) integramente el 6 de noviembre de 1884.
[2] Véase en
