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Discurso del Presidente de CIMAS Q:.H:. Elbio Laxalte Terra por 32º Aniversario de la Gran Logia Oriental del Perú


Gran Maestro de la Gran Logia Oriental del Perú,

Muy Ilustre HL, y amigo Walter Vargas Portocarrero

Autoridades Nacionales y Locales,

Vicepresidente de CLIPSAS, Muy Ilustre H:. y dilecto amigo Iván Herrera Michel

Vicepresidente de CIMAS, Muy Ilustre H:. y dilecto amigo Héctor Díaz Montenegro

Personalidades de los diversos ámbitos académicos y asociativos,

Grandes Maestros y Dignatarios de las Obediencias Masónicas

Muy Ilustres y Poderosos Soberanos Grandes Comendadores de Supremos Consejos del Grado 33

Hermanos y Hermanas todos,

Amigas y amigos,


Es una gran alegría venir frente a Uds. hoy en tanto que Presidente de la Confederación Interamericana de Masonería Simbólica, CIMAS, en las celebraciones del 32º aniversario de la Gran Logia Oriental del Perú. Y, muy especialmente, deseo agradecer al Muy Ilustre H:. Walter Vargas Portocarrero, tanto por la amistad fraternal con que me ha honrado, como por la oportunidad que me ha brindado de poder compartir junto a Uds. estas celebraciones, invitándome a estar presente aquí en Iquitos, en el corazón de nuestro continente sudamericano.


Y es un honor y un orgullo poder dirigirme a los Hermanos y Hermanas presentes para referirme brevemente al significado que tiene la Confederación Interamericana de Masonería Simbólica hoy en nuestro entorno masónico, y poder explicar la impronta de este proyecto para el concierto masónico internacional; cual es nuestro perfil, y como es que trabajamos en una vía de progreso masónico y social.


CIMAS es una entidad que – desde su propio proceso de fundación en el año 2002, pretende impulsar las necesarias evoluciones en nuestra antigua institución a los efectos de abrir cauces a una masonería más adaptada a los tiempos actuales, capaz de comprender los rumbos actuales de la civilización para vigilar su desarrollo y proponer e impulsar todas aquellas cosas que signifiquen una centralidad humanista, de manera de construir una Humanidad más justa, más libre, más fraterna, más inteligente y más espiritual.


La propia evolución de la masonería internacional, han hecho aparecer muchas nuevas manifestaciones masónicas. Hoy – siempre hablando de manera genérica – nos encontramos con una importante fragmentación de nuestra institución universal. Al mismo tiempo, esas diversas manifestaciones buscan encontrarse, agruparse, buscando sus denominadores comunes, aquellos puntos de unión que fortifiquen sus propuestas, para ser más eficaces en su accionar. Estamos en presencia entonces, de una crisis, pero también y simultáneamente, de un fuerte proceso de recomposición. La masonería es una oportunidad abierta de construir el futuro, a la cual puede adherir toda persona proba y de honor, que busque construirse como individualidad y simultáneamente construir la comunidad que integra, siguiendo el espíritu tradicional de “Construir el Hombre, Construir la Sociedad”.


En el año 2002, a invitación de la Gran Logia Arquitectos De Acuario de Brasil, y por iniciativa de su Gran Maestra, Ilustre y Muy Qda:. Hna:. Vera Facciollo, 10 entidades masónicas elaboraron un programa de unidad que marca un momento muy importante de lo que es el proyecto de renovación masónica en curso.


Dicho programa encara los tres aspectos del trabajo masónico como una totalidad: el iniciático, el intelectual, y el cívico, respetando al tiempo la pluralidad de las potencias que la integran, y al no ser un organismo suprapotencial, sino una entidad interpotencial, está asegurada la libertad y libre albedrío de cada una de ellas en su gobierno y posiciones.


Esto naturalmente hace al equilibrio y respeto entre las potencias, pero eso también permite a CIMAS como entidad representativa de sus integrantes, un amplio campo de acción.


Voy a tomar algunos minutos de su atención para detallar algunos aspectos relevantes de su Declaración de Principios, la cual está encabezada de la siguiente manera:

“1. La Francmasonería es una institución iniciática, esencialmente valórica, científica, filosófica, filantrópica, cultural y progresista, que trabaja por el advenimiento de la justicia, de la verdad, de la solidaridad y de la paz en la Humanidad. No persigue utopías, sino IDEALES REALIZABLES en el seno de la sociedad humana, en la que vive y trabaja, recogiendo sus anhelos e inquietudes y sembrando en ella sus ideas.

2. Cree en la existencia de sociedades o estados en vías de perfección; su ideal es DINAMICO. Por ello pretende, únicamente, ser FACTOR ACTIVO DEL PROGRESO.

3. Entiende por progreso la constante superación del pasado, para emancipar al ser humano de la ignorancia, del dolor, de la esclavitud y de toda servidumbre material, moral y espiritual, y hacerlo participar en todos los beneficios que puedan proporcionar la civilización, la cultura, la tecnología y los descubrimientos científicos, por medio de una organización positiva de la sociedad.”

Como podemos ver, Queridos Hermanos y Hermanas, CIMAS representa un proyecto masónico cabal, que engloba tanto los factores espirituales y materiales del ser humano, como de la sociedad y la humanidad toda. Es un proyecto innovador y dinámico, por ello está llamando la atención del mundo masónico, que la ve cada vez más, como una referencia, no decimos que en el corto plazo, sino una referencia en ese proceso de evolución y adaptación masónica a las exigencias de un nuevo mundo y una nueva sociedad en surgimiento.


Fijémonos en algunos otros de sus propósitos:

Son sus propósitos trabajar respetando sus antiguas tradiciones, contribuyendo con nuevos ideales de servicio a la humanidad, protegiendo el patrimonio ecológico, y correspondientemente, de nuestro sistema planetario.

Pretende alcanzar sus metas a través de la difusión de sus ideales, la prédica a través del ejemplo, y la acción positiva de sus miembros sobre la sociedad, difundiendo el conocimiento y el espíritu científico y luchando contra la ignorancia.

Reconoce y proclama en su totalidad, la DECLARACION UNIVERSAL DE DERECHOS DEL HOMBRE, aprobada por las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948, y trabaja por favorecer el establecimiento de un ORDEN SOCIAL que garantice tales derechos.

Sostiene que el Estado de Derecho y el Régimen Democrático de gobierno es el que mejor cristaliza la voluntad popular, y aspira a impedir los privilegios, la explotación del hombre por el hombre y la de los pueblos débiles por los pueblos fuertes.

Como toda asociación que aspira a realizar sus fines dentro de la comunidad humana, nada de lo que sucede en la sociedad le es ajeno, y no fomenta la neutralidad de sus miembros en ninguno de los temas que atañen a la misma. No es órgano de ningún partido político, agrupación social o centro de poder, pero agrupa en su seno a hombres y mujeres de diferentes posiciones personales metafísicas, filosóficas o ideológicas, dispuestas a estudiar e impulsar un Estado laico, a partir de la enseñanza básica, en beneficio de la humanidad y asegurar así la JUSTICIA Y LA PAZ entre los hombres y entre los pueblos, sin distinción alguna de raza, sexo, color, nacionalidad, etc.

Considerando que las ideas metafísicas son del dominio exclusivo de la apreciación individual, la Institución rechaza toda afirmación dogmática, por lo que no prohíbe ni impone a sus miembros ninguna convicción teológica o metafísica.

Proclama los principios de LIBERTAD DEL PENSAMIENTO Y DE CONCIENCIA y se compromete a defender los ideales y las instituciones laicas, expresiones de los principios de la Razón, la Tolerancia y la Fraternidad, que tienen por fin mantener un ambiente de convivencia pacífica, pero que no supone indiferencia ante la diversidad de ideas y creencias, pues la Institución declara que es objetivo fundamental de la misma, la búsqueda de la verdad, para impulsar EL PROGRESO DEL GENERO HUMANO, obstaculizado constantemente por la ambición, la ignorancia y la superstición.

LA FRANCMASONERIA ES MILITANCIA. Concibe la marcha evolutiva de la Humanidad, con arreglo a una FILOSOFIA DE LA HISTORIA que manifiesta su optimismo en el Progreso a pesar de las dificultades y retrocesos que a menudo ocurre en esa dinámica. La Institución tiene carácter de ACADEMIA o Escuela de Pensamiento, para propagar y fomentar dicha filosofía y forjar con ella a hombres y mujeres esclarecidos que impulsen y guíen el progreso social, dentro del espíritu laico.

La Francmasonería fomenta la integración económica, política, social y cultural progresiva de los países latinoamericanos, como manera de contribuir a la marcha hacia etapas superiores de unión universal.

Fomenta el espíritu crítico.

Como Uds. pueden apreciar, queridas amigas y amigos, Hermanos y Hermanas, este es un programa de amplio espectro para un accionar masónico en todos los terrenos de la vida humana, desde el espiritual, pasando por el conocimiento para llegar a la liberación personal, social y humana en su más amplia acepción. De esta manera, CIMAS pretende reanudar sus lazos más entrañables con los masones e instituciones masónicas que fueron vectores de progreso universal en el Siglo de las Luces, y muy particularmente en nuestro continente en la época de conquista de nuestras independencias, de la construcción de nuestras repúblicas y de construcción – aun a concretar - de la unidad latinoamericana.


Y, deseo rescatar un aspecto relevante, y es su carácter profundamente antidiscriminatorio: las potencias que adhieren a CIMAS se comprometen con este aspecto absolutamente esencial: no se discrimina por sexo, por lo tanto se acepta a la mujer como plenamente iniciable en la concepción masónica; y no se le impone a sus miembros ninguna concepción metafísica, sea ésta la creencia en una entidad creadora, la inmortalidad del alma, o cualquiera otra, posibilitando a las potencias masónicas integrantes de CIMAS proceder a la iniciación masónica a creyentes de cualquier signo, como de no creyentes o ateos.


De ahí el carácter moderno, abierto de este programa en cual pueden reflejarse todas las sensibilidades, los masones, y también profanos, de buena voluntad, deseosos de tomar su parte en la construcción de la civilización nueva que pugna por nacer en medio de las incertidumbres del mundo actual.


Mis Amigas y amigos, Hermanos y Hermanas,


Cuando decimos que estamos trabajando por hacer nacer una nueva masonería para empujar el nacimiento de una nueva civilización que la Humanidad demanda, lo estamos haciendo con el espíritu de los pioneros del siglo XVIII, que construyeron durante dos siglos una civilización humanista para la era industrial. Y, nuestra responsabilidad con el futuro es construir la civilización Humanista de la era tecnológica.


Hoy comenzamos a vivir otra etapa de la historia muy diferente, donde se nos cambian el sentido de las cosas. Por ello hoy debemos reflexionar sobre los nuevos contenidos de los conceptos, y darles significaciones actualizadas a universales tales como libertad, igualdad y fraternidad, progreso y solidaridad.


Hoy no podemos hablar de progreso social en un sentido antiguo, bien que aun no podemos decir que este concepto de progreso social haya culminado. Cuando vemos lo que pasa en nuestros territorios periféricos, con sus marginaciones, miserias, y falta mínima de respeto por la vida de las gentes, discriminaciones de todo tipo, vemos que hay zonas enteras de nuestras sociedades a donde el progreso no ha llegado aun.


Pero, cuando miramos las nuevas realidades tecnológicas y los objetivos en materia de inteligencia artificial, de posibilidad de generar materia viva en un laboratorio, de modificar la estructura atómica, la realidad de las comunicaciones a escala planetaria, la bio y nano tecnologías, o las experimentaciones avanzadas y exitosas de crear organizamos bio-cibernéticos, y cuando observamos la brecha impresionante que se expande a velocidad nunca vista entre quienes podrán tener acceso y quienes no a este nuevo mundo, también aparece un nuevo enfoque de las cosas, que nos deben hacer reflexionar acerca de los nuevos mecanismos de control y poder, las normas éticas que diseñen las fronteras a no ultrapasar, así cómo de los nuevos senderos por los que transita el progreso social.


Hoy estamos frente a la paradoja de que no hemos podido vencer las fuerzas que se oponían y frenan el progreso social de la era industrial, cuando una avalancha de nuevas problemáticas nos invade. Por ello debemos avanzar por varios caminos y de manera simultánea.


Y, justamente, uno de esos caminos fundamentales es el de trabajar para desarrollar la existencia de ciudadanos concientes de su rol, con conocimientos e implicados en la construcción de su comunidad de pertenencia, pero con una visión global que lo compromete con la construcción de la humanidad.


Para vislumbrar los nuevos caminos por los que las sociedades transitan, y a los efectos de comenzar a buscar como situar a la masonería de progreso frente a los nuevos fenómenos que trae consigo la civilización tecnológica, es que CIMAS ha organizado momentos de reflexión particular en todos sus encuentros, y en particular, bajo la forma de Foros de Debate seguidos de una síntesis de los mismos, donde se exponen las principales conclusiones. En el 2006, en el balneario Camboriu, en Brasil, se organizó un Foro sobre “Cómo contribuye la Masonería al Progreso Social” y el pasado año, en Mendoza, Argentina se trabajo sobre “Educación para la Ciudadanía”.


En la Declaración del I Foro de Masonería Simbólica “Cómo contribuye la Masonería al Progreso Social”, se señalaba: …para trabajar por el bien público, debe impulsarse una sociedad que sea sustentable en su propio desarrollo moral y ético” Y agregaba: “ … afianzar un sistema político realmente representativo de la voluntad popular, pasa por mejorar los sistemas electorales de manera que el control de los representados sobre los representantes sea más estrecho, haga a la política menos dependiente de los poderes económicos y se elabore verdaderas estrategias para formar ciudadanos esclarecidos que tomen los destinos de la política en sus manos. Por eso – sigue señalando la declaración del I Foro – es tan importante poner el acento en que la educación se enfoque en construir, a partir de la calidad de contenidos, ciudadanía y laicidad. Y a partir de ahí, el surgimiento de ciudadanos preparados para ejercer la política como virtud y no como conveniencia personal. Solamente una ciudadanía esclarecida desde el punto de vista de los valores, derechos y obligaciones, logrará frenar el mal endémico de las sociedades latinoamericanas, que es la existencia de demagogos y populistas que excitan a las masas comerciando con sus necesidades e ignorancia. Los ciudadanos deben recuperar el espacio público que por derecho les corresponde”, señala la misma.


Queridos Amigos y amigas, Hermanos y Hermanas,


La ciudadanía es la expresión de la conciencia libre y de la ética basada en el imperativo de la conciencia, anterior al propio cumplimiento de la Ley y que confiere una calidad superior al estado de derecho. Por eso, los pueblos que no tienen una cultura de ciudadanía, pueden tener una democracia formal – de la que no niego su importancia, naturalmente – pero faltarles democracia esencial. Eso es particularmente claro en muchos regímenes políticos, formalmente democráticos, pero donde las garantías de la participación ciudadana brillan por su ausencia, y donde los derechos son permanentemente burlados o desvirtuados; o los pueblos son manipulados por los populismos o las demagogias.


La educación para la ciudadanía se trasforma entonces en un vehículo muy importante para que, desde las generaciones más jóvenes hasta el conjunto de la sociedad, puedan trasmitirse y vehiculizarse los valores morales plasmados en nuestro tríptico de Libertad, Igualdad y Fraternidad, que han guiado grandes objetivos de progreso humano en los últimos siglos, así como el conocimiento de los documentos fundamentales instrumentalizados internacionalmente como la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y otros, que en el mismo espíritu, la prolongan y completan.


Con este espíritu es que CIMAS participó también en un Encuentro sobre Educación para la Ciudadanía, organizado por la UNESCO en España. Allí el representante personal del Presidente de CIMAS, el Q:. H:. Dr. Pedro Rosa Ferreira, expresó nítidamente en nuestro nombre:

Es por la educación en esos valores, que formaremos ciudadanos conscientes, informados y activos en la afirmación de esos derechos. Ella es la única barricada democrática, que, por el ejercicio constante del espíritu crítico, nos defenderá – a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros educandos – de ser transformados en un futuro próximo en consumidores acéfalos, presas del pensamiento único, nivelador a través de la mediocridad, masificador y facilista, tan al sabor de los tiempos que corren”.

Por ello es una tarea primordial formar, construir y educar al individuo, para que él devenga un ciudadano, en un proceso continuo y que lo siga a lo largo de su vida, para ayudarlo a adaptarse a los nuevos impactos que la vida en sociedad nos irá reservando en la medida que el cambio global se vaya desarrollando. Porque, mantener la democracia esencial, hoy más que nunca, para su supervivencia, necesita y necesitará de ciudadanos activos, no solamente informados, sino con capacidad de traducir esa información y hacerla inteligible, también capaz de actuar en la vida colectiva de la comunidad, sea política o asociativa, local, nacional y/o global. Cada vez más, la ciudadanía tendrá varias dimensiones, en la medida de la complejidad general.


Por ello la adquisición de la ciudadanía real – tema analizado en el II Foro de CIMAS en Mendoza, en setiembre de 2008 – a criterio de los participantes, pasa por un proceso fuerte de construcción, individual y colectivo. Hay que impulsar un desarrollo en las ideas y los valores que serán las bases subjetivas y afectivas de los comportamientos sociales, empezando por la tolerancia y la solidaridad. Hay que potenciar las capacidades y las competencias que faciliten la actuación en los diversos contextos sociales. Hay que potenciar los ideales y los fundamentos democráticos y republicanos, para que todos los miembros de una comunidad tengan los conocimientos y las posibilidades de participación colectivas abiertos y a disposición de los individuos miembros de la comunidad. Es decir, tenemos una inmensa tarea por delante, en una época difícil, caracterizada por el estímulo al repliegue sobre la vida privada, y el abandono de la cosa pública en manos de tecnócratas, demagogos, incompetentes o corruptos.


Por todo ello, CIMAS invita a sus miembros, y a todos los Francmasones a tener en cuenta, que estamos frente a momentos cruciales de la historia, y que la época nos urge – además de nuestro carácter iniciático - a un compromiso militante con el futuro de nuestras democracias y de nuestras repúblicas.


Mis Amigos y Amigas, Hermanos y Hermanas, La Confederación Interamericana de Masonería Simbólica, CIMAS, que se ve como un instrumento al servicio de los ideales masónicos, es una oportunidad abierta – entre otras – para que las instituciones masónicas puedan protagonizar una unidad que refuerce esos nobles propósitos.


Para finalizar, les agradezco que me hayan brindado la oportunidad de saludarles y exponerles algunos aspectos distintivos del pensar masónico de la Confederación Interamericana de Masonería Simbólica, así como sobre los nuevos caminos que se abren a nuestra reflexión. Como en la época de construcción de nuestras patrias, hoy también nos esperan grandes tareas. Estemos a la altura de lo que se espera de nosotros, para aportar nuestros principios y valores a la construcción del destino común.


He dicho


Iquitos, Perú 27 al 29 de Marzo de 2009 e:.v:.

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