Hijo ilustre Huamachuco, departamento de La Libertad, nació un 13 de febrero de 1787. A los 15 años ingresó al Seminario de Trujillo, dirigido por el padre Tomás González de Rivero. Dos años después viaja a Lima, a estudiar en el Convictorio de San Carlos, dirigido por Toribio Rodríguez de Mendoza, donde se forma en un ambiente de tendencia liberal.
Ejerce la docencia en el Convictorio de San Carlos, dedicándose a la enseñanza de la Matemática y la Filosofía. Se gradúa de abogado en 1819. El mismo año, el Virrey Pezuela ordena la expulsión de Sánchez Carrión de la cátedra de Filosofía y de Digesto Viejo, debido a sus ideas innovadoras y revolucionarias.
Tras la muerte de su esposa, Doña Josefa Antonia Dueñas, y de su padre, se aleja de la vida pública para dedicarse al cuidado de su pequeña hija.
En 1822 rompe su silencio, para participar en las discusiones acerca de la forma de gobierno que debería asumir el Estado Peruano. Es en este contexto que se forman dos partidos: los monarquistas y los republicanos. Sánchez Carrión se declara abiertamente republicano, enfrentándose a Bernardo Monteagudo. Se hace conocido como “El Solitario de Sayán”.
En 1822 integra el primer congreso constituyente del Perú, como diputado por Trujillo y Puno, donde rápidamente destacó por sus dotes parlamentarias. En 1823 participa como principal redactor de la primera Constitución Política del Perú.
Sus planteamientos ideológicos los expresó a través de los periódicos de la época “La Abeja Republicana”, “El Tribuno de la República Peruana” y “El Correo Mercantil”.
La llegada del Libertador Simón Bolívar al Perú en 1823, definiría la batalla final por la emancipación de América. Sánchez Carrión apoya la decisión del Congreso, el cual acuerda otorgarle la plenitud de poderes al Libertador, convirtiéndolo en Dictador.
En 1824, Bolívar lo designa como Ministro General, jugando un papel importante en la lucha contra las huestes realistas. A finales de ese mismo año, Bolívar lo designa Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores.
El Congreso de la República lo declara “Benemérito a la Patria en grado heroico y eminente”.
En febrero de 1825 el Libertador lo nombra Vocal de la Corte Suprema de Justicia, pero ya su salud había decaído. Muere en Lurín el día 2 de junio de 1825 a los 38 años de edad.
Ejerce la docencia en el Convictorio de San Carlos, dedicándose a la enseñanza de la Matemática y la Filosofía. Se gradúa de abogado en 1819. El mismo año, el Virrey Pezuela ordena la expulsión de Sánchez Carrión de la cátedra de Filosofía y de Digesto Viejo, debido a sus ideas innovadoras y revolucionarias.
Tras la muerte de su esposa, Doña Josefa Antonia Dueñas, y de su padre, se aleja de la vida pública para dedicarse al cuidado de su pequeña hija.
En 1822 rompe su silencio, para participar en las discusiones acerca de la forma de gobierno que debería asumir el Estado Peruano. Es en este contexto que se forman dos partidos: los monarquistas y los republicanos. Sánchez Carrión se declara abiertamente republicano, enfrentándose a Bernardo Monteagudo. Se hace conocido como “El Solitario de Sayán”.
En 1822 integra el primer congreso constituyente del Perú, como diputado por Trujillo y Puno, donde rápidamente destacó por sus dotes parlamentarias. En 1823 participa como principal redactor de la primera Constitución Política del Perú.
Sus planteamientos ideológicos los expresó a través de los periódicos de la época “La Abeja Republicana”, “El Tribuno de la República Peruana” y “El Correo Mercantil”.
La llegada del Libertador Simón Bolívar al Perú en 1823, definiría la batalla final por la emancipación de América. Sánchez Carrión apoya la decisión del Congreso, el cual acuerda otorgarle la plenitud de poderes al Libertador, convirtiéndolo en Dictador.
En 1824, Bolívar lo designa como Ministro General, jugando un papel importante en la lucha contra las huestes realistas. A finales de ese mismo año, Bolívar lo designa Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores.
El Congreso de la República lo declara “Benemérito a la Patria en grado heroico y eminente”.
En febrero de 1825 el Libertador lo nombra Vocal de la Corte Suprema de Justicia, pero ya su salud había decaído. Muere en Lurín el día 2 de junio de 1825 a los 38 años de edad.