Recopiló Alberto Jesús Bonnet
Para figurar la órbita de este planeta se forma la cadena de unión, o sea el círculo entero, de la que cada hermano viene a ser un eslabón. Y así como en las fiestas saturnales imperaba la más perfecta igualdad entre todos los humanos, hasta el punto que los esclavos tomaban parte en los placeres del festín junto con sus amos, sentándose a su lado y siendo servidos por éstos; entre los Masones, los sirvientes, se confunden también con los convidados al formar la cadena de unión y toman parte en el último brindis.
Los banquetes se celebran en un local especial, llamado SALA DE BANQUETE, expresamente decorado y arreglado para este objeto. Esta sala, de la misma forma y tapizada con los colores del templo simbólico, adornada con profusión de emblemas, alegorías, guirnaldas de flores y trofeos de banderas, se ilumina espléndidamente
Al Oriente debajo del dosel que cobija el sitial del Venerable, se destaca el Delta resplandeciente o la estrella flamígera, y a ambos lados, el estandarte de la Logia y los de las demás logias que asisten en comisión o corporativamente.
La mesa del banquete, situada a lo largo, en forma de herradura, está orientada de manera que la curva corresponde a Oriente y las extremidades de los lados Norte y Sur al Occidente.
La curva representa el Oriente. El Venerable desde su sitial, viene a ocupar el centro; las extremidades designan el Occidente y se hallan ocupadas por los Vigilantes; el Orador y el Secretario, conservan al Oriente de la mesa, los mismos sitios que ocupan al Oriente de la Logia ; los visitadores, revestidos de altos grados, los presidentes de las comisiones, garantes de amistad, etc., decoran también él Oriente a ambos lados, entre el Venerable y el Orador y Secretario. Los demás oficiales y obreros, ocupan los puestos correspondientes a su cargo y los obreros, los que por su grado les pertenecen en los lados correspondientes a las columnas Norte y del Sur, pero en caso necesario, pueden distribuírse en ambas columnas.
Los asientos se colocan en la parte exterior de la mesa; en el interior sólo pueden penetrar y tomar asiento los Maestros de Ceremonias, que se sitúan al Oriente enfrente del Venerable.
Todos los objetos que cubren la mesa son simbólicos.
El ritual prescribe su colocación, a fin de que respondan a su simbolismo. Para esto la superficie de la mesa se divide en toda su longitud en cinco fajas paralelas, que se determinan por medio de cintas de color rojo y azul fijas en el mantel. Sobre la primera, inmediata al borde del interior, se sitúan los candelabros, los floreros y otros adornos; la segunda es para las fuentes; la tercera para los jarros y botellas; la cuarta para los vasos, y la quinta para los platos y cubiertos.
Todos los objetos tienen una nomenclatura especial, que es necesario tener presente para no incurrir en faltas que el ritual prescribe que sean castigadas simbólicamente de una manera particular.
Las faltas cometidas por la impropiedad en el empleo de los términos técnicos o por extralimitar se, poniendo vino en la copa por ejemplo, o bebiendo, como sucede a veces, —sin haberse dado la voz o la venia oportuna, se castigan por el Venerable Maestro condenando al infractor a hacer una salva con pólvora floja. En este caso, colocando al delincuente entre ambas columnas, de pie y al orden, sufre la amonestación que le dirige el Venerable y apura un vaso de agua que le presenta el Maestro de Ceremonias; después de lo cual vuelve a ocupar su asiento. Esta costumbre se remonta a la más alta antigüedad; es una reminiscencia del castigo que se imponía a los dioses que perjuraban después de jurar por la Esfigie, que eran condenados a beber una copa de aquella agua envenenada que les presentaba la diosa Isis.
- La mesa, se denomina Plataforma y también Taller, Obrador o Gran Plato.
- El mantel, Velo o Gran Bandera.
- Las servilletas, Banderas o paños.
- Las bandejas y fuentes, Terraplenes.
- Los platos, Tejas.
- Las cucharas, Trullas, paletas o llanas.
- Los tenedores, Azadones o tridentes.
- Los cuchillos, Espadas.
- Los jarrones y botellas, Barricas -o pipas.
- Los vasos y copas, Cañones.
- Los manjares, Materiales.
- El pan, Piedra tosca o piedra bruta.
- El agua, pólvora floja o blanca.
- El vino, Pólvora fuerte o roja.
- La sidra o cerveza, Pólvora amarilla.
- El café, Pólvora negra.
- Los licores, Pólvora fulminante.
- El azúcar, Yeso.
- La sal, Arena blanca.
- La pimienta, Cemento o arena parda.
- Las luces, Estrellas
- Las despabiladeras, Pinzas, alicatas o tenazas.
- Las sillas, Sillares o estalos.
- Comer, Masticar.
Llenar las copas o vasos, Cargar los cañones.
Beber, Hacer una salva, disparar un cáñonazo, hacer fuego
Bebida en general, Pólvora. (96)
Trinchar, Desbastar.
Poner sobre sus líneas respectivas los vasos, botellas, etc ., Alinear.
Suspender los trabajos , Ponerlos en recreación.
Al llegar el momento oportuno, el Venerable anuncia que va a pasarse a la sala de banquetes y suspende los trabajos de un golpe de mallete.
Todos los asistentes se dirigen ordenadamente a dicho departamento precedidos de los Maestros de Ceremonias y se colocan alrededor de la mesa, frente a los asientos que les corresponde ocupar. El V:. da un golpe de mallete y dice:
"Al orden, Hermanos.
"Elevemos desde lo más recóndito de nuestros corazones un himno de reconocimiento al Gran Arquitecto del Universo y roguémosle que santifique esta reunión fraternal, dignándose bendecir estos materiales.
Hace la bendición, toma una copa llena de vino de la que bebe un pequeño sorbo, y continúa:
"Que esta copa, símbolo de la vida, nos anime a todos y nos haga partícipes por igual de los goces que la bondad divina nos dispensa; y no olvidemos que si en lugar del vino generoso .que contiene, que es emblema de dicha y bienestar, rebosara de amarga hiel, deberíamos aceptarlo asimismo y apurarla con resignación, porque seriamos indignos de compartir los bienes con nuestros hermanos, si no estábamos dispuestos en todas ocasiones a compartir igualmente y participar de los males. ¡Que el Gran Arquitecto del Universo permita que la copa de la amargura no llegue jamás a los labio, de sus criaturas!
Circula la copa y después de hacer el signo y la batería quedan abiertos los trabajos de banquete.
La comida tiene lugar en medio del mayor silencio, sin que sea permitido a nadie hacer uso de la palabra ni beber, hasta que así lo dispone el Venerable.
Por lo general, este silencio se mantiene durante el primer servicio, hasta el momento en que el Venerable ordena la celebración del primer brindis; llegado este momento, da un golpe de mallete, que repiten los Vigilantes, y dice:
"Hermanos primero y segundo Vigilantes, invitad a ¡os obreros de vuestras respectivas columnas, como yo lo hago a los de Oriente, que se dispongan a cargar y alinear los cañones, para verificar el primer brindis de obligación.
Los Vigilantes repiten el anuncio.
"Cargad y alinead.
Se llenan las copas, cuidando de volver a dejar las botellas en la misma línea que les corresponda, así cómo también las copas, a fin de que en la mesa se conserve el más perfecto orden.
"De pie y al orden. Empuñad las armas.
Todos los hermanos se levantan y se ponen al orden.
(Los Aprendices y Compañeros apoyan la mano izquierda de plano sobre la mesa, junto al borde; los dedos extendidos y unidos, excepto el pulgar, separado y apoyado a lo largo de dicho borde, formando escuadra. Los Maestros empuñan el cuchillo con la mano izquierda , colocándose la servilleta sobre el antebrazo: los hermanos de altos grados empuñan de igual manera el cuchillo y se colocan la servilleta sobre el hombro izquierdo. Todos los hermanos se colocan con la mano derecha al orden de Aprendiz).
(Los Maestros de ceremonias y los hermanos, que por excepción, ocupen la parte interior de la mesa, permanecerán sentados, pero siguen el mismo orden que los demás en ejercicio).
"Hermano primero y segundo Vigilantes, anunciad que vamos a consagrar el primer brindis, a la salud de ... (aquí el nombre-del Jefe del Estado), agregando los votos más fervientes, para la prosperidad, la grandeza y la gloria de la patria"...
Hecho el anuncio, el Venerable manda el ejercicio.
"Empuñad los aceros; —arriba las armas; —saludemos; —armas a la izquierda; —mano derecha al cañón; —arriba los cañones; —apunten; —fuego;
—buen fuego —el más vivo de los fuegos; —retiren;
—armas al frente; —saluden; —uno, dos, tres; —descansen, armas —uno, dos, t~s; —espada a la derecha; —alcen; —saluden; —descansen armas; —A mí por el signo... por la batería..
(A cada una de estas voces, los hermanos empuñan el cuchillo con la mano derecha, lo levantan en alto llevándolo al hombro izquierdo, y saludan con el signo de aprendiz. Los Maestros y los altos grados pasan de nuevo el cuchillo a la mano izquierda; los Compañeros y Aprendices lo dejan sobre la mesa, poniendo la mano izquierda en la postura de orden de mesa y todos cogen las copas con la mano derecha. Siguiendo las voces de mando, levantan en alto las copas, las acercan a los labios y beben en tres tiempos; se retiran las copas hacía el hombro derecho, se extiende el brazo horizontalmente presentándolas al frente, se saluda en tres tiempos (repitiendo rápida y sucesivamente por tres veces el saludo), llevando la copa junto a la tetilla derecha, pasándola de allí a la izquierda y presentándola al frente, y, por último, se descansan en tres tiempos, bajándolas verticalmente del hombro derecho a la mesa, procurando que al tercer tiempo queden todas en su línea respectiva, posándose a la una, en términos que produzcan un sólo golpe).
Después de estos brindis los Venerables suelen poner los trabajos en recreación, para que los hermanos puedan comer con más libertad y hablar entre sí, pero no les está permitido beber, ni dirigir la palabra al Taller.
Cuando el Venerable Maestro lo cree oportuno dispone los otros brindis; poniendo en vigor los trabajos—con un golpe de mallete.
Entre el sexto y último brindis, se concede la palabra a los hermanos que deseen proclamar algún discurso o proponer algún brindis especial.
Antes de anunciar el último brindis de obligación, circula la bolsa de beneficencia. Anunciado y verificado el último brindis, se forma la cadena de unión, circula la palabra y se cierran ritualmente los trabajos.