El Ayuntamiento de Santa Cruz compró el inmueble al Ministerio de Defensa en 2001. En todo ese tiempo sólo se han realizado obras menores, como la rehabilitación de la techumbre por un importe de 75.000 euros. La falta de un plan director consensuado que respete toda la simbología del edificio lastra su recuperación.
N. VIZOSO, S/C de Tenerife
La calle San Lucas continúa siendo escasamente transitada por los turistas que visitan la capital o por los propios habitantes de la Isla, que podrían contemplar el espectacular Templo Masónico de Santa Cruz, el ejemplo más bello de arquitectura masónica en territorio nacional y, para muchos, en toda Europa. Sin embargo, los planes que llevaron al Ayuntamiento de Santa Cruz a adquirir el citado inmueble en 2001, comprándoselo al Ministerio de Defensa por 70 millones de las antiguas pesetas, distan mucho de esa instantánea fantasmagórica que retrata en la actualidad al citado templo.
Casi una década ha pasado desde que el consistorio capitalino se hiciera con el histórico edificio. Sin embargo, nunca ha terminado de concretarse su rehabilitación integral ya sea por falta de recursos económicos o por la ausencia de un consenso entre todas las partes implicadas en el proyecto.
Por el camino, el templo ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento (iniciándose el proceso en 2002 y culminando en 2008) e, incluso, se ha edificado en la parcela anexa un inmueble de viviendas y oficinas que ha soliviantado a aquellos que defienden que la especial idiosincrasia del templo queda empañada por la colocación de un edificio de características modernas junto a una de sus alas.
En este sentido cabe recordar que ya en junio de 2006 el Pleno del ayuntamiento aprobó por unanimidad la necesidad de rehabilitar el edificio. De esta forma, el 25 de enero de 2007 la Gerencia Municipal de Urbanismo incluyó en sus presupuestos una dotación de 250.000 euros para ese año y 150.000 euros para el año siguiente. Asimismo, el entonces concejal de Urbanismo, Manuel Parejo, encargó al arquitecto municipal, Germán Delgado, la redacción, dirección y supervisión del proyecto de rehabilitación del Templo Masónico. Transcurridos 35 meses y tras sólo haberse realizado obras menores por valor de 75.000 euros, necesarias para reparar la techumbre y limpiar el aljibe, en el Pleno celebrado el 14 de diciembre de 2009 se aprobó dejar sin efecto el encargo realizado al arquitecto municipal y sacar a concurso público el proyecto de rehabilitación en el plazo de un mes.
Han pasado cinco meses y dos planes de inversión financiados por el Estado sin que, hasta el momento, se haya concretado ningún tipo de proyecto de rehabilitación, a lo que se debe añadir el actual contexto de crisis que no hará sino retrasar aún más la puesta en valor de unos de los edificios más bellos de Santa Cruz.
N. VIZOSO, S/C de Tenerife
La calle San Lucas continúa siendo escasamente transitada por los turistas que visitan la capital o por los propios habitantes de la Isla, que podrían contemplar el espectacular Templo Masónico de Santa Cruz, el ejemplo más bello de arquitectura masónica en territorio nacional y, para muchos, en toda Europa. Sin embargo, los planes que llevaron al Ayuntamiento de Santa Cruz a adquirir el citado inmueble en 2001, comprándoselo al Ministerio de Defensa por 70 millones de las antiguas pesetas, distan mucho de esa instantánea fantasmagórica que retrata en la actualidad al citado templo.
Casi una década ha pasado desde que el consistorio capitalino se hiciera con el histórico edificio. Sin embargo, nunca ha terminado de concretarse su rehabilitación integral ya sea por falta de recursos económicos o por la ausencia de un consenso entre todas las partes implicadas en el proyecto.
Por el camino, el templo ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento (iniciándose el proceso en 2002 y culminando en 2008) e, incluso, se ha edificado en la parcela anexa un inmueble de viviendas y oficinas que ha soliviantado a aquellos que defienden que la especial idiosincrasia del templo queda empañada por la colocación de un edificio de características modernas junto a una de sus alas.
En este sentido cabe recordar que ya en junio de 2006 el Pleno del ayuntamiento aprobó por unanimidad la necesidad de rehabilitar el edificio. De esta forma, el 25 de enero de 2007 la Gerencia Municipal de Urbanismo incluyó en sus presupuestos una dotación de 250.000 euros para ese año y 150.000 euros para el año siguiente. Asimismo, el entonces concejal de Urbanismo, Manuel Parejo, encargó al arquitecto municipal, Germán Delgado, la redacción, dirección y supervisión del proyecto de rehabilitación del Templo Masónico. Transcurridos 35 meses y tras sólo haberse realizado obras menores por valor de 75.000 euros, necesarias para reparar la techumbre y limpiar el aljibe, en el Pleno celebrado el 14 de diciembre de 2009 se aprobó dejar sin efecto el encargo realizado al arquitecto municipal y sacar a concurso público el proyecto de rehabilitación en el plazo de un mes.
Han pasado cinco meses y dos planes de inversión financiados por el Estado sin que, hasta el momento, se haya concretado ningún tipo de proyecto de rehabilitación, a lo que se debe añadir el actual contexto de crisis que no hará sino retrasar aún más la puesta en valor de unos de los edificios más bellos de Santa Cruz.