Escribe de Ricardo Polo
Director Revista Masonica "HIRAM ABIFF"
Argentina
Algunos obcesos del "Palacio", buscan saber quien adoctrina a los profanos... Mejor harìan, como dijese Erasmo, imitar virtudes en vez de encenderle velas a su Altìsimo...
Milenaria por sus objetivos fundamentales que son la lucha por la Libertad, la Igualdad y la Justicia entre los hombres, la masonería responde a sus principios de apoyo a la Ciencia, a la Justicia y al Trabajo. Su trabajo en pro de la redención social ha sido el acicate motivador al que se han plegado miles de Hombres en todos los tiempos. El "Ordo an Chao" ha sido, por lo demás, divisa para todos los tiempos. Mas allá de su historia, que se remonta a los más remotos tiempos, cada ciudadano de hoy lo es merced al sacrificio de quienes lucharon contra el poder del más fuerte, luego contra el poder feudal y hoy contra las inequidades que pretenden someterlo a los delirios de clubes siniestros y el poder omnímodo y concentrado del sistema financiero transnacional. Sin embargo, en el seno de la inmensa mayoría de las Instituciones que pretenden ser progresistas, incluidos los partidos políticos, medran individuos carentes de ética, moral y principios y en su notoria mediocridad aspiran a ser como aquel griego que en su desmedida ambición de trascender, incendió el Partenón… claro está, logrando el mísero objetivo… Hoy ocurre eso mismo en el seno de las Instituciones republicanas y en aquellas que como la Masonería, pretenden coadyuvar al Progreso irrestricto de la Humanidad. Por eso es que el anciano masón derramó sus siete lágrimas, cada una de las cuales tiene, como aquí veremos, su simbolismo comprensible para todos… Ricardo Edgardo Polo
Las Siete lágrimas de un viejo masón
En un rincón del Templo, sentado en su banquita, mirando el Delta Luminoso, un triste y viejo Maestro Masón lloraba.
De sus ojos, extrañas lágrimas le escurrían por el rostro, sin saber el porqué, se las conté: fueron siete. Con las ganas incontenibles de saber el motivo, me aproximé y lo interrogué, “¿Habla, mi Viejo Maestro! Dile a tu eterno Aprendiz por que externas así tan visible dolor?”
El, suavemente, me respondió, “¿Estás viendo a estos Hermanos que entran y salen? las lágrimas que contaste están dedicadas a algunos de ellos.”
“La Primera, es por esos indiferentes, que no valoran la historia, el esoterismo, la liturgia y el ritual, y aquí vienen en busca de distracción, para salir ironizando aquello que sus mentes ofuscadas no pueden concebir.”
“La Segunda, me la arrancan esos eternos inseguros que pretenden creer desacreditando a los viejos Maestros y a la expectativa de un milagro que les haga alcanzar aquello que sus propios méritos le niegan”.
“La Tercera, se distribuye a los malos, a aquellos que solamente asisten a la Logia para promover la discordia entre los Hermanos”.
“La Cuarta, es por los Hermanos fríos y calculadores que, aún sabiendo que existe una Fuerza Espiritual, procuran beneficiarse de ella de cualquier forma y no conocen la palabra Amor”.
“La Quinta, va a los que llegan con suavidad, tienen la sonrisa y el elogio a flor de los labios, pero si pudiéramos ver bien su semblante, veremos escrito en el rostro: Creo en el Gran Arquitecto Del Universo, en la Orden y en mis Hermanos, pero sólo si pudiera servirme de ellos”.
“La Sexta, se la doy a los fútiles, insignificantes, que van a la Logia buscando acercamientos para cobijarse pero sus ojos revelan un interés diferente”.
“La Séptima, mi amado H.•. , fue grande y se deslizó pesada! fue la última lágrima, aquella que vive en los ojos del Verdadero Masón. Que estas lágrimas, Querido Hermano sirvan para recordarle a los Hermanos vanidosos que olvidan que existe el respeto y que existen Hermanos necesitados de caridad y tantos seres humanos necesitando de el amparo material y espiritual”.
Milenaria por sus objetivos fundamentales que son la lucha por la Libertad, la Igualdad y la Justicia entre los hombres, la masonería responde a sus principios de apoyo a la Ciencia, a la Justicia y al Trabajo. Su trabajo en pro de la redención social ha sido el acicate motivador al que se han plegado miles de Hombres en todos los tiempos. El "Ordo an Chao" ha sido, por lo demás, divisa para todos los tiempos. Mas allá de su historia, que se remonta a los más remotos tiempos, cada ciudadano de hoy lo es merced al sacrificio de quienes lucharon contra el poder del más fuerte, luego contra el poder feudal y hoy contra las inequidades que pretenden someterlo a los delirios de clubes siniestros y el poder omnímodo y concentrado del sistema financiero transnacional. Sin embargo, en el seno de la inmensa mayoría de las Instituciones que pretenden ser progresistas, incluidos los partidos políticos, medran individuos carentes de ética, moral y principios y en su notoria mediocridad aspiran a ser como aquel griego que en su desmedida ambición de trascender, incendió el Partenón… claro está, logrando el mísero objetivo… Hoy ocurre eso mismo en el seno de las Instituciones republicanas y en aquellas que como la Masonería, pretenden coadyuvar al Progreso irrestricto de la Humanidad. Por eso es que el anciano masón derramó sus siete lágrimas, cada una de las cuales tiene, como aquí veremos, su simbolismo comprensible para todos… Ricardo Edgardo Polo
Las Siete lágrimas de un viejo masón
En un rincón del Templo, sentado en su banquita, mirando el Delta Luminoso, un triste y viejo Maestro Masón lloraba.
De sus ojos, extrañas lágrimas le escurrían por el rostro, sin saber el porqué, se las conté: fueron siete. Con las ganas incontenibles de saber el motivo, me aproximé y lo interrogué, “¿Habla, mi Viejo Maestro! Dile a tu eterno Aprendiz por que externas así tan visible dolor?”
El, suavemente, me respondió, “¿Estás viendo a estos Hermanos que entran y salen? las lágrimas que contaste están dedicadas a algunos de ellos.”
“La Primera, es por esos indiferentes, que no valoran la historia, el esoterismo, la liturgia y el ritual, y aquí vienen en busca de distracción, para salir ironizando aquello que sus mentes ofuscadas no pueden concebir.”
“La Segunda, me la arrancan esos eternos inseguros que pretenden creer desacreditando a los viejos Maestros y a la expectativa de un milagro que les haga alcanzar aquello que sus propios méritos le niegan”.
“La Tercera, se distribuye a los malos, a aquellos que solamente asisten a la Logia para promover la discordia entre los Hermanos”.
“La Cuarta, es por los Hermanos fríos y calculadores que, aún sabiendo que existe una Fuerza Espiritual, procuran beneficiarse de ella de cualquier forma y no conocen la palabra Amor”.
“La Quinta, va a los que llegan con suavidad, tienen la sonrisa y el elogio a flor de los labios, pero si pudiéramos ver bien su semblante, veremos escrito en el rostro: Creo en el Gran Arquitecto Del Universo, en la Orden y en mis Hermanos, pero sólo si pudiera servirme de ellos”.
“La Sexta, se la doy a los fútiles, insignificantes, que van a la Logia buscando acercamientos para cobijarse pero sus ojos revelan un interés diferente”.
“La Séptima, mi amado H.•. , fue grande y se deslizó pesada! fue la última lágrima, aquella que vive en los ojos del Verdadero Masón. Que estas lágrimas, Querido Hermano sirvan para recordarle a los Hermanos vanidosos que olvidan que existe el respeto y que existen Hermanos necesitados de caridad y tantos seres humanos necesitando de el amparo material y espiritual”.