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EL CADUCEO


Vara delgada, lisa y cilíndrica o ligeramente cónica. Con dos alas extendidas en su parte superior y a lo largo dos serpientes enroscadas, insignia de Mercurio. Los gentiles la consideran como símbolo de la paz, y actualmente se emplea como emblema del comercio. Fue también insignia, con igual significación, de los heraldos o embajadores en tiempo de guerra. En Grecia consistía éste en una rama de olivo o laurel despojada de las hojas, y en Roma en un ramo de verbena.


El Caduceo, según la ciencia del Blasón es una figura artificial, representando por una vara coronada por dos alas explayadas y acotada con dos serpientes entrelazadas y afrontadas de modo que la parte superior de sus cuerpos forma un arco.
El Caduceo, según la Mitología es el atributo de ciertas divinidades de la mitología grecoromana, cuya misión consiste en llevar los mensajes y dispensar los favores del Olimpo, figurando entre ellas la Paz , Iris y la Victoria , y especialmente Hermes o Mercurio, cómo intermediario de los dioses y los hombres. Primitivamente el caduceo no era más que una varita, especie de varita mágica con un abultamiento o nudo por la parte superior en que nacían dos ramas, que, bifurcándose, se rodeaban para aproximarse en sus extremidades.
Tenía la virtud de trocar en oro todo cuanto tocaba, lo que indica el vocablo Jryscrrapis, epítelo aplicando a Hermes. Homero menciona la virtud que tenia el caduceo de adormecer y despertar a los mortales, y la facultad que tenía Hermes de atraer con él las almas de los muertos. Era símbolo de la prosperidad y de la concordia, de la riqueza y de la abundancia: análogo, por esto último, según Decharne, a la vara mágica de las leyendas germánicas. Con él transformaba Mercurio las tinieblas en luz, fuente de prosperidad y bienestar.
El caduceo fue después una vara o bastón alado y en derredor de él se enroscan dos serpientes entrelazadas, a cuyos cuerpos reúne un nudo en la extremidad de la varilla y cuyas cabezas se miran y se tocan. La fábula dice que el caduceo fue regalado por Apolo a Mercurio cuando éste, para terminar una disputa entre ambos, ofreció su lira al dios de la música.
Cuenta igualmente la leyenda que Mercurio encontró dos serpientes que se peleaban e interpuso su vara, al que se enroscaron cesando la pelea; y según otra visión, representa a Rea que se convirtió en culebra para huir de Júpiter que la asediaba, quien astutamente hizo lo mismo. Probablemente estas leyendas nacieron del símbolo, y como razón artística y decorativa. Los arqueólogos pretenden ver en el caduceo un atributo de Baal importado de Oriente.
Pero sin justificar esta opinión. En los tiempos históricos el caduceo es principalmente atributo de Mercurio, dios de los comerciantes y de las relaciones pacíficas, aunque también se representaba con él a Baco, por haber reconciliado a Júpiter y Juno, y a Ceres, Venus, Hércules y Amilis, y en general a toda figura que simbolizará la paz o la concordia.
Mercurio y su caduceo


Fue también la insignia de los heraldos en Grecia y en Roma (pranerones); de aquí caduceo > deherakenion > de kerys, heraldo. En buen número de medallas, entre ellas las de los primeros emperadores romanos hasta Póstumo, el caduceo va representado solo.
En las de Marco Antonio, las de Apamea a Ilio, aparece con el águila; en las de Litio, entre dos lechuzas; en las de Atenas, detrás de una lechuza. Además se ve con el águila y el caballo, sobre trípode: con la serpiente y una espiga y en una muy rica variedad de disposiciones.
Por cierto existió la profesión de caduceador , era el rey de armas (persona autorizada para otorgar escudos de familia o heráldica gentilicia), heraldo o internuncio en los ejércitos de Grecia y Roma se publicaba la paz, empuñando el simbólico caduceo. El cargo de caduceador lo copiaron los romanos de los griegos, y el caduceo que usaban era distinto.
Los romanos utilizaron el caduceo como símbolo del equilibrio moral y de la buena conducta; el bastón expresa el poder; las dos serpientes la sabiduría; las alas la diligencia; (1) el yelmo es emblemático de elevados pensamientos.
El caduceo es, en la actualidad, la insignia del obispo católico ucraniano. Desde el punto de vista de los elementos, el caduceo representa su integración, correspondiendo la vara a la tierra, las alas al aire, las serpientes al agua y al fuego (movimiento ondulante de la onda y la llama) (2).
La antigüedad del símbolo es muy grande y se encuentra en la India grabado en las tablas de piedra denominadas nágakals, una especie de exvotos que aparecen en la entrada de los templos. Erich Zimmer deriva el caduceo de Mesopotamia, donde lo ve en el diseño de la copa sacrificial del rey Gudea de Lagash ( 2600 A . J.)
A pesar de la lejana fecha, el autor citado dice que el símbolo es probablemente anterior, considerando los mesopotámicos a las dos serpientes utilizadas como el símbolo del dios que cura las enfermedades, sentido que pasó a Grecia y a los emblemas de nuestros días (3).
Desde el punto de vista esotérico, la vara del caduceo corresponde al eje del mundo y sus serpientes aluden a la fuerza Kundalini, que, según las enseñanzas tántricas, permanece dormida y enroscada sobre sí misma en la base de la columna vertebral (símbolo de la facultad evolutiva de la energía pura). Según Schneider, las dos S formadas por las serpientes corresponden a enfermedad y convalecencia (4).
En realidad, lo que define la esencia del caduceo es menos la naturaleza y el sentido de sus elementos que su composición. La organización por exacta simetría bilateral, cual en la balanza de libra, o en la triunidad de la heráldica (escudo entre dos tenantes) expresa siempre la misma idea de equilibrio activo, de fuerzas adversarias que se contrarrestan para dar lugar a una forma estática y superior. En el caduceo, esta binariedad equilibrada es doble: las serpientes y las alas, por lo que ratifica ese estado supremo de fuerza y auto-dominio (y en consecuencia, de salud) en el plano inferior (serpientes, instintos) y en el superior (alas, espíritu).


1.- El caduceo, emblema de Hermes (Mercurio), es una varita alrededor de la cual se enrollan en sentido inverso dos serpientes. La serpiente posee un doble aspecto simbólico, benéfico y maléfico, cuyo antagonismo y equilibrio presenta el caduceo: tal equilibrio o polaridad es propio sobre todo de las corrientes cósmicas, figuradas más generalmente por la doble espiral. Mercurio, dice Saint-Martin << mantiene el equilibrio entre el agua y el fuego>>. Nicolás Flamel y los alquimistas llaman Mercurio y Azufre a los dos principios. La leyenda del caduceo se relaciona claramente con el caos primordial (dos serpientes se baten). Con su polarización (separación de las serpientes por Hermes) y con el enrollamiento alrededor de la varita que realiza el equilibrio de las tendencias contrarias alrededor del eje del mundo, los cual permite a veces afirmar que el caduceo es símbolo de paz. Hermes es el mensajero de los dioses y también el guía de los seres en sus cambios de estado, lo que cuadra, observa Guénon, con ambos sentidos ascendentes y descendente de las corrientes figuradas por serpientes rampantes y simétricas.
2.- Otra interpretación pone el acento en el simbolismo de fecundidad. Compuesto por dos serpientes acopladas sobre un falo en erección, el caduceo parece ser una de las más antiguas imágenes indoeuropeas. Se le encuentra en la India antigua y moderna asociado a numerosos ritos, en la mitología griega donde es el emblema de Hermes, y también entre los latinos que lo transfieren a Mercurio. Espiritualizado, este falo de Hermes el psicopompo, penetra, según expresión de Henderson, discípulo de Jung (JUNS, 156), del mundo conocido al mundo desconocido en busca de un mensaje espiritual de liberación y curación. El caduceo es hoy en día el emblema universal de la ciencia médica.
Pero el caduceo cobra todo su sentido en la época griega, cuando las alas vienen a coronar las dos serpientes. El símbolo se convierte entonces en una síntesis ctónico-uránica que trasciende sus orígenes y evoca los dragones alados chinos y el dios azteca, Quetzacóatl que, después de su sacrificio voluntario, renace por una ascensión celeste bajo la forma de la serpiente emplumada.
<> (SECG, 268).
• B.G.P. Diccionario Universal de la Mitología. Barcelona 1835
• El simbolismo del sueño. Teillard Ana. Milano 1950
• Mitos y símbolos dentro de la civilización India. París 1951
• La danza de espadas y la tarantela. Schenieder. Marius 1945
• 3. <>(BOUA,166).
Según Court de Gébelin, que cita a Atenágoras y a Macrobio, el bastón simboliza el ecuador, las alas el tiempo, las dos serpientes, macho y hembra,<>. Semejante interpretación cuadra sobre todo con el papel que desempeña Hermes como padre de la astronomía y de la agricultura (BOUA, 168).


4. Los alquimistas dan al caduceo la siguiente interpretación: <>(VANA, 18-19).
5. Esta interpretación enlaza con la idea del caduceo como símbolo de equilibrio a través de la integración de fuerzas contrarias. Representa el combate entre las dos serpientes que arbitra Hermes. Semejante liza puede simbolizar la lucha anterior entre fuerzas opuestas, sean biológicas o morales, que compromete la salud y la honestidad de un ser. Es así que para los romanos, por ejemplo, el caduceo representa el equilibrio moral y la buena conducta: <>Pero aquí la interpretación no rebasa apenas el nivel de lo emblemático.
El caduceo reúne también los cuatro elementos de la naturaleza y su valor simbólico: la varita corresponde a la tierra, las alas al aire, las serpientes al fuego y al agua. Pero no es solamente su reptar lo que las asemeja al movimiento ondulante de las olas y las llamas y las asimila al agua y al fuego: es su propia naturaleza, a la vez ardiente por la mordedura venenosa, y casi líquida por su fluidez, que las convierte a la vez en fuentes de vida y de muerte.
6. Pero el caduceo queda como símbolo de la enigmática complejidad humana y las indefinidas posibilidades de su desarrollo. El atributo de Hermes (Mercurio), es la vara de oro: el árbol de la vida, en cuyo derredor se enrollan simétricamente, en forma de ocho, dos serpientes. Hermes, dice Homero, agarra la varita con la cual encanta a su grado los ojos de los mortales o despierta a los que duermen (Ilíada, XXIV, 343-344).
La varita recuerda el origen agrario del culto de Hermes y los poderes de mago que detenta; las dos serpientes evocan el carácter originalmente ctónico de este dios, capaz de descender a los infiernos y enviar allí a sus víctimas, así como de retornar a su grado y devolver a la luz a ciertos prisioneros. Pausanias señala un culto rendido al Hermes negro y al Hermes blanco, sendos aspectos ctónicos y uránico, nefasto y favorable, del mismo dios. Las serpientes del caduceo designan esta ambivalencia, que no es sino la propia del hombre.
7. Por último Paul Diel, siguiendo la interpretación simbólica, inspirada en su ética biológica, y siguiendo la interpretación mitológica que atribuye el caduceo a Asclepios (Esculapio) padre de los médicos y dios de la medicina, porque sabe utilizar los venenos para curar a los enfermos y resucitar a los muertos, explica así el caduceo: <> (DIES, 230).
La aventura entera de la medicina se desarrolla en el mito de Esculapio y se resume en el caduceo: la verdadera curación y la verdadera resurrección son las del alma. La serpiente se enrolla alrededor del bastón, que simboliza el árbol de la vida, para significar la vanidad domada y sumisa: el veneno se torna remedio, la fuerza vital pervertida halla de nuevo la recta vía. La salud es <> (DIES, 233). Tal interpretación ve en el caduceo el símbolo privilegiado del equilibrio psicosomático.







Foto de Juan Avila.

Foto de Juan Avila.

Foto de Juan Avila.

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