Por el M.•. R.•. H .•. MANUEL A. OSSA, de Panamá
Recientemente una frase del Ritual de Massachussets en el Grado de Aprendiz me saltó a la mente, la encontré tan profunda y consideré tan importante su significado, que llegué a la conclusión de compartir mis pensamientos con ustedes hoy, esta frase proviene de la enseñanza al Iniciado cuando se le describe su condición de entrada a la Logia despojado de sus valores profanos: "... en la construcción del Templo del Rey Salomón no se oyó el sonido del hacha, ni el martillo, ni de instrumento alguno metálico: "
Al pensar sobre el significado de esta frase, surgió el siguiente pensamiento: para poder trabajar en nuestra piedra bruta interna tenemos de empezar por eliminar las superfluidades de la vida mundana, serenos y en silencio, no trabajamos nuestro ser interno en voz alta, lo hacemos meditando, revisando nuestras bases morales y actos para con nuestro prójimo.
La definición del Mazo nos dice: "... pero a nosotros como Masones Libres y Aceptados, se nos enseña a emplearlo en el noble y glorioso propósito, simbólicamente, de eliminar de nuestro corazón y nuestra conciencia todos los vicios y superfluidades de la vida, y pulimentarnos con nuestra voluntad, como si fuéramos una piedra viviente, para aquella construcción espiritual, que no es obra de mano humana, en ningún tiempo y espacio."
Al atar ambos pensamientos, podemos observar su punto común, "nuestro edificio espiritual", no debe construirse en voz alta, ningún labrador de piedras experimentado puede ayudarnos, está en nuestras manos, disposición mental y conciencia el poder desbastar esas imperfecciones adheridas a la piedra bruta que se encuentran y adquieren en nuestro pasar por el mundo profano.
Quien mejor que cada uno de nosotros conoce sus actos y el estado de su ser interior, existen secretos que no se comparten con los demás sino con nuestra propia conciencia, es saludable que seamos humildes con nosotros mismos, me permito citar a Albert Mackey: "... el primer paso para la adquisición de la verdad es la humildad de pensamiento la cual nos enseña nuestra propia ignorancia y nuestra necesidad por el conocimiento, para poder entonces prepararnos para recibirlo."
Lo que nos quiere decir esta definición, es que si no somos humildes con nosotros mismos, no podremos trabajar nuestro interior espiritual, el conocimiento de nuestras debilidades personales es la clave y base para el mejoramiento interior, de no alcanzar esta posición, nuestros actos para con nuestro prójimo no podrán ser debidamente juzgados por nosotros mismos, por consiguiente no estaremos en capacidad de auto corregirnos. Para poder caminar erguidos y satisfacer a nuestro Divino Creador, debemos tener siempre presente la frase: "no hagas a los demás lo que no quisieras que te hagan". Para poder comprender el significado total de esta frase, el Masón deberá ser humilde y que el egoísmo es una enfermedad que ataca su propia alma.
Las enseñanzas de la Masonería están "basadas en alegorías", cada palabra y frase que forma parte de nuestro ritual está íntimamente ligada con la otra, es por esto que debemos asignarnos la tarea de leer, pensar y comprender en nuestras propias condiciones lo profundo de las enseñanzas filosóficas, que finalmente se convierten en el agua y jabón que finalmente limpia el lugar de trabajo en el cual se está puliendo esa piedra bruta.