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EL OBJETIVO DE UNA LOGIA MASONICA




Foto de Logia Galicia 77.










La FRANCMASONERIA aspira a un mundo regido por valores compartidos, vertebrado por el principio de Laicidad, abierto al pluralismo de convicciones y creencias, que, a su vez, sean respetuosas entre sí con el objetivo de permitir a cada ciudadano el libre desarrollo de su personalidad, lo que significa darle los medios para su emancipación de cualquier obstáculo que se lo impidiera.





La Libertad, valor reivindicado por la Francmasonería como esencial para la convivencia, comporta educación. Sin educación, la Libertad es un espejismo. En este inicio del siglo XXI, la Francmasonería ha de ser el refugio amable de los educadores, el lugar en el que reciban el salario moral del reconocimiento de su dignidad, de su papel y de su sacrificio.

En este marco general el papel de la Logia puede resumirse en tres líneas de actuación:

a-) El Taller es una escuela de formación de ciudadanos, porque el método masónico de trabajo no constituye una finalidad en sí mismo, sino que , al contrario , orienta la serenidad de Templo (después de abandonar los metales en su puerta), la disciplina del dialogo moderado por el Venerable Maestro, el rigor del ritual favorecedor de la Tolerancia, del conocimiento del otro, de la amistad franca entre los hermanos y hermanas, hacia el ejercicio de las virtudes humanas simbolizadas por la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza.

b-) El Taller es un espacio en el que se vive radicalmente la Igualdad impulsora de la creación de estrechos lazos entre los hermanos y superadora de las barreras, sean las que fueren, que dividen e incluso enfrentan a la gente en el mundo profano. La Logia, el centro de la unión de la vieja y nueva concepción andersoniana, es el cemento que permite la solidez de las columnas del pequeño templo que construimos entre todos, y sobre todo, del gran Templo de la Humanidad, la republica universal que es el signo irrenunciable de nuestro combate.

c-) El Taller es, como lo ha sido la Orden desde Isaac Newton, un espacio y un refugio del pensamiento libre, de la aceptación de la complejidad y del fomento de la diversidad, de la defensa y de la provocación, si es preciso, de la libertad de la ciencia. El Taller es un laboratorio de ideas que tratan de avanzarse y alejarse de la moda y del pensamiento único, ideas contrarias al conservadurismo basado en la defensa de los privilegios , que son atrevidas y a menudo utópicas, porque los francmasones creemos en la fuerza renovadora de las utopías humanas que configuran una esperanza del tiempo presente y que están en las antípodas de los mitos inalcanzables de los paraísos terrenales o de ultratumba que provocan una esperanza desesperanzada y esterilizadora de lo que se han aprovechado los proyectos políticos mesiánicos y las versiones integristas de las religiones del Libro.

La FRANCMASONERIA reúne en su seno, conforme a su tradición, a todos los hombres y a todas las mujeres QUE OSAN PENSAR POR SU CUENTA y les llama a ejercer colectivamente como una escuela de pensamiento libre. La Orden práctica la Fraternidad entre sus miembros y proyecta esa idea de fraternidad hacia el mundo exterior, mediante el concepto de ciudadanía.

Bajo la bóveda estrellada de los Talleres masónicos se procura que reinen la Libertad y la Tolerancia, como una forma provocativa de difusión de estos valores en la sociedad.
La Laicidad interna de los Talleres, evita cualquier distinción entre sus miembros por causa de su religión. Ha de ser el espejo de la laicidad política expresada como arquitectura de la Paz y de la Convivencia.

*Texto extraído del artículo “Francmasonería y Laicidad” publicado por el profesor JOAN-FRANCESC PONT CLEMENTE, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo Masónico de España en la muy recomendable y didáctica Revista CULTURA MASONICA




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