Se crea en Buenos Aires la primera Encomienda de la Orden de los Caballeros Bienechores de la Ciudad Santa. Y se consagra la primera Justa y Perfecta Logia del Régimen Escocés Rectificado (RER) en Santiago de Chile bajo los estandartes del GPDH.
Los masones cristianos estamos siendo testigos de días históricos para el Régimen Escocés Rectificado en América Latina. Son muchos los acontecimientos que están sucediendo en suelo americano desde la llegada, el pasado domingo 14 de junio, del Gran Maestre del GPDH, M.·. R.·. H.·. Josep Martí.
Bien podría decirse que el desembarco de la Masonería Rectificada en Hispanoamérica es reciente, sin embargo, diez años en la vida de un hombre es tiempo suficiente para medir la magnitud de los acontecimientos. Y es que se han cumplido ya diez años desde que, gracias a un Q.·. H.·. de la ciudad de Mar del Plata, tomé contacto con la Masonería Cristiana europea, depositaria de un Régimen Masónico (El “RER”) cuyo origen se remonta a la masonería estuardista del siglo XVIII, a los masones lyoneses de Willermoz y a las huestes de la Orden de la Estricta Observancia Templaria creada por el barón Gottelf von Hund y llevada a su hora más gloriosa por el duque Ferdinand de Brunswick.
Hace diez años, en América Latina el RER era desconocido como rito masónico; y hablar de masonería cristiana era materia de eruditos. Era incomprensible que uno de los ritos masónicos más antiguos de Europa fuese ignorado en suelo americano, salvo que esa omisión fuese deliberada en el afán de presentar a la masonería como enemiga de la religión, y en particular de la religión cristiana.
La historia del RER en estas tierras puede leerse en distintos artículos de este mismo blog. Los avances y los retrocesos, los éxitos y las dificultades, los numerosos viajes a España para completar grados, instrucción, doctrina… Casi toda una década de esfuerzo colectivo, y todo para que esta semana se convirtiese en un evento de magnitud histórica.
Una de las características fundamentales del RER es que se trata de una masonería caballeresca que trabaja en dos clases: La clase simbólica que contempla cuatro grados (los tres tradicionales de Aprendiz, Compañero y Maestro) más su sello distintivo: el cuarto grado de Maestro Escocés de San Andrés. La segunda clase es la Orden de los Caballeros Bienechores de la Ciudad Santa (la denominada Orden Interior), creada en Wilhelmsbad en 1782, heredera de la Orden de la Estricta Observancia.
El primero de los acontecimientos históricos de esta semana ha sido la creación, en Buenos Aires, de la primera Encomienda de dicha Orden, al haberse alcanzado el número de CBCS suficientes y puesto en funciones su primer Comendador. La Encomienda de Santa María del Buen Airerepresenta un logro significativo de la Orden Rectificada, pues se convierte en el primer cuerpo de la Orden Interior establecido fuera de suelo europeo, pero bajo la jurisdicción del GPDH, autoridad legítimamente constituida para las Iº y IVº Provincias de la Orden (dichas de Aragón y León). Integrada por componentes argentinos y bolivianos, (y próximamente chilenos) esta Encomienda permitirá que el año próximo se creen nuevos cuerpos provinciales: La primera Encomienda en suelo boliviano y la primera Prefectura en Buenos Aires, de modo tal que la Orden de los Caballeros Bienechores de la Ciudad Santa completará su estructura en América del Sur.
Los actos llevados a cabo, presididos por el Gran Maestre, han sido particularmente trascendentes y crean una gran expectativa respecto del futuro inmediato de la Orden.
El segundo de los acontecimientos históricos ha sido la consagración de la Justa y Perfecta Logia Lux et Veritas, al Oriente de Santiago de Chile, que bajo el estandarte Nº 10 viene a unirse a las logias que ya trabajan en Buenos Aires (Argentina) y Cochabamba (Bolivia), elevando a una cifra sin precedentes la cantidad de Maestros Escoceses de San Andrés establecidos a esta lado del Atlántico. Como bien lo ha señalado el Gran Maestre en una de sus alocuciones: Lo que hasta hace poco era una zona de desembarco hoy es un río que fluye por las rutas de América, uniendo países como los tendones que unen un solo cuerpo.
La consagración de Lux et Veritas no sólo representa el inicio de un futuro venturoso para la masonería cristiana en Chile sino que indica un claro signo de la consolidación de la Orden en todo el sur del continente. La Tenida de consagración, que se llevó a cabo en el Templo de Cruz del Sur Nº 7, concitó la presencia de una nutrida delegación de HH.·. de Chile, encabezada por su Ven.·. Maestro y los VV.·. de la logia consagrada y de otra delegación de HH.·. de Bolivia, encabezada por el Ven.·. Maestro de Génesis Nº 3.
Luego de cuatro jornadas de reuniones y trabajos masónicos, el Gran Maestre Josep Martí continuó su gira latinoamericana a Bolivia el pasado viernes, en donde se están celebrando diversas actividades y en donde compartirá, con los HH.·. de Cochabamba, la Cena Solsticial que la francmasonería rectificada boliviana lleva a cabo en estas fechas, presidida por el Representante del GPDH para ese país.
Como Visitador General para Hispanoamérica, expresar las emociones vividas en estos días no es tarea sencilla, pero quienes siguen este blog y mis artículos sabrán comprender la sensación que me embarga. Hemos trabajado mucho, durante muchos años, para que la masonería cristiana fuese una realidad consolidada en América. Hemos elegido el camino más largo, pues los caminos cortos sólo conducen a las imitaciones, que suelen ser de mala calidad y poca duración.
La Regularidad Rectificada, depositada en el eje del Gran Priorato de las Galias y el Gran Priorato de Hispania garantiza la pureza de un Rito que (vuelvo aquí a parafrasear al Gran Maestre) nunca fue modificado, nunca fue puesto al servicio de nadie y hoy nos permite, al ver su pureza de origen, entender los destrozos que se han hecho con nuestra tradición en aras de una supuesta “modernidad”.
No estuvo ausente en los discursos la cuestión de la persecución de los cristianos de las iglesias orientales; tampoco lo estuvo el proceso de descristianización que sufre el viejo continente, ni la necesidad de mantener las líneas doctrinales del RER de modo tal que la masonería cristiana crezca en América del modo esperado.
Sin duda vienen tiempos mejores. Estas últimas palabras tienen una gran significación para los Maestros Escoceses de San Andrés. Esos tiempos serán coronados, seguramente, por otros hombres que tomarán nuestro ejemplo y nuestra antorcha. Nuestro Gran Maestre ha dicho que el trabajo recién comienza; para quien esto escribe, sin embargo, hay una etapa que llega a su fin, pues luego de haber vivido lo vivido, veo en el horizonte una primera línea de líderes capaces de conducir al Régimen Escocés Rectificado en los países del continente, y esa sola imagen me reconforta.
Agradezco, una vez más, el esfuerzo de todos los HH.·. que han hecho de estos actos un evento sin precedentes. Sin ellos, sin las columnas de Cruz del Sur Nº, que han sido el verdadero motor de este barco, no hubiésemos podido llegar a buen puerto. Agradezco también a los HH.·. de Chile y de Bolivia por su invalorable colaboración en los actos llevados a cabo.
Quisiera terminar citando las palabras de Josep Martí, dirigidas a quienes nos hemos congregado en los actos de consagración de Lux et Veriras, a propósito de nuestra ubicación en el escenario masónico general:
Somos respetuosos de las múltiples manifestaciones que actualmente tiene la francmasonería. Y estamos abiertos a la más amplia fraternidad en el sentido final de la palabra; pero demandamos el mismo respeto y la misma fraternidad que prodigamos. Conscientes de que nuestro Régimen se nutre de la sabia de los Padres de la Iglesia, no pedimos permiso por la Fe que profesamos y así queremos que se nos reconozca.
