Queridos HH:. de la GLEDE:
Quiero compartir con ustedes la enorme felicidad que me embarga hoy, que estamos ad-portas de concluir con éxito un ambicioso proyecto que beneficia a la masonería ecuatoriana toda.
El M:.R:. Gran Maestro Jaime Gutiérrez y muchos HH:. de ambas Grandes Logias han dejado atrás viejos resquemores y desconfianzas, dejando libre una vía que nos engrandece a todos.
La masonería ecuatoriana hoy se transforma en ejemplo y referente para la masonería universal que, desafortunadamente, no está exenta de problemas. Este paso en conjunto será emulado por otras Grandes Potencias para resolver los profundos conflictos que, tristemente, existen.
Ha habido generosidad de parte y parte, y en este maravilloso paso no hay vencedores ni vencidos.
Viejas voces dentro de la GLE, aquellas que se oponían a lograr un entendimiento provechoso con la GLEDE, hoy se han plegado a esta solución, tan anhelada por la C.M.I. y toda la masonería universal. No ha sido fácil lograrlo pero, bendito sea el G:.A:.D:.U:., nos encontramos en plena sintonía con el bien superior.
Desde que asumí la Gran Maestría de la Gran Logia del Ecuador, he mantenido una apretada agenda de reencuentro con el M:.R:.H:. JaimeJaime Gutierrez. Su transparencia, sinceridad y conducta fraterna han sido factor fundamental para que hoy nos encontremos en este punto histórico.
Siempre ha sido mi ilusión ver a la GLEDE inmersa en el concierto internacional, como miembro activo y protagónico de la C.M.I.
Hoy que tengo la responsabilidad de presidir a la Zona IV, debo de contar con el activo y protagónico concurso de la GLEDE para desarrollar y poner en alto el nombre de la masonería ecuatoriana toda.
Las puertas de la Gran Logia del Ecuador y los corazones de sus hermanos están abiertos para ustedes.
Ruego al G:.A:.D:.U:. que nos ilumine a todos para trabajar en conjunto en la construcción de un mejor Edificio Social en nuestra patria.
Reciban todo mi cariño fraternal y respeto.
S:.F:.U:.
Humberto Plaza Argüello
Gran Maestro de la Gran Logia del Ecuador.
