RESP.´. Y CONST.´. LOG.´.SIMB.´.FEM.´. “U´PAAL AL KIN No. 2 ”
JURISDICCIONADA A LA MUY RESP.´. GRAN LOGIA FEMENINA DEL OR.´. DE QUINTANA ROO
S.´. F.´. U.´.
OR.´. DE CANCÚN QUINTANA ROO, MÉXICO A 09 DE OCTUBRE E.´.V.´.
HISTORIA DE LA MASONERIA, PRESENTE Y FUTURA
POR: V.´.M.´. ANA MARIA REJON CANUL
El origen de la masonería se pierde en la noche de los tiempos. Sería tan antigua como las pirámides de Egipto, en donde constructores y sacerdotes poseedores de conocimiento, y de una fe diferente más profunda y oculta para el resto de la población, serían sus creadores. O entre los arquitectos judíos que hicieron el Templo de Jerusalén, edificio que albergaba tanto en su interior como en su construcción, sabiduría vedada para los no iniciados. O Quizá antes, el origen estaría entre profetas y sabios que se ocultan tras el velo de los mitos, como Noé, Moisés o el mismo Adán. En cualquier caso, su nacimiento estaría entre aquellos seres humanos que podían acceder a un conocimiento superior al que poseían la mayoría de sus contemporáneos, ciencia y religión mezclados entre sí. Un saber que conjuntaba rituales, filosofía, misticismo con la practicidad de la arquitectura de templos inspiradores.
Estas raíces se convertirían en un árbol genealógico mítico que tendría entre sus herederos, tanto a organizaciones misteriosas como a personajes destacados de la historia occidental. Desde Euclides en la Antigua Grecia hasta los templarios en la Europa Medieval. Razón y religiosidad, un matrimonio imposible para los profanos, pero una realidad para quienes tenían acceso a más recursos e información.
La Edad Media europea con su excesiva presencia de la Iglesia Católica y la ausencia de textos escritos, con dificultad nos permite ver los primeros documentos sobre la masonería. Es a la sombra de las catedrales góticas de la Baja Edad Media en Francia donde aparecen, esa elite que habría existido durante siglos llevando luz a sus pueblos, surgen registrados por primera vez en la historia con el nombre conocido popularmente de masones, que significa albañil o constructor. Aparecen constituidos bajo la forma de gremios o hermandades profesionales de constructores de Catedrales y otros templos, se incluía a todos los niveles desde el tallador de piedra hasta el maestro albañil, con tres grados: aprendiz, compañero y maestro, ya con ceremonias de iniciación y de fidelidad.
A un paso del renacimiento, en siglo XIV los vemos claramente en Inglaterra, maestros alemanes habían viajado a ese país y sus aprendices crearon talleres propios, redactando la primera ley masónica conocida (la Constitución de York), así como la Orden de la Fraternidad de los Libres Masones. También aparecen los primeros textos que narran los orígenes míticos: “Regius” que habla un viaje de Euclides a Egipto donde fundaría una escuela de geometría y construcción, y “Cooke” una historia del arte de la construcción antes del Diluvio Universal.
Un siglo después, la influencia del arte y la cultura italiana que finiquitó el mundo medieval, llega también a Inglaterra y con ello la inclusión de personas de la alta sociedad que fueron recibidos bajo el nombre de hermanos patronos, cambiando el nombre de la organización por Fraternidad de los Masones Libres y los Aceptados.
Es casi un hecho que la orden de los Templarios si se vinculó con la masonería, particularmente en Escocia en donde tuvo especial influencia, en esas frías tierras se creó la Gran Logia de Escocia y posteriormente lo que fue conocida como masonería jacobita.
Los siglos XVII y XVIII son una época especial para esta gran hermandad, el racionalismo, el liberalismo y la ilustración la impulsaron a niveles que insospechados, convirtiéndose en una fuerza transformadora de su sociedad como nunca antes. Pero primero hubo cambios importantes al interior, de ser organizaciones que construían edificios religiosos se convirtieron en instituciones de transformación de seres humanos, cambiaron de masonería operativa a masonería especulativa.
Este cambio generó una autentica tormenta social en el mundo occidental. La masonería impulsó el pensamiento racional y con esto la proliferación del conocimiento científico, modificando la cosmovisión y la forma de vida de miles de personas en Europa y América, principalmente. Todo fue impactado, el arte, la cultura y sobretodo la política. El republicanismo primero y la democracia después fue resultado de miles de masones pertenecientes a altas esferas sociales que influyeron en sus respectivos pueblos, cambiándolos para siempre. El mundo contemporáneo debe buena parte de su origen e identidad a las logias masónicas.
Por supuesto que esto fue reflejo de profundas modificaciones al interior, las logias se reorganizaron, es definieron y también se dividieron, pero no dejaron su función primordial, la transformación y superación del ser humano.
Diversos autores relatan este complejo proceso:
“En 1717 la Francmasonería medieval operativa estaba moribunda, cuatro Logias de Londres y Westminster, Goose and Gridiron, Crown Ale House, Apple Tree y The Rummer and Grapes se unieron y fundaron la primera Gran Logia de Inglaterra, naciendo así la masonería especulativa, siendo nombrado Anthony Sayer como primer Gran Maestro. Había nacido un nuevo concepto, el de la "OBEDIENCIA". Seis años después John Théophile Désaguiliers y James Anderson elaboraron lo que se conoce con el nombre de las "Constituciones de Anderson", donde se determinan estric¬tamente las pautas que se tienen que seguir. En 1751 se pro¬duce lo que se ha llamado durante mucho tiempo el CISMA DE LOS ANTIGUOS, con la fundación de una Gran Logia rival por el irlandés Laurence Dermott. En realidad los fundadores no eran disidentes de la primera Gran Logia, sino irlandeses y escoceses que acusaban a la Gran Logia de 1717 de haber podado abusivamente los antiguos Rituales, razón por la cual ellos tomaron el nombre de "Antiguos" y llamaron "Modernos" a sus predecesores. Esta dualidad finalizó en 1813 con el ACTA DE UNION, constituyéndose la actual Gran Logia Unida de Inglate¬rra, la cual es la Gran Logia Madre de todas las Grandes Lo¬gias Regulares del Mundo. De Inglaterra la Masonería pasó desde el siglo XVIII al Con¬tinente y después se dispersó rápidamente por las otras par¬tes del mundo.
En 1877 cuando la Masonería francesa perdió su Regulari¬dad a causa de la supresión de la fórmula del Gran Arquitecto del Universo por parte del Gran Oriente, y fue Edouard de Ribaucourt en 1913 con un grupo de compañeros los que decidie-ron resucitar la regularidad en Francia. Fundaron la Gran Logia Nacional Independiente para Francia y las Colonias que fue reconocida por Inglaterra y por otras Grandes Logias Re¬gulares del mundo. En 1948 tomo el nombre actual, Gran Logia Nacional Francesa (G.L.N.F.).”
Estas divisiones traspasaron las fronteras internas y se convirtieron en posturas filosóficas y políticas diferentes y en ocasiones en franca oposición. Generando cambios drásticos en el mundo cada vez más agitado de los siglos XVIII y XIX.
Como es ampliamente sabido las revoluciones independentistas americanas, la caída de las monarquías europeas, la proliferación del pensamiento ilustrado tuvieron un caldo de cultivo fundamental en las logias masónicas. El caso americano fue especialmente dramático, la independencia de las colonias primero y el turbulento siglo XIX que siguió después fue resultado en gran medida de la influencia y luchas las diferentes visiones del mundo que se discutían en los círculos masónicos.
Masonería en México.
El siglo XX amanece con la mayoría de las élites políticas integradas a alguna logia, pero también surgen corrientes que se opusieron abiertamente como el nacionalsocialismo alemán y el régimen comunista soviético, que vieron como amenazas la influencia de la masonería durante la primera mitad de la centuria.
La excesiva vinculación entre política y logias finalmente provocó que se fuera perdiendo parte del espíritu que impulsaba la masonería, para muchos se convirtió en un club de poderosos o para acceder al poder terrenal, olvidando el desarrollo humano.
La semilla plantada durante los siglos XVIII y XIX se convirtieron en la forma de vida de la humanidad, los descubrimientos científicos y tecnológicos determinaron la vida cotidiana, la democracia y la economía liberal se universalizaron paulatinamente, ya no solo eran características de occidente sino que poco a poco fueron predominando en todo el orbe después de la segunda mitad del siglo XX. El legado de la masonería llegó muy lejos, aunque al interior parecía que menguaba su principal finalidad.
Pero el contacto entre oriente y occidente revitalizaron el propósito principal, los años sesenta con el pensamiento y filosofías de las antiguas religiones de la india y china convertidas en tendencias hicieron que se volviera a pensar en su origen, en el desarrollo humano como prioridad.
Un gran paso fue la inclusión de la mujer dentro de la masonería, la conformación de logias mixtas o sólo femeninas también fueron una inyección de nueva energía.
“En 1961 el Gran Oriente de Francia y otras obediencias masónicas, emitieron el Llamamiento de Estrasburgo para que los masones “se integren en la Cadena de Unión basada en una total libertad de conciencia y en una perfecta tolerancia mutua”, para lo cual constituyeron CLIPSAS (Centro de Enlace y de Información de las Potencias masónicas firmantes del Llamamiento de Estrasburgo). En 1962 definieron lo que debe considerarse como logia masónica, según su concepción, reafirmando la libertad de conciencia y la admisión de mujeres.”
La segunda mitad del siglo también trajo la desaparición de regímenes que persiguieran la masonería y esta abrió sus puertas cada vez más. Surgieron a la luz de día múltiples templos así como textos que estuvieron vedados para los profanos durante siglos.
PRESENTE
Un mundo sin guerra fría, Estados Unidos como única potencia, extremismo musulmán, desastres ecológicos, libre mercado global, distribución desigual de la riqueza, un universo de información al alcance de millones, medios de comunicación dominando la vida cotidiana, cultura ambiental, este es el entorno donde se mueve la masonería actualmente, en el siglo XXI. Ha abrevado mucho más de las clases medias urbanas aunque no ha perdido su vínculo con los grupos políticos hegemónicos.
Profesionistas de ambos sexos integran la mayoría de las logias existentes, que aunque mantienen y conservan rituales del pasado suelen estar en contacto con su presente. Un fenómeno interesante ha sucedido, paulatinamente han tomado distancia del poder, ya no es un espacio destacado de integración y reclutamiento de élites políticas como lo fue en el pasado, como si fuera un regreso a las bases, cada vez más es un lugar para crecer en conocimiento, en conciencia individual y social.
Los masones actualmente tienen mucho más claro, la importancia de realizar actividades altruistas y educativas en beneficio de su sociedad como parte de su formación personal. El laicismo, que tanto impulsaron en siglos pasados, es una realidad que empieza a beneficiarlos con una reciente renovación de integrantes. La disminución de seguidores del catolicismo por una parte y la proliferación de actividades e ideas de la denominada “nueva era” ha hecho a la masonería atractiva para muchas personas desencantadas con la ausencia de valores y principios que distinguen a esta época de liberalismo tardío. Los medios de comunicación han jugado un rol fundamental en una era en que la gente se guía tanto por lo que emiten, al difundir cada vez más una imagen positiva de la masonería, a pesar de la discreción con la que todavía opera.
La apertura de logias mixtas o femeninas se ha convertido en un revitalizante importante. Cada vez más mujeres se integran, fortaleciendo con valores, pasión y disciplina a la masonería actual.
FUTURO
La exigencia al interior, la disciplina pero sobretodo los valores y filosofía masónicas son vigentes hoy y lo seguirán siendo en el futuro. La tendencia contemporánea de una vida excesivamente materialista, gobiernos democráticos pero distantes cada vez más de su sociedad y con mayor poder gracias a la tecnología, recursos económicos acumulados en mayor cantidad pero en muy pocas manos, desastres ecológicos que aumentan en extensión y gravedad, podría ser revertida por una institución antigua pero con pilares muy sólidos. La discreción, los rituales y particularmente la exigencia al seleccionar y aceptar a nuevos miembros son muy necesarios para volver a ser una de las organizaciones de camio más relevantes en el futuro cercano.
La energía y acceso al conocimiento que poseen las actuales clases medias, organizadas e integradas puede ser esa fuerza que haga un mundo más justo. Los masones del siglo XXI podemos ser aquellos que desde nuestras múltiples trincheras fomentemos el desarrollo del ser humano, pensamiento y actividades cada vez más espirituales, más solidarias, buscando comprender al otro, algo que cuesta nos mucho esfuerzo. Regímenes políticos limitados por la tecnología y la supervisión ciudadana pueden ser la forma de gobierno que la masonería del futuro promueva y sostenga, una democracia con conciencia social, en donde el poder este enfocado al desarrollo económico equitativo y al crecimiento de tecnología y educación sustentados en los valores humanos. Un sistema económico sustentable, que sabe y respeta el medio ambiente, en donde las fuerzas financieras globales no rapiñen a muchos para beneficiar a unos pocos. Si no que con una visión mundial exista crecimiento para todos, aprovechando la ciencia para generar y distribuir lo que requieren las personas en sus distintos países y regiones.
Este sería un sueño digno del origen, historia y visión de una Institución como la masonería, es un futuro digno pero sobretodo plenamente posible para una fuerza que fue, la que cambio el rostro de la humanidad hace unos pocos siglos.