Millones de personas advierten que la meditación es una herramienta accesible y diseñada para mitigar la espesura mental y vivir de forma más ligera –y por lo tanto grata. Sin embargo múltiples estudios recientes, entre ellos uno de la Universidad de Ciencias de la Salud de Georgia, sugieren que los beneficios de la meditación se extienden más allá del reino emocional o psicoespiritual y que puede ser uno de nuestros grandes aliados en cuestiones de salud física.
Dicho estudio consistió en entrenar en meditación trascendental a 62 adolescentes con problemas de hipertensión e instruirlos a practicar dos veces al día, por períodos de 15 minutos. En contraste, a otro grupo se le proporcionó muy poca información y estrategias para disminuir el ritmo de su presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los resultados mostraron una reducción significativa de la masa ventricular izquierda en los pacientes que practicaron meditación, haciendo que el corazón pudiera bombear sangre con más facilidad.
A los practicantes de meditación trascendental (rama de la meditación que el yogui Maharishi Mahesh llevó a los Estados Unidos en 1950) normalmente se les asigna un mantra individual que, junto con los sonidos que produce, se vuelve el objeto de atención del practicante. Al evaluar hasta qué grado los pensamientos se desvían de esta suerte de centro o punto fijo, el meditador puede llegar a familiarizarse cada vez más con los complejos procesos de su mente. Uno de los más célebres practicantes y activos promotores de esta técnica meditativa es David Lynch, quien dice:
"La meditación trascendental es una antigua técnica mental que le permite a una persona sumergirse en sí misma, trascender y experimentar la fuente de Todo. Esto es una gran bendición para el ser humano pues el campo eterno es un espacio de inteligencia ilimitada, creatividad, alegría, amor y paz."
La meditación tiene efectos tan profundos que incluso impacta a la propia estructura genética del practicante, como comprobó otro estudio realizado por investigadores de Francia, España y Estados Unidos. “Nuestros genes son bastante dinámicos en su expresión y estos resultados sugieren que la calma mental puede tener un importante potencial para influir en su expresión”, dijo uno de los investigadores.
Aunque históricamente los métodos de meditación han sido utilizados con el propósito de adquirir autoconocimiento e intimidad con nuestra mente, estos análisis expanden el horizonte de resultados y demuestran una clara correlación entre los efectos de la meditación y la salud física a largo plazo. Si tu búsqueda personal es hacia la paz interior, o si es hacia la salud física y la vitalidad, los beneficios de la meditación son cada vez más manifiestos y claros.
Independientemente de los beneficios que aporte en otros planos, en cuestiones físicas la meditación sirve como analgésico, relajante y antidepresivo, entre otras bondades. En pocas palabras, si quieres una opción poco costosa y muy efectiva para mantener lejos a los doctores, sería bueno que te sientes un rato y simplemente observes tu respiración.