DECLARACIÓN DE CÓRDOBA
A 300 años de la fundación formal de la Masonería especulativa, la Confederación de Grandes Logias Unidas de América, reunida en la ciudad de Córdoba – Argentina, con motivo de la realización de la IV Asamblea de GLUA, y la conmemoración de los tres siglos de lo que por convención se considera la primera Gran Logia del planeta, luego de haber deliberado y sometido a análisis la situación actual de la Masonería mundial, emite la siguiente DECLARACIÓN formal, a todos los francmasones del Orbe, y las personas de buena voluntad que conforman el género humano.
1) Respecto de la Masonería especulativa, tanto su corriente insular anglosajona, como su corriente continental, constituyen dos partes indisolubles de la historia de la Orden; por lo tanto, queda definida como extemporánea toda clasificación de regular o irregular. Tal definición es nula de nulidad absoluta.
2) Habiendo ahondado en las raíces operativas de la Orden, comprobamos que el trabajo mixto constituye una práctica tradicional de la Masonería, ya por realidad de comprobación histórica, ya por aplicación de los principios básicos de Libertad, Igualdad, y Fraternidad, los cuales conforman no sólo un lema de los masones, sino una conquista dentro de la Sociedad.
3) Resulta inadmisible cualquier tipo de discriminación entre Hermanos dentro de la Masonería, ya sea por razones de sexo, así como también de creencias, posición social, o cualquier otro elemento de juicio, que no sea solamente el hecho de ser personas libres y de buenas costumbres.
Impetramos a todas las Potencias masónicas del mundo, a que sintonicen con esta necesidad.
4) El simbolismo es la base del método masónico, y de acuerdo al Principio de Razón Suficiente, es lo que hace que la Masonería sea lo que es, y no otra cosa. Por lo tanto, ello debe ser el eje central de todos los grados masónicos en todos los Ritos, en tanto ese simbolismo sea aplicado a la faz moral, así como a la faz social, psicológica, personal, o espiritual.
5) Todos los ritos con tradición histórica comprobable, deben ser hoy reconocidos y respetados, ya que tanto desde el pragmatismo del Rito Francés, hasta el esoterismo de los ritos egipcios, todos cobijan a verdaderos masones, que sintonizan ese tipo de trabajos con su propia búsqueda de la verdad.
6) Debe ser condenada toda conducta de rechazo, falta de respeto, falta de apoyo, o desconocimiento del carácter de masón de un miembro de nuestra Orden, por parte de otro masón, entendiendo que quien suscribe a una Potencia masónica determinada, está capacitado para apoyar a cualquier Hermano que necesite o solicite ayuda, y tiene el deber de hacerlo, sin considerarse por ello mezclado en forma alguna en las actividades de otros grupos. Es nuestro deber trabajar en unir lo disperso.
7) La Masonería debe volver a recordar, que su finalidad última es hacer que sus miembros se apropien de poderosas herramientas en el arte de ser, hacer, comunicar y lograr sus objetivos. Sus miembros deben pensar y actuar de tal modo, que sean capaces de alterar el curso de sus vidas en función de llegar a la excelencia en sus biografías y la de la sociedad.
La Orden debe trabajar para que sus miembros se redescubran protagonistas de lujo, de una vida que merece la pena ser vivida, y cada masón debe sentir la transformación de ser un mero observador, a un generador de resultados.
Ese es el desafío que nos espera. Y ese es el trabajo que dejaremos para nuestra posteridad.
Esta DECLARACIÓN es proclamada en la ciudad de Córdoba, República Argentina, a los 24 días del mes de junio de 2017, al cumplirse exactamente los 300 años de la Masonería especulativa.
Es refrendada y compartida a conocimiento público, el 10 de diciembre de 2017.
Consejo de Autoridades – GLUA
Confederación de Grandes Logias Unidas de América
“Los Hermanos sean unidos
porque esa es la ley primera.
Tengan unión verdadera
en cualquier tiempo que sea,
porque si entre ellos pelean
los devoran los de afuera”.
Máximo E. Calderón