La masonería invita al masón, y por extensión a la sociedad, a pensar, a ser libre, a ser justo y a ser fraternal con sus conciudadanos. Y digo invita porque la masonería no obliga, no impone, no tiene dogmas ni reglas, más allá de las mínimas normas de ética básicas.
La masonería aspira a que cada persona encuentre las ventajas de ser una mejor persona, un mejor ciudadano. El método masónico promueve que esa mejora de la persona se realice mediante la reflexión y el autoconocimiento.
Es decir, que uno llegue a ser mejor ciudadano porque realmente crea en ello y no simplemente porque obligue una norma externa, sea esta los mandamientos o la Ley. Porque las normas pueden quebrantarse, pero difícilmente uno lo pueda hacer con su propia moral y sus propias convicciones
DIÁLOGOS CONMIGO MISMO: LA MASONERIA
miércoles, febrero 21, 2018