"... La Logia Femenina de Chile no se formó por reacción; por considerar que "si los hombres lo hacían, ellas también". Su iniciativa obedeció sencillamente a una necesidad de género. "A nosotras nos gusta trabajar a nuestro ritmo. Las mujeres cumplimos demasiados roles, entonces tenemos que repartir el tiempo entre la casa, los hijos y el trabajo. Además, somos más
minuciosas y tenemos el ingenio para hacer maravillas con poco dinero", dice la Serenísima Gran Maestra..."