Una de las alumnas egresadas del Colegio “Las Américas” es felicitada por el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Juan José Oyarzún.
Los diversos esfuerzos, efectuados desde distintos sectores del país, por señalar las principales falencias del actual sistema educativo chileno no han redundado en propuestas concretas, fundamentadas y aplicables a nuestra realidad.
Así lo sostuvo el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Juan José Oyarzún, al entregar, este jueves 27 de noviembre, su mensaje a los alumnos egresados de cuarto medio del Colegio “Las Américas” de Santiago.
Dijo que lograr una educación de calidad ha sido y es una de las prioridades de los países emergentes en el camino del desarrollo.
Empero, añadió, “uno de los principales problemas encontrados ha provenido de la propia complejidad de este concepto, especialmente cuando se pretende operacionalizarlo de manera de hacerlo mensurable y, por lo tanto, gestionable”.
Observó que esta no es una ocurrencia u opinión nuestra, sino un informe reciente de la UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
EDUCACION EN CHILE
La máxima autoridad de la Masonería chilena agregó que en el país “se ha iniciado un proceso de reflexión en torno a la calidad de la educación, donde han abundado los diagnósticos respecto a la situación actual de la educación y los principales retos y problemas a los que se enfrenta. Efectivamente, desde diversos sectores se han realizado esfuerzos por señalar las principales falencias del actual sistema educativo, pero que no han redundado en propuestas concretas, fundamentadas y aplicables a nuestra realidad”.
Dijo luego que “una apreciación bastante objetiva desde la óptica masónica apunta que hay cuatro elementos decisivos en cualquier empresa en esta materia:
“La pieza medular de todo el sistema son los profesores, con buena formación y motivados para impartir sus conocimientos, con políticas de incentivo que reserven los mejores elementos para estudiar carreras docentes y tener en el futuro inmediato un estamento de educadores de excelencia.
“Segundo lugar, la gratuidad del sistema, para que la educación sea un proyecto y no un negocio. Y decimos esto por cuanto nuestra personal convicción es que esto que han dado en llamar la economía social de mercado, tiene mucho más de mercado que de social. Y no estamos considerando solamente los pagos de matrículas sino también el equipamiento, la alimentación y hasta el transporte del hogar al colegio, como ocurre en los países del primer mundo.
“El tercer elemento, no por eso menos importante, es la participación activa y efectiva de las familias de los educandos en el proyecto. Y cuando citamos a la familia no dejamos de lado a la comunidad, que tiene la obligación de comprometerse con el colegio y sus alumnos, con todos los organismos públicos y privados existentes en su territorio.
“Es por estas vías que pueden incardinarse en los educandos los fundamentos de la participación, la solidaridad y la equidad que son los objetivos de una democracia en una comunidad en la que impera una definida diversidad, la que debe ser respetada sin exclusiones.
“Y finalmente, hay un elemento casi invisible, pero indispensable, es una política pública de inversiones en formación del magisterio que les induzca a un proceso educativo de por vida, en pos de una experticia profesional que dignifique sus labores a los niveles necesarios y suficientes que aseguren el progreso y desarrollo de la comunidad.
“A estas alturas, nuestros graduandos deben estar preguntándose ¿Qué significa esto para nosotros?
“Les invitamos a no olvidar que la historia del mañana empezó ayer.
“Algunos de ustedes tienen opciones a continuar en niveles de estudios superiores. No desperdicien esas oportunidades.
“Los que no, deberán buscar trabajo, y eso no es cosa fácil en estos días.
“Los creyentes aseguran que el camino al reino de los cielos está pavimentado con las buenas intenciones. Obras son amores y no buenas razones.
“Alguien dijo alguna vez que un hombre empieza a llegar a viejo cuando los recuerdos pesan más que las esperanzas.
“No echen al olvido su colegio. Las amistades cosechadas en estos años y en estos recintos pueden convertirse en valiosos contactos para abrirse camino en la lucha por la vida.
“Y las lecciones recibidas de sus maestros deben apuntar a un propósito de vida con un solo mandamiento: Nunca le hagas a otro algo que no te gustaría que otro lo hiciera contigo.
“Les deseamos en este acto de despedida de una importante etapa de su existencia lo más preciado que puede ocurrir en la vida de una persona:
“Que encuentren una actividad en la que sientan su vida plena y colmada.
“Hoy por hoy cada uno trabaja en lo que puede.
“No siempre se puede trabajar en lo que uno quiere.
“Lo trascendente es que le busquen los lados buenos y se esmeren en demostrar que pueden hacerlo lo mejor posible.
“No hay trabajo en el que no se pueda mejorar los procedimientos. Todo lo que se hace se puede hacer mejor.
“Tienen toda la vida por delante, y deben aspirar y esforzarse para que sus actividades les permitan conseguir armonía en sus mentes y alegría para sus corazones.
“Algunos le llaman a eso felicidad.
“Por nuestro intermedio el Gobierno Simbólico de la Gran Logia de Chile les invita a partir hacia el mundo a la conquista de esa felicidad.
“¡Que los hados les sean propicios, jóvenes graduados del Colegio “Las Américas”!”
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