Puertas abiertas en la sacrosanta Gran Logia Alpina, en la que se dice que militan los grandes prohombres del poder financiero y político ha abierto sus puertas.
Un millar de personas han respondido a la invitación que le hizo en Lausana la Gran Logia Alpina. Sus objetivos es deshacer o los prejuicios y los pretendidos misterios que se imputan a nuestros ritos y trabajos
Claude Béda 02.11.2009
Lausana, avenida de Beaulieu 17, el sábado 31 de octubre, 14 h. el Maestro de Ceremonias, enciende las velas, con el fin de comenzar los trabajos en el templo.
Para un francmasón, la escena sería ordinaria si la asamblea no contara en esta ocasión con la presencia de una gran mayoría de profanos. Esta vez, sólo se trata de abrir las logias para dar a conocer la logia, después los hermanos volverán al ambiente que reina en una logia masónica .
No hay proselitismo en nuestro planteamiento.” El templo, llamado también “logia” o “taller”, está dirigido hacia el Este. En dirección a la luz. Explica el Maestro de Ceremonias.
El edificio alberga en si mismo dos, por un lado los talleres en los que trabajan las 10 logias de Lausana y por otro lado alberga la Cancillería Federal de la francmasonería suiza. Ya que el dicho cantón radica la sociedad filantrópica del país conocida como la Gran Logia Alpina Suiza que recoge unos 6000 francmasones) quienes cuenta encuadrados en su mayoría en la Gran Logia Alpina, la asociación masónica mayoritaria en Suiza. El resto de logias se encuentran repartidas por a Renens, Yverdon, a Nyon, a Vevey y en Montreux.
“La francmasonería es la heredera de ideales filosóficos, espirituales y humanistas defendidos por los constructores de las pirámides y catedrales”, relata François Lilli, durante la visita.
De Voltaire a Ruchonnet
De este modo el público se entera de las numerosas proyecciones históricas que han encarnado masones famosos: Montesquieu, Voltaire, George Washington, Henri Dunant, El Salvador Allende, Mozart, Chagall, Walt Disney o también Duke Ellington. Entre ellos también están nos naturales del vaudois: Frédéric César el Arpa, Louis Ruchonnet y Charles Veillon, incluso el primer Presidente de la Confederación Jonas Furrer, era francmasón. La digna institución no es pues extraña a la creación del AVS, o también a la de la Cruz Roja.
“En nuestros trabajos, donde podemos abordar cualquier tema, seguimos un ritual preciso, con el fin de comprobar, validar, mejorar o refutar las ideas emitidas, precisa a François Lilli. La masonería no expresa ninguna verdad ni obedece a ningún dogma. La verdad, no es nunca tan distante como cuando se piensa haberla encontrado.”
Los hermanos intentan dejar claro frente a las sospechas de mercantilismo que pesan regularmente sobre la sociedad: “No efectuamos ni el mundo ni la política cantonal, destacamos a Jacques Boudot, primer supervisor. No es necesario idealizarnos tampoco. La gran mayoría de nosotros intentan vivir según las normas de la fraternidad masónica, pienso que estamos en condiciones de controlar estas manifestaciones humanas.”
“Escuela de sabiduría”
¿Y por qué se entra en masonería ? “En Occidente, apenas sigue siendo más una escuela de sabiduría, responde Jacques Boudot, ya que solamente la masonería es aún depositaria de un verdadero espíritu iniciático.” Que sea leñador, enfermero, o un abogado - como es el caso de algunos hermanos de Lausana -, cada uno viene a buscar en la logia lo que hay: una búsqueda espiritual, una escuela de vida, un aprendizaje de la libertad o un laboratorio de ideas.
Más información sobre la Gran Loga Alpina
Fuente: MASONERIA SIGLO XXI editado por R:.H:. Victor Guerra