La actriz protagonista, Mafer Blanco, y el distribuidor de la cinta, Luis Valentí, ayer, en el hotel NH Jaume III. Foto: G. Bosch.
´Masones. Los hijos de la viuda´, documental preestrenado ayer en Porto Pi, promete misterio, sorpresa y ratos de acción.
V. SÁNCHEZ. PALMA. Aunque los actores y productores que han trabajado con él en estos últimos cuatro meses lo sospechan, Santiago Lapeira ni confirma ni desmiente. "¿Que si soy masón? Eso dicen". El misterio es, pues, ingrediente fundamental en la historia que hace un tiempo, el cineasta, guionista y vicepresidente del Colegio de Directores de Cine de Cataluña se propuso contar. "También quería desmitificar un poco todo lo que se dice sobre la Masonería. Ni son una secta, ni hacen rituales con menores... es mucho más sencillo y complejo a la vez". Ayer, DIARIO de MALLORCA invitó a sus lectores al preestreno de Masones. Los hijos de la viuda, documental para la gran pantalla que, tras sus dos primeras semanas en la cartelera catalana, parece ser una de las revoluciones de la temporada.
Un pequeño problema familiar impidió a Santiago Lapeira compartir experiencias ayer con el público mallorquín. En su lugar, la actriz protagonista de la cinta, Mafer Blanco, y el distribuidor Luis Valentí, se encargaron de contagiar la pasión por esta organización filantrópica y filosófica. "Estamos sorprendidos porque hay mucha gente interesada en conocer más sobre esta sociedad, incluidos los propios masones que nos han dado el visto bueno", reconoce Valentí. "Es verdad que gracias a esta película, los propios miembros de la organización han tenido la posibilidad de explicar quiénes son, qué hacen, cuáles son sus objetivos. Es la primera vez que una película hace visible a los masones", subraya vía telefónica Lapeira.
El documental –que abarca en ciertos momentos el género de la ficción y que se estrena hoy en los cines Porto Pi Centro– arranca en el momento en que Marta (Mafer Blanco), una joven profesora universitaria, descubre que su padre perteneció a la Masonería. Realiza entonces un viaje iniciático que la llevará a Roma, Estambul, París, Madrid, Bilbao y Barcelona. "Esta película me ha dado la posibilidad de conocer también la historia de mi familia ya que he descubierto que mi abuelo fue masón. Ha sido estimulante, excitante", confiesa.
Rodada en catalán, Masones. Los hijos de la viuda, cuenta también con testimonios de varios masones, periodistas especializados e, incluso, logra mostrar de una manera muy precisa el funcionamiento de las secretas logias. "Y aunque ha habido mucha libertad, en ciertos momentos me han dicho ´hasta aquí puedes contar´", reconoce Lapeira. Quizás ese misterio es lo que ha permitido a la Masonería gozar de buena salud desde la época medieval.