ACLARACIONES NECESARIAS A UN INFORME ESPECIAL
Recientemente la Gran logia de Cuba, hizo circular a las logias de la jurisdicción un “informe” del patronato, donde a mi entender se omiten algunas informaciones importantes para poder hablar de transparencia real, a continuación algunas de ellas.
1. En dicho informe especial se acusa al ex gran Maestro José R. González Díaz por la retención de fondos que específicamente están consignados al Asilo Nacional Masónico Llansó, hecho del cual el presidente en funciones actual (sep.2011) ya tenía conocimiento, pues coincidentemente por esa misma fecha un grupo de masones, que sí leen y analizan las informaciones económicas y ya habían detectado que algo anómalo estaba pasando, comenzaron a darlo a conocer en conferencias que efectuaron en varias logias de La Habana, y una de ellas se dio en la provincia de Matanzas, incluso con soporte audiovisual, y nunca recibieron ayuda, información, ni apoyo del denunciante.
Si el presidente en funciones del patronato tiene pruebas, está obligado por la legislación masónica a hacer la correspondiente acusación ante la Corte Suprema de Justicia y si no lo hace, es desde entonces (sept.2011), según la ley: autor (inciso IV, cómplice (artículo 4), y encubridor (artículo 5, Capitulo I).
Y si no tiene pruebas para demostrarlo, puede ser acusado de injurias: capítulo III incisos XII, XIV y XX, e incluso, ante las autoridades civiles por difamación y acoso.
¿Por qué lo que se denuncia ahora en este informe no lo declaró el presidente en funciones ante el tribunal formado para juzgar al Diputado Gran Maestro y al Gran Tesorero, donde él fue convocado por la Defensa, y no asistió, alegando que viajaba al interior? ¿Y por qué no lo hizo tampoco cuando se le pidió que lo enviara por escrito? ¿Tiene pruebas?
¿Qué hizo el presidente en funciones cuando los dos contadores renunciaron por el descontrol, o el relajo económico, imperante en el Asilo (sept.2011), pues no se emitió ningún informe especial, ni se usó la transparencia, que pactó a espaldas de la población masónica para convencer a Alfredo Bernal Bosca (que no es masón) y sí era amigo íntimo del liberado presidente, para que resumiera hasta la fecha de hoy (2014) la contabilidad del Asilo?
¿Qué situación encontró? Deplorable. Los cien ancianos no tenían ni arroz para comer –graben esta cifra de cien ancianos-. A pesar de que el estado cubano, a través del MINSAP, le facilita una asignación, o módulo completo, para 130 ancianos, cifra que el asilo nunca ha tenido de internados. Es decir, como promedio, sobran 30 módulos mensuales (que al año suman 360 módulos completos, o sea, que el Asilo al cerrar el año debe haber acumulado en el almacén una reserva alimentaria suficiente para cubrir 3 meses y días). Entonces, ¿dónde está y qué hicieron con esa reserva en septiembre del 2011? ¿Y dónde está y a cuánto asciende la misma en el 2014, porque esa reserva alimentaria no aparece reflejada como tal en la escueta, incompleta, y poca transparente información, que –a lo sumo- se brinda cada tres meses a la población masónica?
2. Cuando el presidente, todavía en funciones, I.H. Lázaro F. Cuesta Valdés, asumió (en sep.2011) la presidencia del Patronato, ¿ordenó un inventario, o algún tipo de investigación, para conocer qué cantidad de alimentos se había recibido, y el porqué los ancianos no tenían ni arroz para comer, y quiénes eran los responsables para depurar las responsabilidades?, su salomónica solución, fue la de liberar de su cargo, como director del asilo, al I.H. Raciel Martínez Andreu, ya fallecido, y que en esos momentos atravesaba por un delicadísimo estado de salud. Y el hermano Raúl Acosta fue premiado y ascendido a director titular.
3. En el Informe Especial se menciona el uso de la "transparencia" de los recursos recibidos. Pero ¿cómo se podrá catalogar de transparente un informe de ingresos y gastos que no balance con un grupo de números fríos?, números que no dicen nada, pero que sí ayudan a encubrir muchas cosas de la gestión y del manejo de los miles de pesos en efectivo, más los donativos en especie (equipos de todas clases, materiales, etc). De estos últimos, la población masónica ni se ha enterado, ni hay interés de que se conozcan.
¿Está informada la población masónica sobre el presupuesto del año 2014 y el del 2015? ¿Sabe si se cumple, lo que es ley, una vez que se aprobó?
¿Saben los masones si los trabajos de mantenimiento y/o reconstrucción se están ajustando en su costo a lo presupuestado? ¿Cuánto están costando los materiales? ¿Y están a la mano las facturas?
¿Cuánto está costando la mano de obra? ¿Y están a la mano los contratos de las obras?
¿Se hizo una licitación con el objetivo de encontrar la mejor oferta?
La transparencia no consiste en que se informe simple y llanamente sobre los ingresos y gastos.
La transparencia es poder conocer el manejo y la gestión económica. Es poder ver el camino, la ruta del dinero (de muchísimo dinero) y de tantísimos recursos (de todo tipo) en manos de los que un día de septiembre del 2011, carecían del arroz para alimentar a los cien ancianos, a pesar de haber recibido una asignación suficiente para ciento treinta.
Transparencia es que la población masónica conozca que al actual director le robaron un vehículo automotor, parqueado dentro del Asilo, frente a la oficina, y que él ni se molestó en denunciarlo a la policía. Y que también le robaron un televisor a color del área de recreación de los ancianos, y tampoco hizo la obligada denuncia ante las autoridades.
Transparencia es que la población masónica pueda conocer que hubo un mes del año 2013, donde no había (increíblemente) dinero para pagar a los empleados del Asilo, y de contra, sin que los encargados del debido equilibrio de los gastos alertaran al respecto, dígase los sacrificados y brillantes consejeros del Supremo Consejo (recuerden que no hay presencia de consejeros de La Gran Logia), dígase el tesorero, el director, el contador, etc. O que se opusieran (¿se opusieran?) al uso indiscriminado de los fondos. Razón por la cual tuvieron que recurrir a un préstamo de alrededor de $50 000 del menguado tesoro de La Gran Logia y del Supremo Consejo.
Transparencia es realizar la auditoría que la institución masónica está pidiendo a gritos. Pero hay que hacerla con seriedad, y en profundidad, con actores independientes, no comprometidos. Entonces sí se logrará conformar un informe especial que no conlleve fines electoreros, ni de culto a la personalidad.
4. En estos momentos, existe el propósito de hacer una fiesta en el Asilo (que alberga aproximadamente a 100 ancianos) para un total de 400 participantes. Y hay que preguntarse si el Asilo goza de tal bonanza financiera como para costear dicho exorbitante gasto. Por otro lado, también hay que cuestionarse si, dada la situación epidemiológica del país, resulta aconsejable introducir tantas personas en tal espacio, ya que por lo general los asilados suelen presentar deficiencias en su sistema inmunológico. No parece sensato ni beneficioso acarrear tal bullicio y algarabía en un lugar donde los asilados necesitan sosiego y tranquilidad. Ahora bien, si se hace la fiesta, esperemos que la pregonada transparencia nos permita conocer en forma detallada el monto de los recursos en especie y en dinero, empleados.
5. El presidente en funciones del Patronato, en calidad de Soberano Gran Comendador, exaltó y coronó como Soberano Gran Inspector General, grado 33, al actual director del Asilo, V.H. Raúl Acosta, quien de seguro ya es candidato a ocupar la privilegiada posición de efectivo IPH. Y así, con la eficiencia demostrada por el I.H. Raúl Acosta (recuérdese que no tuvo arroz un día para alimentar a los ancianos, que mantuvo -2011- en total abandono la instalación, que no denunció los robos antes las autoridades) pase a ser uno de los decisores del futuro de la masonería filosófica en la República de Cuba.
6. Este documento no es invención o calumnia. Y la historia que nos quieren tergiversar es muy reciente, hay muchos actores vivos, y llenos de salud para atestiguar. Por tanto, no hay una sola letra de más en esta historia, y sí muchas que están de menos, y que pudieran seguir apareciendo, como por ejemplo: la expulsión de la Resp. Logia Llansó de los predios del Asilo; los altos salarios en el Supremo Consejo, y su descapitalización progresiva.
Mason Dcuba